“Papá, has sido como un padre para mí.”-Ethan Tremblay
Tras una carrera no especialmente brillante (que incluye cosas como `Starsky y Hutch´ y `Escuela de Pringaos´), el director Todd Phillips sorprendió a propios y extraños con una de las mejores comedias gamberras y más desternillantes estrenada en años: `Resacón en las Vegas´ (The Hangover, 2009). El film de Phillips destacaba por su efectiva puesta en escena (algo generalmente muy descuidado en el cine cómico) y por su máximo realismo pese a la multitud de sucesos delirantes que plagaban la película. También es justo reconocer que el film (pese a partir de una premisa muy manida) contaba con un guión bastante inteligente que daba interés a la trama, así como con uno de los personajes más entrañables de los últimos años: el interpretado por el aquel entonces desconocido Zach Galifianakis.
Pues bien. No me cabe ninguna duda de que Phillips ha querido repetir exactamente la misma operación, intentando no perder la valiosa clave del éxito que convirtió a `Resacón en las Vegas´ en una de las cintas mejor valoradas y más taquilleras de su año. Así pues, se sigue apostando por la puesta en escena efectiva, por el tono realista, y se vuelve a contar con Galifianakis para un personaje prácticamente calcado al que ya interpretó. Por si fuera poco, como compañero de cartel le han puesto al que es sin duda uno de los actores del momento en Hollywood: el recientemente recuperado para el cine Robert Downey Jr. (que se toma un descansito de las sagas `Iron Man´ y `Sherlock Holmes´).
Dos hombres y medio, y un destino
Esta vez, en lugar de emplear esta fórmula en base a contarnos la desmadrada juerga de un grupo de colegas, Phillips se centra en otra trama muy común de la comedia: una mezcla a medio camino entre una road movie (película de viajes en carretera) y una buddy movie (película de compañeros, de la cual el cine nos ha dejado recientemente un horroroso ejemplo). Así, el film está construido sobre la idea de obligar a viajar juntos a dos personas completamente opuestas (y al perro de una de ellas) y basa todo su humor en los “tira y afloja” de estos dos personajes.
Para que algo tan básico como eso funcione se necesita algo más que la destreza de un buen director o el ingenio a la hora de plantear obstáculos del guionista (en este caso los guionistas: Alan R. Cohen y Alan Freedland). Para que una historia como esta funcione se necesita de una perfecta química entre estos dos personajes tan opuestos, así como una perfecta identificación por parte del espectador con ambos. Si `Salidos de Cuentas´ funciona, independientemente de sus defectos o sus aciertos, es porque la pareja de Downey Jr. y Galifianakis resulta una perfecta elección de casting y su compenetración da de por sí interés a toda la película.
El Peter Higman de Downey Jr. es un hombre enfermizamente obsesionado con el control, incluso en lo que respecta a su inminente paternidad (ver el modo en que selecciona los posibles nombres para el niño). En contraste, el Ethan Tremblay de Galifianakis es una especie de fuerza incontrolable de la naturaleza, que parece programado para hacer aquello que más te pueda irritar a cada momento, y que (como dice el propio Peter) parece increíble que haya sobrevivido hasta el momento. Estos dos caracteres son tópicos andantes de por sí (el trajeado y excesivamente formal, y el simpático descerebrado), nadie puede negarlo. Pero creo que es justo reconocer que funcionan bastante bien.
Es agradable ver a Downey Jr. interpretando un personaje opuesto a lo normal (pues suele ser él el pasota gamberrete), pero sin perder su indudable capacidad para la comedia. Y qué decir de Galifianakis, aparte de que está en su salsa. Si Peter nos pareciera demasiado estirado, o Ethan excesivamente desquiciante, su relación sencillamente ya no tendría tanto encanto. Pero no es así. Pese a no aguantarse entre ellos, ambos se ganan perfectamente la simpatía del espectador. Además su relación tiene cierto sentido, pues de ella Peter aprende finalmente que no puede controlarlo todo (el imprevisto sexo que tiene su criatura, echando a perder toda la lista de nombres), además de aprender a ser un padre comprensivo y paciente teniendo como perfecta practica a Ethan.
Phillips se muestra correcto narrando el viaje en coche a través del país de estos dos hombres (sin olvidarnos del chucho). Lamentablemente, y a pesar de intentar mantener las buenas formas de sus anterior film, `Salidos de Cuentas´ carece de la capacidad para sorprender que tenía `Resacón en las Vegas´. Así pues, uno disfruta con agrado todo el film, pero no acaba por los suelos de la risa como sí que ocurría con la otra. Además, el modo en que los dos compañeros de viaje empiezan a llevarse bien parece más una obligación impuesta por el guión que algo que surge con naturalidad. No obstante, no comparto eso de que la película se incline hacia lo sentimentaloide en su último tercio. En mi opinión, pese al inevitable cambio que se da en el personaje de Peter, la película mantiene muy bien su toque honesto y desenfadado.
Por todo esto considero `Salidos de Cuentas´ un film bastante estimable al que merece la pena darle una oportunidad. Cierto es que el guión tira demasiadas veces de cosas ya vistas, y que no ofrece tantos chistes y diálogos desternillantes como sería de desear (por si fuera poco los mejores los destripan en el tráiler). Pero la esforzada labor de Phillips, los dos actores protagonistas, la banda sonora (una selección musical muy acertada) y los divertidos cameos de actores conocidos (como Michelle Monaghan, Juliette Lewis y Jamie Foxx) redondean bastante este simpático film, que cumple perfectamente sus funciones de divertir y entretener. No, no llega al nivel de `Resacón en las Vegas´, pero le da diez mil vueltas a la mayoría de comedias que se estrenan al año.
PD: Zach Galifianakis fue noticia hace un par de semanas por fumarse un porro en medio de un programa de televisión americano, al hilo del debate del legalizar la marihuana, sustancia que da como origen una de las escenas más divertidas de este film.
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