miércoles, 1 de septiembre de 2010

`Miedos 3D´, el regreso de Joe Dante



“No se puede vivir con miedo eternamente.”
-Susan
Así como `La Divina Comedia´ narra el tortuoso descenso de Dante Alighieri a los infiernos, habría que escribir otro libro para narrar el descenso a los infiernos (cinematográficos) de otro Dante, Joe Dante. Este hombre empezó dirigiendo films de terror de serie B, como esa entretenida reinterpretación de `Tiburón´ llamada `Piraña´ (1978) (de la que ahora Alexandre Aja ha rodado un remake) a la que siguió su famosa `Aullidos´ (1980) (que nunca me ha parecido nada del otro jueves, pues todo lo que ofrece lo tiene `Un Hombre Lobo Americano en Londres´ y bastante mejor). Luego se unió a Steven Spielberg y realizo un cruce de ese mismo cine de terror B junto con cierto tono de cine familiar (marca de la casa Spielberg). El resultado fue `Gremlins´ (1984), que para quien esto firma es la mejor película de este director (y que conoció una infantiloide y tonta secuela años después), realmente muy gamberra y divertida.
Los siguientes films de Dante optaron más por el cine familiar, dando como resultados películas entretenidísimas, pequeñas joyas de los ochenta que se quedaron grabadas en el recuerdo. Sirvan como ejemplo `Exploradores´ (1985) (película para y sobre jóvenes soñadores) y `El Chip Prodigioso´ (1987). Junto con Spielberg Dante había alcanzado la sobriedad y las claves del éxito, pero nada dura eternamente… `Gremlins 2´ (1990) fue una decepción, una bajada de pantalones con respecto a lo gamberra que era la primera entrega. Joe parecía haber perdido todo el buen pulso y el encanto de que había tenido en los 80. Algo mejoró con `Pequeños Guerreros´ (1998) (una ingeniosa crítica a los juguetes belicistas), para caer finalmente en lo más bajo con `Looney Tunes: de nuevo en acción´ (2003) (algo así como la segunda parte poco divertida de `Space Jam´), protagonizada por un Brendan Fraser que por aquella época también iba cuesta abajo y sin frenos.


Este fue el descenso de lo más alto a lo más bajo de Joe Dante, y desde aquel film llevaba años sin dirigir cine. Sólo rodó algunas mini películas de la serie `Master of Horrors´ (`El Ejército de los Muertos´ una de las mejores de la serie, por cierto, y una buena crítica a la guerra de Irak) y alguna cosa más para la televisión. Siete años después finalmente se ha puesto tras las cámaras, con una película con el ya reglamentario 3D, y la pregunta era obvia: ¿supondría este film el regreso del gran Joe Dante o sería sólo un clavo más en su ataúd (profesionalmente hablando)? La respuesta es: ni una cosa ni la otra. Por eso el titular es simplemente “el regreso de Joe Dante”, y no “el regreso del gran Joe Dante” ni “del peor Joe Dante”. `Miedos 3D´ (en el original: `The Hole 3D´) no está a la altura de clásicos como `Gremlins´ o `Exploradores´, pero tampoco se sitúa entre los peores films de su director, se queda todo en un termino medio, lo cual es una pena pero no una catástrofe.
`Miedos 3D´ evoca claramente al tipo de cine que rodaba Dante en los ochenta, por mucho que lo jóvenes que lo protagonizan vayan de modernos (hablo sobre todo en lo referente al protagonista). Nada más empezar tenemos la lista de tópicos: madre divorciada que se muda con sus dos hijos a su nueva casa, hijo rebelde, vecina guapa, hermanito pesado… y un misterio por resolver. Todo muy Spilberiano. Muy visto. Pero curiosamente, a pesar de que todo esto debería de resultar ya hasta auto-paródico sorprendentemente ¡funciona! El espectador piensa “sí, esto ya lo he visto otras doscientas veces”, pero Dante dice “me da igual, cuando algo funciona no hace falta cambiarlo”. Y es cierto, originalidad y calidad no van necesariamente de la mano. Aquí encontramos una prueba más de ello.


Así pues, y a pesar de venderla con todo el rollo del 3D, `Miedos´ no es más que un entretenimiento ochentero (terror con aires de serie B unido al cine familiar tipo Spielberg, cuyo referente más claro es quizá `Los Goonies´). Una vez más nos venden (al igual que en `Avatar´) la historia de siempre con un envoltorio moderno. Y ese no es el problema. El problema a mi parecer es que `Miedos´ no acaba de funcionar del todo ni como entretenimiento ochentero, quizá debido a que Dante se ha oxidado un poco durante todos estos años inactivos, o a su inexperiencia con las nuevas tecnologías.
En primer lugar la película no acaba por definirse en su tono. `Miedos´ vendría a ser como una película de terror para niños, pues la trama propuesta por el guionista Mark L. Smith está al nivel de un episodio alargado de `Pesadillas de R.L Stine´ (que emitían en Antena 3), pero a lo grande. El problema es que seguramente resulta demasiado terrorífica para el tipo de niños que rondan los diez años y por ello la película ha sido calificada con un PG-13 en Estados Unidos (según dicen: “por imágenes terroríficas, violencia y lenguaje inapropiado”) y con un “no recomendado para menores de 16 años” en España (una calificación exagerada en mi opinión, aunque de lo malo a malo aquí sólo es una recomendación). Y he ahí la clave del problema: es una locura enfrentar a `Miedos 3D´ con la adolescencia de hoy en día, que ya está curada de espanto a base de ver cosas como `Saw´ o `Hostel´. Así que o nos encontramos ante una película infantil extra terrorífica o ante una película de terror adolescente demasiado light (ver lo falso que resulta uno de los efectos de un hombre con la cabeza abierta, copia de una escena de `El Sexto Sentido´). En los dos casos sale perdiendo.


Dante tampoco opta por el toque paródico y desenfadado que tenía `Gremlins´ (aunque la escena en la que el hermano pequeño se enfrenta a un pequeño y terrorífico muñeco de payaso bien podría estar sacada de aquella película) y le da al film un tono serio. Los miedos que afloran del agujero que los dos hermanos descubren en el sótano de su nueva casa sacan a la luz los temores más ocultos del trió protagonista. En el caso del más joven algo tan primitivo como los payasos, pero en el caso de los dos adolescentes son terrores bastante más profundos y psicológicos. Creo que aquí tenemos uno de los puntos más interesantes de la peli, aunque tampoco está todo lo aprovechado que podría.

El tratar cosas como el maltrato paterno o la trágica perdida de una amiga son intentos loables de añadir algo de sustancia a una película dirigida al público adolescente, de eso no me cabe ninguna duda. Pero la forma de resolver esos problemas acaba resultando demasiado infantil, muy ingenua para los tiempos que corren. De nuevo Dante parece indeciso: no sabe si tirar hacia lo adulto y psicológico o hacia lo infantiloide y simplón, y se queda en tierra de nadie. Independientemente de eso también le falta algo de garra a la hora de resolver la película, sobre todo más pasión a la hora de cerrar el tercer acto. Todo se sucede con la mayor corrección, todo lo que ocurre en pantalla me parece bien dirigido, pero nada me emociona o me implica. Es en esos momentos cuando pienso que Dante ha perdido fuelle, o se le ha ido todo el esfuerzo en jugar a lanzar cosas a la pantalla (el dichoso 3D, que de lo malo a malo esta vez es real y no ha sido añadido posteriormente).

A todo esto, tampoco ayuda que el protagonista esté interpretado por Chris Massoglia. En `El Circo de los Extraños´ ya demostró que el papel de héroe le venia grande, pero al menos estaba correcto. Aquí sin embargo no está a la altura de los traumas de su personaje, ni del viaje de superación de miedos que sufre. Sólo sabe ir de guaperas y chulo (que forma parte del carácter, es cierto) y se viene abajo en los momentos dramáticos, resultando la mar de soso. Otro tanto de lo mismo con respecto a su compañera de cartel Haley Bennett. Irónicamente el mejor del tándem es el joven Nathan Gamble (que pese a su temprana edad se ha colado ya en dos films estupendos: siendo el hijo de Gary Oldman en `El Caballero Oscuro´ y el de Tomas Jane en `La Niebla´), que sabe trasmitir su miedo y sufrimiento a la perfección.



En definitiva, he encontrado cosas buenas en `Miedos 3D´. Como el espíritu ochentero y la honestidad de buen cine de evasión que logra imprimirle Dante a la película, añadido al intento de dar a sus protagonistas una verdadera carga dramática (si bien el intento no acaba de llegar a buen puerto). Aún así soy consciente de que no es todo lo redonda que podría ser, debido sobre todo a que no sabe muy bien dónde situarse como película. Quizá el verdadero problema es que es un film fuera de su tiempo, demasiado ingenua para los adolescentes de hoy en día, y que intenta ser varias cosas a la vez (que es la manera de acabar no siendo nada). No obstante es en cierto sentido interesante, y sobre todo importante porque nos devuelva al director que tantos buenos momentos nos regaló en el pasado. Sinceramente espero que Dante siga dirigiendo, que es la única manera en la que quizá recobre su inspiración perdida. Y es que ya se sabe: el que tuvo retuvo.

PD: A mí me dan miedo las arañas. Sé que es un miedo irracional y estúpido, pero no puedo remediarlo.

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