miércoles, 9 de junio de 2010

`Los Elegidos II´, soso regreso de los hermanos justicieros


“Dicen que la paz es el enemigo de la memoria.”

-El Duque / Noah MacManus
`Los Elegidos, The Boondock Saints II´ es la segunda parte de la película de 1999 que dividió a crítica y público (los primeros la destrozaron y los segundos la elogiaron), y que ha acabado convirtiéndose con el paso de los años en un film de culto. Voy a confesar (nunca mejor dicho) que fui de los que disfrutó como un enano con aquel film de personajes tan memorables y momentos tan conseguidos, que tanto me recuerda a las películas de Tarantino (sobre todo por lo inmoral de la historia y lo ocurrente de sus los diálogos). Cuando me enteré que habían hecho una segunda parte (nada menos que una década después) me sorprendió bastante y en cuanto tuve oportunidad me encaminé a verla con curiosidad. Cuan amarga fue mi decepción.
Sorprende ver que casi todo el equipo de la primera parte haya repetido en ésta. Tanto el director y guionista Troy Duffy (que en estos diez años no ha dirigido otra película), como los dos protagonistas, así como los actores más secundarios repitiendo en sus roles. La única gran pérdida con respecto a la primera parte ha sido Willem Dafoe y su “peculiar” personaje, el agente Paul Smecker. Lo malo es que Smecker era de lo mejor (yo diría lo mejor) de aquella película del 99, y su falta es un lastre que ya de por sí hiere a la película de muerte. Pero ese sólo es uno de sus tantos problemas.


`Los Elegidos II´ (que curiosamente ha sido estrenada directamente a DVD, lo cual nunca es buena señal) adolece de una falta de imaginación tremenda. Y eso es algo bastante serio si tenemos en cuenta que la primera parte era tan llamativa precisamente por lo original de la historia y, sobre todo, del modo en que estaba contada.
Es triste ver a los personajes a los que tanto cariño le había cogido uno repitiendo exactamente la misma jugada una década después (sólo que peor). Es como si se hubieran quedado anclados en el pasado y no supieran hacer nada nuevo, así que vuelven a hacer lo mismo amparándose en la nostalgia de los fans (bueno, George Lucas lleva décadas haciendo lo mismo y nadie le dice nada). Pero la única y triste verdad es que Duffy y compañía no tenían nada nuevo que contar (excepto todo lo referente al pasado del personaje de Billy Connolly, aunque en mi opinión la incógnita tenía mayor encanto) y `Los Elegidos II´ es una secuela completamente innecesaria (como la mayoría de secuelas, pero otras saben disimularlo mejor).


Todo lo bueno de la película ya estaba en el film original, pero mucho mejor, y contando con el efecto sorpresa. Eso se ve muy claro en los dos personajes que han escogido para sustituir dos de las “ausencias” del equipo de la primera parte: la agente Eunice Bloom, que se dedica a imitar descaradamente a Willem Dafoe (como si pudiera salir ganando con la comparación…) y el personaje mexicano que sustituye al italiano de la primera parte (de parecer el puto amo en su presentación pasa directamente a ser un payaso inútil a los pocos minutos, así de desdibujado está el personaje).
Las escenas de acción no son nada del otro mundo, simple repeticiones de lo ya visto en la primera parte. No me desagradó ninguna pero tampoco recuerdo ahora mismo nada que me llamase especialmente la atención. En lo referente al humor, muchos de los chistes se salen del tono de la película, son demasiado exagerados y sencillamente no logran divertir. En muchos momentos la película parece una parodia de sí misma (del film de 1999, mejor dicho). Eso no tendría por qué ser algo malo, pues la primera tampoco se tomaba demasiado en serio a sí misma, pero mientras que en ésta se hacía malabarismos entre el humor, la acción y la violencia a la perfección, aquí todo se nota bastante peor mezclado y eso provoca que nada surta el debido efecto.


Hay poco que salvar en esta `Los Elegidos 2´, pues como llevo diciendo toda la crítica, lo mejor ya estaba en el film original. Si cabe, la excusa de volver a encontrarse con tan carismáticos personajes (aunque sea en horas tan bajas) y algunos momentos aislados (curiosamente, relacionados con personajes desaparecidos): el momento en el que visitan la tumba de Rocco (bastante gracioso), el sueño que tienen con éste (tronchante su discurso sobre cómo son los hombres) y el impagable cameo final de Dafoe (hubiera tenido delito que no se produjera). Todo lo demás: prescindible.
Ah, sí, el tema final -`The Saints Are Coming´- tampoco está mal.


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