domingo, 11 de julio de 2010

`Shrek, Felices para Siempre´, y ya era hora


“¡Cómete todo menos mis orejas, y envíaselas a mi abuelita!”
-Asno
Ya comentaba en mi crítica de `Cómo Entrenar a tu Dragón´ que en la factoría de animación Dreamworks eran más propensos a hacer buenos chistes que a hacer buenas películas, y que eso los convertía en una especie de hermanitos pequeños poco talentosos de la factoría Pixar (por lo que comentan, `Toy Story 3´ es otra prueba viviente de la maestría de estos señores). Pero siempre existen excepciones, y en el caso de Dreamworks la excepción (aparte de la reciente película del dragón) es sin duda `Shrek´. Y es que la primera película de este ogro verde es una muestra de originalidad y buen espectáculo para niños (y no tan niños) que influyo en el cine de animación que vino después. La segunda parte fue entretenidísima (y supo añadir elementos de interés a la trama: como trasladar la acción a Muy, Muy Lejano o el carismático personaje de el gato con botas) además de volver a ser un perfecta fusión entre humor y emoción.
Lamentablemente no todos los cuentos tienen finales felices, y llegó la fatídica tercera entrega. No creo ser extremadamente duro al afirmar que `Shrek Tercero´ es un film bastante aburrido, sin una pizca de la originalidad de sus predecesoras (lo del intercambio de personalidades entre Asno y Gato: patético) y un espectáculo ridículo (no sé a quién se le ocurrió que poner al rubial Príncipe Encantador de villano, pero no fue una gran idea) con sólo un par de momentos verdaderamente graciosos (la interminable muerte de la rana, el nefasto bautizo del barco y un Merlín senil). Así las cosas, lo único que deseaba un servidor era que dejaran descansar en paz al ogro en su ciénaga, en la que había vivido momentos bastante mejores. Claro que en Hollywood, que no conocen el significado de la palabra “contención”, no estaban dispuestos a dejar descansar al monstruo verde que les hacía llenarse los bolsillos de verdes (¿muy rebuscado el juego de palabras?) y por eso lo han vuelto a traer a nuestras pantallas una vez más (ahora con la excusa del 3D).

Así pues, al comienzo de esta aventura volvemos a encontrarnos a Shrek padeciendo los rutinarios sufrimientos de la vida de casado y (ahora) de padre. La verdad es que la situación no es muy diferente a la que nos encontrábamos al inicio de `Shrek Tercero´, en la que el ogro sufría el día a día de la vida en palacio. Ahora el palacio es su estimada ciénaga, y el día a día es aguantar a sus hijos, los turistas y a sus propios amigos, que hacen que Shrek añore su vida en solitario, cuando era un ogro temido. Es ahí donde entra en juego Rumpelstiltskin, un timador de mucho cuidado que le ofrece a Shrek la posibilidad de vivir un día entero siendo un ogro como antaño a cambio de borrar un día de su vida. Shrek acepta la proposición sin saber que el día que borra el retorcido truhan es el de su nacimiento. Así pues, el ogro se halla inmerso en una realidad paralela de cómo sería el mundo si él nunca hubiera nacido, y deberá reparar lo que ha hecho antes de que el día llegue a su fin y él deje de existir para siempre.
La verdad es que la nueva trama que propone `Shrek, Felices para Siempre´ tiene poco de nueva. Shrek ya había tomado todas las decisiones que tenía que tomar en las anteriores entregas, y acabó casado, con hijos y “feliz”. Por tanto, esta nueva entrega no es más que una reiteración de lo ya visto. Shrek tiene que volver a tomar las mismas decisiones y volver a luchar por recuperar aquello que ya tenía, pero que perdió porque no supo valorarlo. Sinceramente, me parece una triste excusa para hacer una cuarta entrega, vendiendo exactamente la misma historia otra vez, pero ahora con ese argumento tan visto como el de la película de Fran Capra `Qué Bello es Vivir´ (1946) (por cierto, buena película, pero ingenua donde las haya), tantas veces imitado en otras películas y series.


Además, habiendo perdido la necesidad completista que parecía tener la tercera entrega (aunque no sé porqué, pues el final de la segunda a mí me parecía perfecto) `Shrek 4´ se nota completamente innecesaria y algo cansina, aunque para ser justos es bastante mejor que la tercera, por unas cuantas razones. Principalmente, porque al desarrollar esta nueva historia en un universo paralelo al de las anteriores, se tiene la oportunidad de jugar con los elementos ya expuestos de una manera algo más “novedosa”. La historia sigue siendo la misma, y la finalidad sigue siendo besar a la chica antes de que se termine el día, pero no deja de resultar divertido tener la oportunidad de ver al gato con botas obeso, a una Fiona especialmente guerrillera o a Asno suplicando por su vida y pasmado ante los intentos de Shrek de demostrarle que son viejos amigos. La verdad es que si algo se le puede echar en cara a la peli es que no aproveche más este elemento a su favor, y que no se nos muestren más situaciones divertidas o más personajes cambiados (el hombre de jengibre gladiador no tiene precio, así como su “cómico” final). Por ejemplo, si Shrek no hubiera nacido ¿no estarían Lord Farquaad, el Hada Madrina y el Príncipe Encantador por ahí vivitos y coleando?
Otro elemento a su favor es el villano creado para la ocasión: Rumpelstiltskin. No es un malo que imponga especialmente (tampoco lo era Lord Farquaad, y es el mejor de la saga), pero es un enano lo suficientemente retorcido como para resultar antipático (ver su discurso en la mesa a las brujas), y en general resulta un contrincante bastante más puñetero que el Príncipe encantador en la anterior (repito: no sé a quién demonios se le ocurrió ponerlo de villano). Este timador creado por los hermanos Grimm me parece uno de los principales aciertos del film y una buena razón para acercarse a ver la película.
En cuanto a la novedad del 3D en la saga, la verdad es que no considero que aporte demasiado. Me temo que el 3D se está convirtiendo en un arma publicitaría para atraer al público a las salas, cuando es en realidad una herramienta, y como toda herramienta puede utilizarse bien o mal. James Cameron la utilizó para hacer `Avatar´ más espectacular, allí tenía un propósito. Sin embargo no le veo ningún objetivo a el 3D en `Shrek, Felices para siempre´. La mitad de la película te olvidas de que la estás viendo en este formato, y tampoco resulta especialmente espectacular (y si no, comparadla con `Cómo Entrenar a tu Dragón´) e incluso alguna escena parece introducida demasiado a posta para “aprovecharlo” (me refiero a la huida de Shrek y asno del palacio en escoba, una escena que parece alargada y exagerada para que se noten las tres dimensiones).
Bueno, en líneas generales `Shrek Cuarto´ (¿no habría sido más coherente titularla así?) me parece un entretenimiento aceptable. Se ve sin demasiado esfuerzo (y sin aburrirse uno tanto como en la tercera), y te saca alguna que otra sonrisilla. Pero en general la saga se nota ya agotada (completamente exprimida por unos avaros, más bien) y se agradece que éste sea ya el último capítulo (esperemos, aunque ya se está preparando un spin-off de El Gato con Botas); porque ni la entrada a última hora al castillo parece ya tan emocionante, ni el beso de amor eterno parece ya tan mágico, ni los chistes tienen ya tanta gracia, ni la vuelta de tuerca a los famosos cuentos de la infancia parece ya tan ingeniosa. Y es que nada es para siempre, ni siquiera en los cuentos de hadas, y ya va siendo hora de decir al estimado ogro y a sus amigos adiós.

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