domingo, 5 de septiembre de 2010

`El Aprendiz de Brujo´, descafeinada aventura


Dave:  “Verás... es que soy algo así como un brujo.”
Becky: “Vaya, y yo que creía que mi anterior novio era raro por llevar bufanda...”
Pocos nombres de productores son hoy en día tan conocidos como el de Jerry Bruckheimer. Y no hablo de directores famosos que producen a otros directores menos conocidos (de ese tipo de “apadrinamientos” hay muchos), hablo de alguien que se dedica simple y llanamente a (super)producir y que no obstante ha conseguido que su imagen se relacione con un tipo de cine muy determinado: cine de evasión, de ese tipo que se da sobre todo en verano (también llamado comúnmente cine palomitero, que es una forma como otra cualquiera de decir que su único valor es el de entretener mientras que la gente aprovecha para llenarse la boca de ese salado “alimento”). Entretenimientos algunas veces dirigidos a público más adulto (`La Roca´) otras apto para toda la familia (`Piratas del Caribe´), en ambos casos Bruckheimer ha demostrado tener siempre buen olfato para el éxito, desgraciadamente no siempre para la calidad.

A la lista de lugares extraños para sacar ideas sobre las que hacer películas habrá que añadir el caso de `El Aprendiz de Brujo´. Y es que si en `Piratas del Caribe´ y `La Mansión Encantada´ fueron atracciones de Disneylandia, y en el caso de `Prince of Persia´ un famoso videojuego (que se pasaron literalmente por la raja del culo, por cierto), esta vez la historia de `El Aprendiz de Brujo´ está sacada del famoso corto de la película musical `Fantasía´ (que a su vez estaba basado en un conocido poema alemán), en la que Mickey era el travieso aprendiz encargado de barrer el taller de un mago y decidía utilizar a escondidas la magia de éste para librarse de la pesada tarea, con catastróficas consecuencias. Es un corto realmente genial, pero no una base sólida sobre la que construir una película, así que a eso han tenido que añadir la típica lucha entre el bien y el mal, el típico pardillo encargado de salvar al mundo y la típica historia de amor adolescente. Y lo mejor de la película acaba siendo... pues precisamente la escena en la que se da la situación del corto.


En realidad no importa de dónde esté sacada la historia, eso no es excusa para que `El Aprendiz de Brujo´ sea una película tan deficiente. `Piratas del Caribe´ estaba inspirada en una barraca de feria y era una película de aventuras genial, `Prince of Persia´ en cambio estaba basada en un videojuego estupendo con increíble potencial cinematográfico y resultaba una aventura sosa y aburrida. ¿El mundo al revés? No. Sencillamente la prueba de que el material o la base de la que se parte es lo de menos. Lo que importa es el talento para construir algo digno con ello, algo emocionante, divertido, entretenido... El material más jugoso del mundo se puede convertir en abono en las manos de un inútil, y cualquier chorrada se puede convertir en algo extraordinario en las manos adecuadas. Ésa es la magia del cine.


Así pues, no tengo ningún reparo en echar la culpa de lo sosa y poco emocionante que resulta `El Aprendiz de Brujo´ al señor Jon Turteltaub, director de cosas `Los Tres Pequeños Ninjas´ (una mezcla de `Karate Kid´ y `Sólo en Casa´), `Instinto´ (cruce de `El Silencio de los Corderos´ y `Gorilas en la Niebla´), `Phenomenom´ (algo del estilo de `Contact´, pero peor) y la saga de `La Búsqueda´, igualmente producida por Bruckheimer y protagonizada por Nicolas Cage. La primera de estas dos entregas (que seguramente se convertirán en trilogía) es una estupenda película de entretenimiento, con una historia ciertamente elaborada y bien llevada (y con eso no quiero decir ni que fuera profunda ni relevante ni nada de eso). Son ese tipo de milagros que se dan de vez en cuando, y que desgraciadamente no se repiten. La segunda fue una mala repetición del esquema de la primera, con una historia que muchas veces caía en lo ridículo y que no aprovechaba nada bien el potencial de Ed Harris como villano. Desgraciadamente Turteltaub vuelve a estar a la (baja) altura de su segundo trabajo para Bruckheimer.

La película empieza de manera atropellada, como con prisas, contándonos la leyenda de Merlín y sus tres discípulos, y de la traición de uno de ellos que le vende a su malvada enemiga Morgana. Vemos en pantalla cosas que nos están relatando al mismo tiempo, cuando lo normal sería que nos lo contaran de forma vaga, a modo de leyenda, o que se optara por mostrárnoslo como si sucediera en tiempo real. En cambio nos encontramos con una explicación para tontos, seguramente por eso de no dejar en la inopia a la audiencia infantil. Pero resulta igualmente un prologo absurdo, en primer lugar porque todo lo que cuenta se podría descubrir a medida que se va viendo el resto de la película (de hecho hubiera sido más interesante), y en segundo lugar porque además de ése la película tiene otro prologo en el que se narra el primer roce de Dave con el mundo mágico cuando todavía es sólo un infante. Un roce que se queda en nada pues todo se queda aplazado para diez años después.


Poco a poco uno se va dando cuenta de que aquí poco importa la lógica, el contar una historia y un viaje de descubrimiento emocionante, o una película mínimamente mágica. Aquí la cosa se trata de llenar la pantalla con efectos especiales sin que pasen más de cinco minutos entre escena y escena, y de que no paren de suceder cosas de forma muy deprisa (ojo, no hay que confundir esto con ritmo) para que la gente no se de cuenta de que no hay nada detrás de todos estos fuegos artificiales. Curiosamente ni siquiera me parece que la película tenga el nivel de superproducción que debería. Y es que más vale un efecto barato pero bien utilizado que muchos efectos caros mal utilizados. `El Aprendiz de Brujo´ es la prueba de ello.

La película está llena de muchos y complejos efectos digitales, efectos pirotécnicos y de escenas que habran requerido de cableado (cualquiera de en las que los actores salen volando, o sea muchas). Pero nada de ello resulta espectacular debido a la poca fuerza visual de la que hace gala Turteltaub, que resuelve la película con una utilización del formato panorámico de lo más convencional e impersonal (no pudiéndose saber si ha dirigido la película realmente él o mi vecina del tercero). Hablo de la escasa fuerza de momentos como la del resurgimiento de Morgana al final (acompañada de los reglamentarios efectos digitales). La escena en la que bruja más grande y más malvada de todos los tiempos vuelve tras cientos de años atrapada debería de resultar un momento relevante, un momento que temer. Sin embargo el director rueda la escena con la misma desgana que cualquiera de las anteriores apariciones de brujos atrapados, o los numerosos enfrentamientos entre magos, o la “lucha” de Dave con un dragón... Sin fuerza, sin garra, sin pasión.

Si quitamos la escasa efectividad visual nos queda una película que es sencillamente una acumulación de efectos especiales (que deberían de estar al servicio de la historia y no al revés). Nada en la película funciona como es debido, ni la historia del pringadillo que debe de salvar al mundo (Jay Baruchel, protagonista de la aquí inédita `Ni en Sueños´, y que más que un pringado entrañable resulta un tipo irritante, que no obstante amenaza con ponerse de moda), ni su historia de amor con la insulsa Teresa Palmer (una Kristen Steward pero en rubio), ni la básica relación de maestro y aprendiz, ni el humor (soso) que se da durante todo el aprendizaje. Nada.


Se salvan de la quema Nicolas Cage, que sin llegar al nivel de `Kick-Ass´ está bastante divertido, pues (al igual que en cosas como `La Roca´, `Cara a Cara´ o `Con Air´) sabe dónde se ha metido y se dedica simplemente a pasárselo bien; y el siempre eficaz Alfred Molina (que ya había sido el secundario de lujo de Bruckheimer en `Prince of Persia´, y sus honorarios fueron la mejor inversión de la cinta), que sin embargo tampoco está todo lo aprovechado como villano que podría estar (no hay más que ponerse `Spider-Man 2´ para saber de lo que hablo). Tampoco está nada mal la labor musical de Trevor Rabin (sin llegar al nivel de `La Búsqueda´ o `Armaggeddon´), gracias al cual alguna escena consigue resultar hasta emotiva. En cuanto a la participación de Mocica Bellucci, pues ni siquiera llega a anecdótica...


En conclusión, salvo por la buena labor de esos tres profesionales (cada uno a su manera) `El Aprendiz de Brujo´ es una película sosa, que no aburre porque no paran de suceder muchas cosas en poco tiempo, no porque algo de lo que suceda tenga verdaderamente interés. Un entretenimiento construido a base de y sobre efectos especiales mal utilizados, que (salvo en algún momento aislado) no divierte ni emociona, completamente carente de magia, a la que le falta fuerza visual y una puesta en escena más efectiva (eso es algo que no se puede tapar a base de efectos especiales) y que desaprovecha muchas de las ideas que plantea (la persecución en el mundo inverso del espejo del otro coche a través de los reflejos, una buena idea que no dura ni un minuto). Lo peor es ver que todas las cartas para crear un buen entretenimiento estaban ahí, pero que están mal jugadas.


PD: Aquí dejo el corto original de `El Aprendiz de Brujo´, una pieza sin lugar a dudas mítica, que desde luego será recordada mucho más que esta película.

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