sábado, 31 de diciembre de 2011

`Drive´, el romántico y oscuro héroe solitario


“Si conduzco para ti tú me dices dónde y cuándo, y yo te doy cinco minutos. Durante esos cinco minutos soy tuyo, pase lo que pase. No miro lo que haces, ni tampoco llevo pistola… sólo conduzco.”
-El conductor (Ryan Gosling)
`Drive´ (id, Nicolas Winding Refn, 2011) es uno de los últimos platos fuertes para clausurar los estrenos de este año no especialmente malo cinematográficamente hablando —de hecho creo que ha sido uno de los mejores en cuanto al promedio de calidad en mucho tiempo—. La película, estrenada con bastante éxito en el pasado festival de Cannes es uno de los estrenos más potentes del año, habiendo conseguido un notable nivel de aceptación tanto entre el público como la crítica —raras veces esto pasa—, y sirviendo como confirmación de estrellato del emergente actor Ryan Gosling —junto a Michael Fassbender, un auténtico acaparador de estrenos y más agradables descubrimientos de este decente año—. Es en total, una película que independientemente de su calidad, tiene todo lo que hay que tener para convertirse en un film de culto y referencial.
Y es fácil entender por qué `Drive´ ha suscitado tantas pasiones como algunas indignaciones entre el público, algunos de los que se pensaban —en parte gracias al engañoso tráiler, que para mis inri destripa la película entera— que este iba a ser un producto de acción y persecuciones al más puro estilo de `A Todo Gas 5´ (Fast Five, Justin Lin, 2011), llegando incluso a resultar bastante divertida y risible la demanda que interpuso un espectador contra la productora por publicidad engañosa —aunque irónicamente seguro que esto ha servido como publicidad extra para la película, como las quejas en las salas en las que se proyectaba `El Árbol de la Vida´ (The Tree of Life, Terrence Malick, 2011)—. Todo esto se resume en que `Drive´ es una película “rara”, no apta para cualquier tipo de público —algo de de por sí no sirve como argumento positivo, por más que se empeñen algunos—. Una obra potente, muy rica en estética y atmosfera, que podría describirse como un extraño coctel entre una historia a lo Charles Bronson y una dirección a lo Terrence Malick. Ahí es nada.

viernes, 30 de diciembre de 2011

`El Topo´, un laberinto en el que da gusto perderse


“¿Eres muy observador verdad? Los solitarios solemos serlo…”
-Jim Prideaux (Mark Strong)
Una de las películas más esperadas del año era sin duda `El Topo´ (Tinker Tailor Soldier Spy,, 2011), la nueva cinta del director sueco Thomas Alfredson, que con sólo una película había conseguido llamar la atención de medio mundo y sobre todo de los aficionados al cine. Estoy hablando evidentemente de la fascinante, bella y extraña `Déjame Entrar´ (Låt den rätte komma in, 2008), una de mis cintas favoritas de vampiros y fácilmente una de las diez mejores películas de la década pasada. Con este antecedente, su siguiente trabajo despertaba en mí una expectación increíble, más tratándose de un salto del realizador a un cine de mayor expansión —o sea: de habla inglesa—, si bien seguimos encontrándonos ante una cinta relativamente pequeña —está lejos de ser una superproducción—, de toque íntimo y de producción más británica que americana, aunque eso sí: con unos actores y equipo artístico de impresión.
Gary Olman, Colin Firth, Tom Hardy, Mark Strong, Benedict Cumberbatch, Toby Jones, John Hurt y Ciarán Hinds encabezan el espectacular reparto de la película, basada en la famosa novela homónima escrita por John le Carré, ex-trabajador del servicio secreto británico cuyos libros de espionaje han inspirado cintas muy atractivas como `El Jardinero Fiel´ (The Constant Gardener, Fernando Meirelles, 2005) y otras no tan acertadas como `El Sastre de Panamá´ (The Tailor of Panama, John Boorman, 2001). Una temática y un material sin duda suculentos, que convertían `El Topo´, aún más si cabe, en una enorme reto para Alfredson, que debía sacar partido a todo esto sin perder no obstante ese toque personal e íntimo que hizo de su `Déjame Entrar´ una película tan especial. Como es habitual en estos casos en los que las expectativas personales son tan grandes, la cinta no ha acabado siendo exactamente lo que me imaginaba, si bien no es para nada una decepción, sino una experiencia tan atípica y apasionante como su anterior film.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

`Immortals´, un entretenimiento fallido, pero visualmente atractivo


“Yo tengo fe en ti Teseo. Demuestra que tengo razón.”
-Zeus (Luke Evans)
Hay directores que consiguen cierto prestigio y seguidores sin haber dado realmente razones de peso para ello. Tal podría ser el caso del director indio Tarsem Singh —antes conocido simplemente como Tarsem, que quedaba más chulo—, que con solamente dos películas en su haber ya había conseguido ese cierto reconocimiento —al menos en ciertos círculos de aficionados al cine—. Cierto es que el hombre tiene un estilo visual llamativo y que a nivel de diseño de producción sus películas suelen ser bastante atractivas, pero personalmente sigo considerando este prestigio demasiado prematuro e injustificado, pues `La Celda´ (The Cell, 2000) por llamativa que fuera tanto algunas de sus escenas como su temática no era nada del otro mundo, y solamente `The Fall: El Sueño de Alexandria´ (id, 2006) —realmente una pequeña joya— era una película lo suficientemente redonda como para sospechar que Tarsem podía dar algo bueno como narrador más allá de rodar vistosos videoclips.
Con esas dos películas como únicos aportes en un periodo de doce años, no es lo que se dice una carrera con demasiado recorrido ni bagaje para juzgar sus cualidades como realizador —cierto es que la complejidad tanto de rodaje como de presupuesto para `The Fall´ la convirtieron en una película que costó unos cuantos años levantar—, y el siguiente paso era toda una prueba de fuego para el todavía primerizo cineasta. Lamentablemente este paso no ha sido todo lo acertado o al menos interesante que debería, y no ha encaminado su carrera por el camino de un cine más “de autor y personal" como el que se intuía en `The Fall´ —que de hecho giraba en torno al cine y a la figura de un cuentacuentos—, sino que el realizador hindú se ha vuelto a escudar en el escaparate del más comercial y asequible, tipo `La Celda´, poniendo esta vez su llamativo estilo al servicio de una producción con la que, como ya se intentara con la floja `Furia de Titanes´ (Clash of the Titans, Louis Leterrier, 2010), se pretende emular descaradamente a la exitosa y potente `300´ (id, Zack Snyder, 2007).

sábado, 17 de diciembre de 2011

`Misión Imposible: Protocolo Fantasma´, misión cumplida


“Lo único que ha funcionado en esta misión ha sido este equipo.”
-Ethan Hunt (Tom Cruise)
`Misión Imposible´ (Mission: Imposible, Brian de Palma, 1996) es una de las películas de acción más famosas y recordadas de los años 90, con un par de escenas y una banda sonora que pasaron a formar parte de la cultura iconográfica más referenciada en el mundo del cine —esa escena del descenso en cable, mil veces imitada—. Tanto es así que no sorprende que la franquicia haya llegado con vida a nuestros días, más de quince años después del estreno de la primera entrega —que por cierto nunca me ha parecido nada del otro mundo, de hecho la considero de lo peor de De Palma—, cuando lo habitual es que en Hollywood ya hubieran optado por un reboot. Pero no, a pesar de tener ya cincuenta años —que se dice pronto—, y de no tener ni mucho menos el tirón que tenía en los noventa Tom Cruise sigue siendo el máximo impulsor, productor e imagen de esta saga, cuya cuarta entrega estuvo a punto de no ver la luz debido a las diferencias creativas que tuvo la estrella con los productores de la Paramount Pictures, pero que finalmente acabaron solventándose.

Así pues, tras la entretenida y ya lejana cinta de acción con aires de thriller de los 90 —y que como ya digo, considero demasiado mitificada—, y pasando por una muy olvidable segunda entrega completamente pasada de rosca y con un estilo de videoclip que tiraba para atrás —también de lo peor de John Woo—, lo mejor que le pudo pasar a esta franquicia es que la tercera entrega cayera en manos de J.J. Abrams, en lo que supuso su debut cinematográfico, consiguiendo una de las películas de acción más trepidantes y endiabladamente entretenidas de los últimos años, que le debía mucho a la rapidez y contundencia del lenguaje televisivo en que se había curtido el creador de `Alias´ y `Perdidos´ (Lost), pero cuidando también el aspecto cinematográfico. A diferencia del resto de entregas, que con cada director fueron cambiando de estilo, `Misión Imposible: Protocolo Fantasma´ mantiene el estilo y sigue el sendero marcado por su predecesora —no en vano Abrams continua como productor— dejándole esta vez la batuta de director al valorado realizador de animación Brad Bird —suyas son `El Gigante de Hierro´ (The Iro Giant, 1999), `Los Increíbles´ (The Incredibles, 2004) y `Ratatouille´ (id, 2007).

domingo, 11 de diciembre de 2011

`Jane Eyre´, fantasmagórico romanticismo


“Tengo el placer de deberle la vida.”
-Rochester (Michael Fassbender)
Por muy satisfactorio que pueda ser el encontrarse en la gran pantalla con una digna película como resultado de una larga espera y una inmensa expectación —algo cada vez más difícil en la época del hype, que genera un tipo de expectativas nada sanas, por no decir corrientes fanáticas e ilógicas—, no existe ni existirá nunca en mi opinión una experiencia más grata que sorprenderse con algo de lo que no te esperabas absolutamente nada y sobre lo cual no tenias ningún tipo de juicio previo. No hay manera más limpia y efectiva de descubrir una buena película, tal fue mi caso con esta extraña, atípica y bella película titulada `Jane Eyre´ (id, Cary Fukunaga, 2011), de la cual no había visto ni un mísero tráiler y tampoco estaba familiarizado —he de reconocer— con la famosa novela de Charlotte Brontë en la que se basa, y que únicamente fui a ver motivado por la presencia de uno de los actores del momento: Michael Fassbender —también en cartelera con la seca `Un Método Peligroso´ (A Dangerous Method, David Cronenberg, 2011)—.
Pero a veces la ignorancia, para variar, es un regalo, y no se me ocurre mejor manera de familiarizarme con esta historia —que no obstante ha contado con diversas adaptaciones cinematográficas, siendo la más famosa una de 1943 protagonizada por Orson Welles y Joan Fontaine— que con la película dirigida por el joven y prometedor cineasta Cary Fukunaga —no, no es japonés aunque su apellido lo parezca—, que ha logrado una cinta dirigida con sensibilidad muy peculiar, de absorbente atmosfera con la que se consigue un film de época de tintes extrañamente siniestros y tétricos. No hay elemento fantástico alguno en la trama, pero se juega con ese aire fantasmagórico durante toda la película —los extraños sucesos en la casa, el encuentro entre Jane y el señor Rochester en el inquietante bosque…—, consiguiendo así un film de tendencias claramente románticas y melodramáticas, pero de naturaleza peculiar, más afín al estilo de M. Night Shyamalan —recuerda por momentos a `El Bosque´ (The Village, 2004)— que al de las adaptaciones de Jane Austen o otros films románticos de época que hemos visto últimamente, mucho más interesante que cosas como `Orgullo y Prejuicio´ (Pride and Prejudice, 2005) o `Expiación´ (Atonement, 2007) de Joe Wright.

sábado, 10 de diciembre de 2011

`Acero Puro´, simpático e inofensivo pasatiempos


“Quiero que luches por mí, es lo que siempre he querido.”
-Max Kenton (Dakota Goyo)
¿No os da la sensación de que a veces se mira ciertas producciones con excesivo ojo crítico desde demasiado pronto, sin que haya verdaderos motivos para ello? Así me lo parece al menos a mí, que no entendí demasiado bien el rechazo y las burlas que divisé por los diversos foros de internet hacia `Acero Puro´ (Real Steel, 2011), llegando a leer incluso que esta película sería la tumba de la carrera de su estrella protagonista, el ciertamente últimamente un poco perdido Hugh Jackman. Básicamente según me pareció la desconfianza venía provocada básicamente por dos cosas: el venir la cinta firmada por el director especializado en comedias Shawn Levy —realizador de memeces del calibre de `Gordo Mentiroso´ (2002), `Recién Casados´ (2003), `Doce en Casa´ (2003) y el remake `La Pantera Rosa´ (2006), vale, pero que con sus últimos trabajos, `Noche en el Museo 2´ (2009) y `Noche Loca´ (Date Night, 2010), empezaba a demostrar unas maneras de artesano bastante estimables—, y el tener un planteamiento chorra como combates de boxeo entre robots —las comparaciones con la saga de Michael Bay no se hicieron esperar—.
Pero finalmente, como suponía, la cosa no ha sido para tanto, siendo el resultado no mejor ni peor de lo esperado, sino más o menos exactamente lo que cabía esperar. `Acero Puro´ es un entretenimiento familiar efectivo, competentemente realizado y con mayor grado de emotividad que la industrial y ruidosa saga `Transformers´ (2007-2011) —por cierto, el incansable Bay ya amenaza con una cuarta y una quinta—. Una vez más este año, se recupera el espíritu de cierto ese tipo de producción juvenil de los años ochenta —no es extraño ver a Steven Spielberg entre los productores—, además de cierto aroma a películas Disney y aventuras infantiles en general —en algún momento recuerda a esa joya animada titulada `El Gigante de Hierro´ (The Iron Giant, Brad Bird, 1999)—. O sea, un tipo de cine en el que se vuelve a dar prioridad a los sentimientos y no sólo a los fuegos artificiales, siendo el viaje físico —los combates de boxeo— tan importante como el viaje emocional —la reconciliación padre e hijo, la redención del viejo ex-boxeador acabado…—.

viernes, 9 de diciembre de 2011

`In Time´, entretenida caricatura social


“Nadie debería de ser inmortal si para ello otros deben morir.”
-Will Salas (Justin Timberlake)
Ya lo decía cuando hablé de la pasable `Cowboys & Aliens´ (id, Jon Favreau, 2011): hay muchas películas que parten de un punto de partida ingenioso, original o llamativo, pero la gran mayoría de las veces el interés de la cosa se queda ahí, sus artífices no saben desarrollarlo y explotarlo como es debido, dando la sensación de que la cosa se queda en muchísimo menos de lo que podría y debería haber sido. Parecía que `In Time´ (id, 2011), la nueva película del siempre interesante director y guionista Andrew Niccol —realizador de la estupenda `Gattaca´ (id, 1997) y la notable `El Señor de la Guerra´ (Lord of War, 2005), y escritor `El Show de Truman´ (The Truman Show, Peter Weir, 1998) y `La Terminal´ (The Terminal, Steven Spielberg, 2004)—, iría más o menos en el mismo camino, construyendo un muy típico entretenimiento alrededor de una sola llamativa idea: el que el tiempo sea la moneda de cambio en una sociedad futurista cercana a la nuestra.
Pero contra todo pronóstico lo que más gratamente sorprende de `In Time´ es que esta idea, en lugar de reducirse a un curioso planteamiento explorado luego sin imaginación, está bastante bien desarrollada y da el suficiente juego a lo largo de toda la película, una caricatura social llena de metáforas y una mirada un tanto crítica al mundo en el que vivimos. No sorprende esto en Niccol, que siempre ha tenido una esa cierta mirada de reproche para con la sociedad en todas sus películas y sus guiones, ya sea criticando el mundo de la telebasura —`El Show de Truman´—, la búsqueda malsana de la perfección genética —`Gattaca´— o algo mucho más básico como el tráfico de armas —`El Señor de la Guerra´—, que se basa en el beneficio personal a costa del sufrimiento de otros muchos. Ese mismo tema toca `In Time´, sólo que desde una perspectiva de ciencia-ficción tipo `Gattaca´, y con un claro envoltorio de cine de entretenimiento del que Niccol no había hecho gala hasta ahora.

jueves, 8 de diciembre de 2011

`El Gato con Botas´, frívolo divertimento


“¡Temedme si osáis!”
-Gato (Antonio Banderas)
Como ya he comentado en bastantes de mis críticas y es que eso de repetirme más que al ajo y subrayar excesivamente mis ideas es uno de mis defectos más marcados, se siente la factoría Dreamworks se ha especializado siempre en desarrollar mejores chistes y gags, además de centrar sus películas en espectaculares y excesivas persecuciones y golpes de efecto, que en elaborar historias realmente emocionantes capaces de cautivar, emocionar y robarle a uno el corazón. Las excepciones existen, y son increíblemente loables, como la notable `Cómo Entrenar a Tu Dragón´ (How Train Your Dragon, Dean DeBlois, Chris Sanders, 2010), y podría decirse que `Kung-Fu Panda 2´ (Jennifer Yuh, 2011) también intentaba ir por el mismo camino aunque se quedara a medias, mientras que sagas como `Shrek´ (2001-2010) y `Madagascar´ (2005-2012) empezaron bien pero han ido perdiendo fuelle a medida que se han ido explotando sin criterio lo digo sobre todo por la del ogro.
`El Gato con Botas´ (Puss in Boots, Chris Miller, 2011) vendría a seguir con la explotación del famoso universo del ogro verde que dejaron ya completamente seco en la poco imaginativa cuarta entrega—, en principio tomando como único elemento el carismático y entrañable personaje al que presta voz y cierta personalidadAntonio Banderas, y que venía a ser un chiste que otorgaba al personaje de fábula el Gato con botas el aspecto hispánico y heroico del zorro. En un primer momento tomar a este personaje para construir una historia basada en su propio universo no era una idea del todo desdeñable, pues era de los mejores hallazgos de la saga `Shrek´ aunque irónicamente no aparecía en la primera y mejor entrega—, con una mitología mucho más propia rica a explotar de la que hubiera tenido, por ejemplo, el no obstante divertido personaje de Asno por separado aunque tampoco es descabellado que acaben dedicándole una película un año de estos.

martes, 6 de diciembre de 2011

Mis 10 películas de vampiros favoritas



Con la excusa del reciente estreno de la para mí mediocre `La Saga Crepúsculo: Amanecer, Parte 1´ (The Twilight Saga: Breaking Dawn, Part 1, 2011), franquicia que junto a la teleserie `True Blood´ (Sangre Fresca, Alan Ball, 2008) ha vuelto a poner de moda a los chupasangre, me ha parecido apropiado realizar un repaso a las que bajo mi opinión son las películas más importantes y significativas de este género, las que mejor lo han trasformado y adaptado conforme avanzaban los tiempos. Algo que no creo que pueda decirse precisamente de la mentada saga, que hace una interpretación muy libre de la mitología del vampiro simplemente adaptándolo a los estándares y gustos juveniles actuales. Así, los vampiros ya dejan de ser tétricos seres de la oscuridad para convertirse en bellas criaturas que brillan al sol, visten como supermodelos, viven en casas de último diseño y conducen coches caros. O sea, algo así como una versión pálida de los Jonas Brothers.
Creo que hay muchas, muchísimas películas que han explorado mejor la fascinante naturaleza de estas criaturas, ya sea desde una perspectiva juvenil como adulta, gamberra o seria, cómica o romántica. Hay para todos los gustos. Pero manteniendo siempre ciertas propiedades que son las que dan riqueza y sentido a estas historias. Allá van, sin más dilación, mis diez favoritas:

lunes, 5 de diciembre de 2011

`Un Dios Salvaje´, la naturaleza del ser humano al descubierto


“Yo no estoy hecho para estas mierdas sensibleras, ¡soy un irascible hijo de perra!”
-Michael Longstreet (John C. Reilly)
El mismo fin de semana en el que llegaba a nuestras pantallas la aburrida `La Saga Crepúsculo: Amanecer, Parte 1´ (The Twilight Saga: Breaking Dawn, Part 1, 2011), también lo hacia `Un Dios Salvaje´ (Carnage, Roman Polanski, 2011), el último trabajo del reputado realizador Roman Polanski tras su polémica liberación, que encima venía encabezado por un espectacular reparto —de hecho, prácticamente el único reparto— compuesto por Jodie Foster, Kate Winslet, John C. Reilly y uno de los mayores descubrimientos de los últimos años, Christoph Waltz —ganador del Oscar al mejor secundario por su fascinante villano en la magistral `Malditos Bastardos´ (Inglorious Basterds, Quentin Tarantino, 2008)—. Este estreno se produjo de una manera minoritaria, sin apenas publicidad y con muy pocas copias, evidentemente fuera del alcance del revuelo montado por la última entrega de la famosa saga vampírica.
Y no deja de ser una cierta lástima, a pesar de que evidentemente no van dirigidas al mismo tipo de público ni tampoco es un producto diseñado para reventar taquillas, que la llegada de una película de estas características, dirigida por uno de los mejores directores vivos — quien me lleve la contraria es que no ha visto `Chinatown´ (id, 1974) o `La Semilla del Diablo´ (Rosemary´s Baby, 1968)—, y protagonizada por algunos de los más talentosos y reputados actores de Hollywood, se haya visto tan injustamente eclipsada y ninguneada. Para mí se trataba sin lugar a dudas de uno de los estrenos más potentes del año, aunque suene exagerado. Y es que me interesaba mucho averiguar qué podía sacar un Polanski de aparentemente renovadas energías —`El Escritor´ (The Ghost Writer, 2010) me pareció un thriller político magistral, de lo mejor del año pasado— de una historia tan llamativa y nimia, basada en la prestigiosa obra de teatro escrita por Yasmina Reza —co-escritora del guión junto al propio Polanski— que se centra en la reunión de dos matrimonios tras una pelea entre sus hijos.

domingo, 4 de diciembre de 2011

`La Saga Crepúsculo: Amanecer, Parte 1´, aburrido entretenimiento con un potente desenlace


“No voy a matarte, sería demasiado fácil para ti. Te mereces vivir con lo que has hecho.”
-Jacob (Taylor Lautner)
Supongo que no es demasiado ético atacar una saga por el tipo de público al que va dirigida, por más que sea un tanto risible ver las colas llenas de adolescentes eufóricas y todas esas histéricas reacciones que se dan en las salas de cine en las que se proyecta `La Saga Crepúsculo: Amanecer, Parte 1´ (The Twilight Saga: Breaking Dawn, Part 1, 2011), penúltima entrega de la exitosa franquicia —el último libro ha sido dividido en dos, por eso de explotar al máximo la gallina de los huevos de oro—. Y es que si bien todo esto convierte el ir a ver una de estas películas en un proceso un tanto bochornoso, bien es cierto que otras sagas que gozan de mí simpatía —como `Harry Potter´ y `ESDLA´ (TLOTR)— también tienen fanáticos seguidores con comportamientos no menos irracionales y censurables. No, el verdadero problema es cuando la productora es bien consciente del poder adictivo que tienen  sobre sus seguidores, y se dedican sencillamente a darles lo que piden sin currárselo un poquitín, sin esforzarse por contar una buena historia.
En ese sentido, no dice mucho del respeto que siente la productora Summit Entertainment por su público el que hayan estrenado un producto tan vago y poco eficiente, cuando estamos hablando de una franquicia que ha recaudado millones alrededor del mundo y que no está precisamente falta de medios y presupuesto —al menos en ese sentido la cutre primera entrega tenía la excusa de estar hecha con cuatro duros—. La elección de un director aparentemente con el suficiente criterio como Bill Condonrealizador de `Kinsey´ (id, 2004) y `Dioses y Hombres´ (Gods and Monsters, 1998)—, así como implicados de talento como Guillermo Navarro o Carter Burwell —recuperando su puesto en la saga tras los aportes de Alexandre Desplat y Howard Shore—, parecían razones suficientes para confiar en que esta cuarta entrega de esta saga que había ido yendo a mejor —poco a poco— cumpliera con unos mínimos en lo que a espectáculo juvenil se refiere, y me refiero para con cualquier tipo de espectador, no sólo fans fervientes de la obra de Stephenie Meyer o enamoradas del atractivo de los protagonistas. Y he ahí el problema clave de `Amanecer, Parte 1´: que es una lujosa superproducción increíblemente aburrida, torpe y light.

sábado, 3 de diciembre de 2011

`La Gran Aventura de Winter el Delfín´, blandita historia de amistad y superación


“Nadie en su sano juicio lo intentaría… Afortunadamente yo no lo estoy.”
-Dr. Cameron McCarthy (Morgan Freeman)
No vienen mal de vez en cuando, estando como estamos viviendo unos tiempos tan amargos y cínicos, ver películas que nos den una perspectiva más alegre y optimista de la vida, enseñarnos que al fin y al cabo no todo es una mierda, que hay cosas buenas y gente buena, y que a veces suceden cosas extraordinarias y admirables. Claro que esto tiene un peligro, y es que, quizá precisamente porque tenemos una perspectiva tan atrofiada y pesimista, estas historias suelen ser más difíciles de tragar o directamente corren el peligro de resultar intragables en gran medida. A pesar de ello todavía hay directores que consiguen hacer creíble y emocionante esa mirada inocente del mundo como J.J. Abrams con su impresionante `Super 8´ (id, 2011), mientras que luego tenemos relatos más blanditos como el que nos ocupa, que no logra más que ser un pasable pasatiempos para toda la familia. Lo cual tampoco es algo despreciable.
`La Gran Aventura de Winter el Delfín´ engañosa traducción de `Dolphin Tale´ (Charles Martin Smith, 2011), pues aquí aventura hay más bien poca nos sumerge, nunca mejor dicho, en una típica historia de amistad y superación basada en un hecho real algo que no basta para dotar de verosimilitud a una película, pues hay que hacer creíble la ficción, sobre un chico que encuentra un delfín herido en la costa y se queda guardándolo hasta que se lo llevan los encargados de un refugio de animales marinos. Ahí se hubiera quedado la cosa, pero entre el chico y el delfín se crea un extraño vínculo, que lleva al muchacho a visitar el refugio para ver cómo progresa el herido, siendo la presencia del muchacho lo único que parece motivar al animal.

viernes, 2 de diciembre de 2011

`Melancolía´, el sueño del fin del mundo


“La tierra es malvada. Nadie debería de llorar porque desapareciera.”
-Justine (Kristen Dunst)
Es difícil saber qué pasaba por la mente del siempre excéntrico Lars von Trier —uno de los autores de estilo extravagante más populares junto a David Cronenberg y Michael Haneke— para realizar esos polémicos comentarios en los que afirmaba que “entendía a Hitler”, y por los cuales ha sido vetado de por vida del prestigioso festival de Cannes, donde su cine siempre ha sido especialmente bien recibido. `Melancolía´ (Melancholia, 2011) no ha sido una excepción, por mucho que la polémica suscitada por Von Trier enturbiara considerablemente la imagen de la película en sí. Conste que no estoy de acuerdo con ese tipo de prensa sensacionalista que seguramente exageró la importancia de un comentario superficial, una broma sin importancia fruto de un tipo de humor muy raro —bastantes auténticos nazis hay en la vida real para iniciar una caza de brujas contra un mero bufón—, pero dice mucho del gusto de Von Trier por hacerse notar y escandalizar al personal.
Lástima que al parecer al reputado director la fuerza se le vaya por la boca, o al menos esa es la sensación que me da al ver su último trabajo, del que sinceramente esperaba bastante más. No es que sea gran fanático de su cine, pero no tengo ningún problema en reconocer que me quedé completamente fascinado con `Dogville´ (id, 2003), una película no simplemente provocativa o superficialmente atractiva, sino uno de los análisis de la hipocresía social más aterradores, sucios y fascinantes que se han hecho nunca. Sencillamente una obra maestra. Por eso, tampoco me cuesta nada ver que algo ha cambiado en el cine de Von Trier a partir de su anterior film, la infumable `Anticristo´ (Antichrist, 2009), película visualmente enigmática con un par de escenas bastante fuertes —por no decir enfermizas—, pero que a cualquier nivel de “historia” —en el caso de que la tenga— es una tomadura de pelo de las grandes.

lunes, 31 de octubre de 2011

`Criadas y Señoras (The Help)´, eficacia sin riesgos


“A veces el coraje se salta una generación. Gracias por volver a traerlo de vuelta a nuestra familia.”
-Charlotte (Allison Janney)
`Criadas y Señoras´ (The Help, Tate Taylor, 2011) se nos ha vendido desde su inesperado y bastante sonoro éxito de taquilla en estados unidos como la “sleeper” del año, esto es: esa película de la que nadie se esperaba absolutamente nada pero que acaba dando la campanada, consiguiendo un éxito de público y crítica mucho mayor de lo que parecía pretender, y siendo además una de las favoritas para conseguir gran representación en las futuras ceremonias de premios. Personalmente no se me hacía especialmente atrayente esta película, pero soy incapaz de decirle que no a una cinta protagonizada por dos de las actrices más atractivas de la actualidad, las pelirrojas Emma Stone y Bryce Dallas Howard —se da la casualidad de que la primera interpretará a Gwen Stacy en `The Amazing Spider-Man´ (id, Marc Webb, 2012), papel que ya interpretó la segunda en `Spider-Man 3´ (Sam Raimi, 2007)—. Por si fuera poco, Viola Davis, Octavia Spencer, Sissi Spacek y la omnipresente Jessica Chastain —irreconocible— completan el atractivo reparto.
Una vez vista, es fácil entender por qué la película ha tenido tanto éxito. Básicamente `Criadas y Señoras´ es una cinta “bonita”, melodramática pero bonachona, con un fondo muy bondadoso, que trata además sobre la necesidad de las ganas de superación y de luchar contra la injusticia, la discriminación social y el racismo. Es de ese tipo de película capaz de satisfacer a casi cualquier tipo de espectador, con un tema muy inspirador y conciliador, que le sirve al poco valiente director Tate Taylor para meterse en un jardín muy espinoso sin necesidad de ensuciarse demasiado, tratando estos problemas como algo lejano y ya ampliamente superado —cuando la realidad es que aún hoy hay racismo y discriminación, sólo que más disimulado y menos evidente, por tanto del doble de peligroso—. En ese sentido, la cinta peca muchísimo de su inofensivo estilo, un poco ácida en algunos momentos —el gag de la tarta— pero evidentemente poco dañina, sin ganas de levantar demasiadas ampollas, falta de garra o de mayor honestidad para con la problemática que trata.

sábado, 29 de octubre de 2011

`Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio´, pura aventura


Tintín (Jamie Bell): “¿Qué tal su sed de aventuras?”
Capitán Haddock (Andy Serkis): “Es insaciable...”
Me declaro un confeso desconocedor de los tebeos de Tintín y de la obra de Hergé en general, pero para mí esta cinta suponía una cita cinematográfica indispensable por llevar los nombres de dos creadores muy diferentes entre sí pero grandes directores igualmente: Steven Spielberg uno de los mejores narradores de la actualidad y de la historia del cine y Peter Jackson al que debemos una de las mejores trilogías del cine y uno de los últimos productos revienta taquillas de gran calidad. El que estos dos hombres se sintieran interesados por Tintín, un periodista adicto a resolver misterios acompañado por su perro Milú, bastaba para que yo mismo me sintiese interesado, y aunque el escepticismo había hecho presa de mí no pocas veces al ver los primeros trailers y recepciones críticas, lo cierto es que me senté a verla con cierta excitación, que fue bien aprovechada en los 107 minutos de aventura en estado puro que le siguieron.
Porque `Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio´ es una película elaborada a modo de complejísima y sofisticada montaña rusa que no da tregua, no deja tiempo para aburrirse y no para de divertir, entretener y emocionar. O sea: cine de entretenimiento con todas las letras, pero en el buen sentido de la palabra, pues a menudo y hoy en día más que nunca tendemos a menospreciar nosotros mismos la palabra “entretenimiento”, catalogando normalmente así aquellas películas que tienen muchos efectos y que cumplen sin más. Pero precisamente Spielberg y Jackson son dos directores que entienden y respetan verdaderamente el significado de esa palabra, y por eso entendemos la complicación y esfuerzo que les habrá llevado construir esta pequeña joya que, apoyada en las nuevas tecnologías, es capaz de ser una aventura a la vieja usanza, en la que sin haber leído siquiera un cómic de Tintín en la vida casi se siente cómo páginas de tebeo que cobran vida, se respira ese tipo de aventura ingenua, despreocupada y nostálgica, que tiene mucho que ver con la famosa saga del arqueólogo dirigida por el propio Spielberg.

sábado, 22 de octubre de 2011

`La Cosa (The Thing)´, la imperfecta replica de una obra maestra


“No todos somos humanos…”
-Kate Lloyd (Mary Elizabeth Winstead)
Es curioso que a pesar de que el cine de John Carpenter no haya sido nunca especialmente exitoso y que este hombre se haya movido la gran mayor parte de su carrera entre presupuestos ínfimos y tipo de producción serie B aunque en muchas de sus obras hay más inteligencia y mejor cine que en la mayoría de serie A—, a Hollywood le esté pareciendo un buen negocio actualizar algunas de sus películas más famosas, como ha sido el caso de remakes como la efectiva `Asalto al Distrito 13´ (Asault to Precint 13, Jean-François Richet, 2005), la desastrosa `Terror en la Niebla´ (The Fog, Rupert Wainwright, 2005) y la entretenida `Halloween, el Origen´ (Halloween, Rob Zombie, 2007). Ahora le ha tocado el turno a este mitad remake mitad precuela de la mítica `La Cosa´ (The Thing, John Carpenter, 1982), que nos llega en esta época tan cercana a Halloween como una inquietante oferta para ir al cine una fría noche y pasar —con suerte— un poco de miedo.
Personalmente, creo que no deja de ser irónico que estos mismos proyectos se estén levantando en la misma época en la que Carpenter es casi un apestado en Hollywood, al que casi ni se le da el presupuesto necesario para sacar adelantes proyectos más interesantes que la apagada `Encerrada´ (The Ward, 2010) —espero que como mínimo le paguen algo por explotar así sus obras y engrosar un poco su cuenta—. Mientras, Universal Pictures ha puesto al parecer un bastante generoso presupuesto en manos del debutante de nombre impronunciable Mathijs Van Heijningen Jr., que se ha visto al mando de la difícil tarea de reconstruir el universo de una de las películas de ciencia-ficción y terror más famosas de la historia del cine, amén de una de las criaturas más memorables —y no será la última vez que veremos un proyecto similar, pues el mismo Ridley Scott estrenará próximamente la precuela de su obra maestra, `Alien, el octavo pasajero´ (id, 1979), de nombre `Prometheus´ (id, 2012)—.

sábado, 15 de octubre de 2011

`Contagio´, ¡sálvese quien pueda!


“Nos descifra más rápido que nosotros a él…”
-Dr. Ellis Cheever (Laurence Fishburne)
Parece ser que Steven Soderbergh ha hecho todos los esfuerzos habidos y por haber para ganarse el título de director inclasificable, que se desenvuelve con igual soltura por cine comercial `Ocean´s Eleven´ (id, 2001)como el de autor `Traffic´ (id, 2000), la que personalmente considero su mejor película, llegando a estrenar un mismo año dos cintas tan dispares como una peculiar comedia —`¡El Soplón!´ (The Informant, 2009)— y un extrañísimo drama `The Girlfriend Experience´ (id, 2009). Y aunque en general este es un aspecto que me gusta de él, que convierte su cine en algo llamativo y difícil de definir, en lo personal no puede desprenderme de la molesta sensación que los resultados nunca son tan positivos como las intenciones, y que en general el cine de Soderbergh queda por debajo de lo esperable en un director de su bagaje y sus evidentes conocimientos fílmicos, como demuestran ejercicios estériles como `El Buen Alemán´ (The Good, German, 2006), o el decepcionante díptico sobre la figura del Che `El Argentino´ (Che: The Argentine, 2008) no estaba mal, pero `Guerrilla´ (id, 2008) fue un bluf total.
Al parecer no debo de ser el único que tiene pegas en este aspecto con el cine de Sodenbergh (que como aficionado al séptimo arte siempre me ha parecido al menos interesante en muchos aspectos, aunque no termine de amistarme con su cine), y de hecho el director harto de tanta incomprensión anunció hace un par de meses su retirada del cine en cuanto terminara con los proyectos que tenía entre manos (que por cierto no son pocos). Una lástima en mi opinión, porque si bien Sodenbergh no me emociona especialmente me parece un director capaz de cosas muy interesantes (otras infumables como `Solaris´, también es verdad), y buena muestra de ello es sin ir más lejos esta última película que ha dejado en nuestras carteleras, un film a medio camino entre lo minoritario y lo comercial, con grandes estrellas (reparto espectacular) pero sin efectos especiales ni efectismos, en el que Sodenbergh demuestra que es capaz de lo mejor.

domingo, 9 de octubre de 2011

`Crazy, Stupid, Love´, una comedia romántica con alma


“No debí saltar de ese coche. Debí luchar por ti.”
-Cal (Steve Carell)
Es agradable que, por mucho que se hagan decenas, cientos de comedias románticas al año que repitan los mismos esquemas sin variar lo más mínimo, tirando de la fórmula de éxito fácil (no cuestan demasiado y suelen recaudar bastante) y desaprovechando completamente a actores conocidos que sirven como reclamo cara a la taquilla; que por lo menos haya una, al menos una, que sin ser necesariamente original ni pretender romper ningún esquema consiga dibujarte una sonrisa cómplice durante todo el metraje, implicarte en la historia de unos personajes que te importan y satisfacerte como espectador sin necesidad hacerte replantearte tu vida (o igual sí…). Así es como deberían de ser las películas, al menos como mínimo, y he aquí un producto sin duda mucho más honesto que la mayoría, que ofrece todo lo que no conseguía `Con Derecho a Roce´ (Friend With Benefits, Will Gluck, 2011), película con la que compartía cartelera.
No es de extrañar ver a la pareja de directores Glenn Ficarra y John Requa como los principales nombres detrás del proyecto, y aunque la película no tenga un toque tan políticamente incorrecto como la atípica e hilarante `Phillip Morris, ¡Te Quiero!´ (I Love You Phillip Morris, 2009) ni destile la mala leche de su guión para `Bad Santa´ (id, Terry Zwigoff, 2003)probablemente porque en esta ocasión los directores se dedican exclusivamente a la dirección basándose en un libreto escrito por Dan Fogelman saben dar a esta en el fondo conservadora comedia romántica algo de lo que justamente suelen carecer este tipo de películas: personalidad. `Crazy, Stupid, Love´ es una película que se siente auténtica, sin artificios, ya sea cuando tira por la acidez y las adecuadas dosis de comedia como cuando se pone más dramática e incluso abiertamente romántica: la conversación de Cal (Steve Carell) con su mujer mientras esperan para hablar con la tutora de su hijo, la noche en la que el vividor interpretado por Ryan Gosling conecta por primera vez en su vida con alguien, o el algo más tópico discurso final.

sábado, 8 de octubre de 2011

`Intruders´, temores infantiles



“Los monstruos son cobardes, si les plantas cara huyen.”
-John Farrow (Clive Owen)
El estreno de `Intruders´ (id, 2011) se ha rodeado de cierta expectación por dos motivos: uno, el ser una oferta española radicalmente opuesta en temática y en forma a lo que se suele hacer normalmente en nuestro país (en otras palabras, que parece americana) y el estar protagonizada por una estrella del calibre del carismático Clive Owen (cuyo mejor papel sigue siendo y parece que siempre será el triste Theo en la magistral `Hijos de los Hombres´). Esa expectación y el notable éxito en taquilla han sido contrastados con una recepción un tanto fría por parte del público y unas críticas ciertamente mediocres, que parecen haber empañado parcialmente el tercer largometraje del prometedor Juan Carlos Fresnadillo (`Intacto´, `28 Semanas Después´). No estoy para nada de acuerdo con estas reacciones y, pese a sus defectos, `Intruders´ no me parece para nada un tropiezo del director español, sino un aporte muy interesante.
Incluso diría que ahora estoy más interesado por la carrera de Fresnadillo, porque he visto que es narrativamente capaz de mucho más de lo que había demostrado en la entretenida `28 Semanas Después´ (buena película, pero inferior a la original de Danny Boyle). No es que esta sea tampoco una gran película ni mucho menos, pues creo que el guión no está en muchos momentos a la altura de las circunstancias y depende de demasiadas trampas para justificar su final sorpresa, que no termina de dar totalmente sentido a la historia, en general muy cogida por los pelos. Ahí está el mayor y el único verdadero defecto de la película: que no es más que un artificio construido sobre unos cimientos no demasiado sólidos. Pero no por ello hay que dejar de valorar la construcción en sí, que convierten a la película en algo lo suficientemente interesante, una correcta y efectiva cinta sobre miedos infantiles, temores nocturnos y la figura amorfa del hombre del saco.

lunes, 3 de octubre de 2011

`El Arte de Pasar de Todo´, ser joven y estar perdido



George (Freddie Highmore): “Traidora, sádica y maldita zorra…”
Sally (Emma Roberts): “Yo también te quiero.”
Creo que sería muy fácil menospreciar y atacar una película como `El Arte de Pasar de Todo´ (The Art of Getting By, Gavin Wiesen, 2011), una de esas cintas de toque independiente que en realidad no difieren mucho de otro tipo de comedias románticas adolescentes que nos vienen de los Estados Unidos. Pero la verdad es que después de haber asistido a su agradable visionado no encuentro razones de peso para hacerlo, como tampoco entiendo el que hay tenido una distribución tan pobre (al menos en mi territorio), y que haya pasado sin pena ni gloria. Vale que no pueda compararse en calidad a otras películas producidas por el mismo estudio (la estupenda `(500) Días Juntos´ y la simpática `Juno´), pero el debutante Gavin Wiesen dirige una película que se siente en todo momento honesta y sincera mientras que trata con problemas y sentimientos con los que son muy fáciles caer en la manipulación o exageración.
Y es que teniendo en cuenta el tipo de películas de este tipo (calculo que se hacen unas cien al año), protagonizadas por jóvenes estrellas que se enamoran, se dicen cuánto se quieren, surge algún tipo de problema o confusión, se soluciona y bla, bla, bla… `El Arte de Pasar de Todo´ es una pequeña joyita, cuya falta total y absoluta de pretensiones o ambición alguna es seguramente su mejor baza. Es sin duda una película pequeña, orgullosa además de serlo, y que quizá por ello ha estado condenada desde un primer momento a ser ignorada o no hacerse notar… como el mismo protagonista (un crecidito Freddie Highmore, ese chaval que lo hacía estupendamente en `Descubriendo Nunca Jamás´ y `Charlie y la Fábrica de Chocolate´), solitario y encerrado en su propio mundo, sin nada que decir y nadie que quiera escucharlo, hasta que entra en escena la llamativa Sally (Emma Roberts, simplemente pasable).

domingo, 2 de octubre de 2011

`Los Tres Mosqueteros 3D´, chapucera aventura


“Lucha por amor D'artagnan, Francia se defenderá sola.”
-Athos (Matthew Macfadyen)
Cuando se anunció que Paul W.S. Anderson llevaría a la gran pantalla su propia versión en 3D de `Los Tres Mosqueteros´ (The Three Musketeers), la inmortal novela de Alejandro Dumas, muchos nos llevamos las manos a la cabeza. Y con toda la razón del mundo. Recordemos que el director, responsable de lindezas como `Alien vs. Depredador´ (Alien vs Predator, 2004) y `Death Race´ (id, 2008), ya nos había dejado muestras de su sentido del espectáculo en versión 3D con la cuarta nefasta entrega de la franquicia que el mismo inició, `Residel Evil: Ultratumba´ (Resident Evil: Afterlife, 2010), dando como resultado una película ridícula y aburrida, la peor de toda la saga y una de las peores del año pasado. No parecería pues, que su incursión en el cine de aventuras clásico de la mano de las nuevas tecnologías fuera a dar mejores resultados, por mucho que el material del que partiera fuera harto mejor que los guiones que suele sacarse él mismo de la manga.

Además, soy de los que opinan que el 3D no favorece nada al cine de época (ya lo dije en mi crítica de `Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas´), pues a diferencia del de ciencia ficción o animación (en el que hace que los efectos digitales adquieran volumen dotándolo de mayor veracidad), lo que consigue es que todo se note más falso e irreal, es más difícil creerse la época ficticia en la que se desarrolla. Pero Anderson, gran admirador de este formato (se dice que le compró las cámaras al mismísimo James Cameron), argumentaba todo lo contrario: que se le podía sacar mucho partido al 3D en este tipo de películas y que lo iba a demostrar. Por mi parte, lo único que ha demostrado es que deberían de prohibirle dirigir, o al menos penalizarle por un par de años, por realizar semejante esperpento. Un producto torpe, absurdo e incluso cutre que es un insulto para la novela de Alejandro Dumas.