“Quiero ser el padre de sus hijos adoptivos.”-Wallace
¿Conocéis ese tipo de páginas en internet que venden todo tipo de camisetas con imágenes y frases chorra? Ese tipo de camisetas que muchas veces hacen referencia a películas, videojuegos clásicos o a grupos de música; y que demuestran por parte del que se atreve a llevarlas o bien que tiene un sentido del humor muy desarrollado y se cree lo suficientemente superior para salir a la calle con eso, o bien que no le importa en absoluto no perder la virginidad hasta los treinta (o los treintaicinco si le apuras). Pues bien, con todo eso está íntimamente relacionada `Scott Pilgrim contra el Mundo´, una desvergonzada comedia friki que se presenta como una de las películas más frescas y ágiles de los últimos años.
El film ha sido dirigido por el británico Edgar Wright, no en vano uno de los mejores directores de comedia de la actualidad. Para saber de lo que hablo no hay más que ver `Arma Fatal´ o `Zombis Party´ (su mejor trabajo hasta la fecha). Ya en esas películas se notaba cierta tendencia por parte de Wright al cine alocado, referencial y desvergonzado; que había que ver sin ningún tipo de prejuicio para poder ser disfrutado plenamente. Pero a la hora de adaptar la serie de novelas graficas creada por Brien Lee O´Malley el director se ha soltado completamente la melena, dando como resultado algo que se podría calificar acertadamente tanto de excesivo como de brillante. Una genialidad o una locura.
Cine, rock, videojuego, comic y anime: todo en uno
La historia de `Scott Pilgrim contra el Mundo´ se centra evidentemente en un muchacho llamado Scott (Michael Cera). El tío es un holgazán, que lo único que hace es tocar con su grupo (los Sex BoBomb) y que vive en un cuchitril con su compañero de piso gay Wallace (Kieran Culkin). Pero un día Scott conoce a Ramona (Mary Elizabeth Winstead), la chica de sus sueños (literalmente) que parece inalcanzable para él. Pero inesperadamente ella también parece interesada en él, aunque surge un problema: si Scott quiere estar con ella deberá derrotar antes a los siete malvados ex-novios de la muchacha, cada uno más poderoso que el anterior (como si de un videojuego se tratase).
Evidentemente en el argumento no están precisamente los aciertos de este curiosísimo film, pues la historia podría describirse tanto de simple como directamente de idiota. Pero eso poco importa. Desde el mismo momento en que empieza hasta el segundo antes de terminar Wright inunda la pantalla de originalidad y destreza visual, no dando un segundo para que el espectador se tome un respiro si es que no quiere perderse nada. El film abusa deliberadamente de miles de elementos y estilos visuales (tanto cinematográficos como de los otros lenguajes ya mentados) en pos de conseguir una narración extravagante, de esas que no se olvidan.
Como referencias a operaciones similares habría que mentar cosas como `Speed Racer´ (con las que `Scott Pilgrim´ guarda no pocas similitudes visuales) o sin irnos tan lejos `Kick-Ass´ (otra de las frikadas del año). Pero la película de Wright aprovecha mucho mejor su estilo visual y funciona mucho mejor fílmicamente hablando que el film los Wachowski (que por otra parte es un trabajo bastante reivindicable), y lleva mucho más lejos su extravagancia que la estupenda película de Vaugh. Y es que `Scott Pilgrim´ mezcla el mundo del cine con la cultura del rock, los videojuegos (genial el juego con el pixelado), el comic maga y las series de televisión animadas (`Dragonball´ sería una de las referencias más evidentes), e increíblemente lo hace de forma satisfactoria.
No se puede negar que la película se desmadra a cada segundo, y que es en muchos sentidos un film descontrolado. Pero dentro de su desmadre hay un cierto funcionamiento, y existe también cierto control en su descontrol. No debemos olvidar que no es una película que se tome en serio a sí misma, pero tampoco se debe de menospreciar el trabajo de Wright por ello. Al fin y al cabo no debe de ser fácil rodar un film como `Scott Pilgrim contra el Mundo´. La verdad es que debe de ser difícil de cojones. Porque hay que hacer entendible y disfrutable el completo caos que propone. Suelo criticar miles de veces films que parecen más divertidos de hacer de lo que son verlos. Estamos ante un caso completamente opuesto.
Y es que no me quiero ni imaginar todas las coreografías, storyboards, y preparación previa que habrá hecho falta para hacer algo así. Estamos hablando de una película que entrelaza muchas veces escenas de una forma rápida y alocada (cada una de las cuales habrá llevado su correspondiente trabajo), compagina también miles de efectos visuales completamente diferentes como si nada (el cambio de formato, o los dibujos y diferentes escritos que plagan la pantalla) y tiene unas escenas de fung-fu y acción que (por muy chorras que sean) están perfectamente bien planificadas, rodadas y montadas. `Scott Pilgrim´ es una comedia, sí, pero funciona mucho mejor como peli de acción que la mayoría de cintas que tienen esa finalidad.
La película de Edgar Wright propone un tipo de juego muy concreto, y entrar en él es ya cuestión de la predisposición del espectador, y de lo afín que pueda ser a este particular universo. La única pega autentica que le veo es que, como toda película de narración extravagante (casos como `Speed Racer´, `Amelie´, `Sin City´ o `Traspoiting´), el film puede llegar a cansar una vez que el espectador ya se “acostumbra” a esa extravagancia. No creo que sea el caso, pues `Scott Pilgrim´ es una película rítmicamente y visualmente tan rápida que sus 112 pasan volando. Una cinta ágil, divertida, entretenida, original, extravagante, espectacular, desvergonzada y alocada. Puede que no una gran película, pero indudablemente un soplo de aire fresco.
PD: Por cierto, Michael Cera (`Supersalidos´, `Juno´) no lo hace nada mal. Casi había perdido la esperanza con él tras verle el año pasado junto a Jack Black en ese bodrio titulado `Año Uno´.
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