domingo, 18 de julio de 2010

M. Night Shyamalan: `Los Primeros Amigos´


“Josh, si hablas con Dios pídele un par de días extra para navidad”
-Dave
Bueno, vamos a ver si me pongo al día, pues lo que pretendía ser un modesto análisis a la obra de M. Night Shyamalan se está convirtiendo en un dolor de cabeza que ya estoy deseando acabar antes siquiera de haberlo comenzado. Empiezo con `Los Primeros Amigos´, pues como ya dije, es prácticamente imposible dar con alguna copia de `Prayer with Anger´(con esto quiero decir que no estaba para descargar ni en el emule ni en otros portales de descarga directa, tampoco es que haya realizado una búsqueda exhaustiva, para qué engañarnos), que es la primera película oficial de Shyamalan. Pero me hago una idea de cómo es ese film sólo con leer la sinopsis, un film indudablemente personal pero seguramente irregular, algo así como el que nos ocupa, que filmo cuatro años después de ese debut.
`Los Primeros Amigos´ (que es el mejor nombre que supieron ponerle a `Wide Awake´, que vendría a significar algo así como `Completamente Despierto´) fue el primer título comercial en la carrera de Night Shyamalan (lo cual no quiere decir que fuera su primer título de éxito). La película nos cuenta la historia de Josh, un joven muchacho que asiste a una escuela católica (como el propio Shyamalan hizo en su día, y no en vano el elemento religioso es algo que siempre tiene mucha fuerza en la mayoría de sus películas) y que acaba de perder a su abuelo, con el que mantenía una estrecha relación. El filme nos narra su personal búsqueda de las respuestas de la vida personificadas en esa entidad llamada Dios.


Una búsqueda particular...

La verdad es que no es difícil imaginarse que el muchacho que protagoniza la historia no sea más que un alter ego del propio Shyamalan. Al comienzo, Josh dice (voz en off): “Voy a un colegio católico para chicos. No os riais, por favor.” Eso es lo primero que pide Nigh al espectador, que no se ría de su historia, incluso diría que de sus creencias. Y eso es algo que yo no puedo más que respetar, pues Night intenta hablarnos de cosas serias, cosas que a él le preocupan de verdad (o le preocupaban cuando era un crio), y eso es algo realmente muy valiente. Otra cosa es el resultado final…
Josh es un muchacho despierto, ese tipo de chaval algo precoz que suelta cosas que suenan escalofriantes en un chico de su edad (al decirle un colega suyo que tiene un gusto nefasto para las chicas él le contesta que el sentirse atraído por ellas no es más que una reacción biológica). Es el tipo de muchacho que se cuestiona todo, y tiene sentido que Shyamalan lo escoja para contar su historia. Porque Josh cambia tras la muerte de su abuelo, y empieza a percibir el mundo de otra forma (al ir a una juguetería dice que donde antes veía algo mágico ahora sólo ve plástico) y es eso lo que le lleva a intentar buscar respuestas. Shyamalan nos narra la búsqueda del sentido de la vida, algo que ha mantenido ocupadas las mentes de grandes hombres durante miles de años, desde la perspectiva de un niño de once años.

Lo cierto es que el muchacho cae bastante bien, cosa más difícil de lo puede parecer, pues este tipo de caracteres infantiles corren el peligro de resultar repelentes en lugar de simpáticos. Pero el joven actor Joseph Cross (`Jack Frost´, y más tarde ha tenido papeles en `Banderas de Nuestros Padres´ y `Rastro Oculto´) interpreta a la perfección a Joshua Beal, tanto en los momentos dramáticos como en los cómicos. Esto es importante pues toda la historia gira en torno a sus dudas y preocupaciones, y para que éstas nos importen antes tiene que importarnos él. Claro que en ningún momento llegamos a sentir la compasión y la angustia que más tarde sentiríamos por Cole en `El Sexto Sentido´.
Tanto las motivaciones como algunos de los puntos de la búsqueda de Josh son bastante interesantes. Shyamalan es todavía un aficionado, y se nota. Pero aún así eso no le impide filmar un par de momentos de inusual fuerza. Dos de los recuerdos que tiene Joshua de su abuelo me parecen bastante logrados. El primero: en el que está en la iglesia acompañando a su abuelo, jugando, como cualquier niño que no se toma en serio el asunto, y se entera de que su abuelo está enfermo cuando el cura llama a comulgar a los que sufran de algún mal. El segundo: la charla que mantienen los dos en un paisaje nevado, que suena a despedida. Lamentablemente (y aunque estos dos flashbacks nos explican todo lo que necesitamos saber) el director incluye un tercer recuerdo que ya me parece excesivo (el de la carrera), además de algo ñoño (tampoco ayuda que el compositor Edmund Choi repita una y otra vez el mismo tema cada vez que pretende emocionar, y es que a Night le hacía mucha falta la música de Newton Howard…).


En cuanto a la búsqueda de Dios, pues no está carente de cierto humor e ironía. Hay momentos, como en los que la madre de Josh (que está alerta de las precoces preocupaciones de su hijo) le dice que intente divertirse al dejarlo en una fiesta de cumpleaños. “¿Por qué diría algo así? Yo sé divertirme”, piensa Josh. Y a la escena siguiente le vemos, en mitad de la fiesta, sentado en el suelo meditando como si de un monje se tratase (uno de sus intentos de comunicarse con entidades divinas). En ese tipo de momentos uno no puede retener una sonrisilla.
Hasta ahí asistimos a una comedia dulzona, con toques dramáticos y (en general) bastante bien llevada. Nada del otro mundo pero tampoco nada desdeñable. Los problemas vienen a la hora de las respuestas...

...que se torna en propaganda barata
Los padres de M. Night Shyamalan le criaron como hinduista, pero como ya hemos dicho asistió a un colegio católico. Todo ello parece haberle convertido en una persona bastante espiritual, y como tal tiene derecho a introducir sus ideas religiosas en sus películas, más si tenemos en cuenta que es un director para el cual el cine es una herramienta muy personal. Criticarle por hablar de Dios sería como criticar a Michael Bay por su idea del patriotismo (siempre presente en su cine), no tiene el menor sentido. Ahora bien, una cosa es montar una historia alrededor de una idea y otra bien distinta es intentar vender esa idea. Y precisamente el problema de `Los Primeros Amigos´ es que se nota demasiado didáctica, como si fuese una cara y cuidada película hecha para catequesis. Sinceramente, un servidor cree que Shyamalan está bastante por encima de eso.

Todos los aprendizajes de Joshua, que le llevan a entablar amistad (supongo que de ahí sacaron el estúpido título en castellano) con gente con la que en un principio no se llevaba nada bien (como el chico que se metía con él, o el pesado que nunca le deja tranquilo), no son más que moralina barata, que además poco tienen que ver con la pérdida de su abuelo y la historia principal. Simplemente están ahí para decir: Hay que ser bueno y compasivo con los demás. Vamos, como para regalar bolsas de vómito con la película…


Y seguramente lo peor es lo hipócrita de su final. Si Night quería contarnos que hay que encontrar a Dios en las pequeñas cosas (la redacción final de Joshua: “Pasé todo el año buscando algo y acabe viendo todo lo que me rodeaba. Es como si hubiese estado dormido y despertase.”), ¿por qué introduce una prueba divina tan evidente al final? Ya sé que es una película destinada al público juvenil, pero aún así no me parece coherente. De repente, todas las dudas y las preguntas que se ha hecho Josh a lo largo de la película carecen de sentido, dios existe y su abuelo está en el cielo. Punto. ¿Ya está? ¿Así de simple? Manda cojones...

Conclusiones
`Wide Awake´ no es (a pesar de sus claros mensajes propagandísticos) una película deleznable. Tiene sus aciertos y sus momentos. En muchos sentidos (para el ojo atento) Night ya apuntaba maneras en este trabajo. De hecho, muchas de las claves de su cine posterior están aquí: tratamiento realista con toques sobrenaturales, historia muy personal y emocional, incluso el final sorpresa (si es que se puede considerar así lo que se da en este film). Pero esta mezcla no funciona (ni de lejos) tan bien como lo haría luego.

También es verdad que faltaba añadir ese toque oscuro que tendrán todas sus películas a partir de esta, y obviamente, más adulto. Pero en general, exceptuando un par de cosas que sobresalen, `Los Primeros Amigos´ es una película bastante más irregular, ligera, convencional y evidente de lo que suelen ser (y han sido) los trabajos de este hombre. Nada que no se pueda achacar a fallos de primerizo. Y es que el genio no nace, se crea.

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