“Si conduzco para ti tú me dices dónde y cuándo, y yo te doy cinco minutos. Durante esos cinco minutos soy tuyo, pase lo que pase. No miro lo que haces, ni tampoco llevo pistola… sólo conduzco.”-El conductor (Ryan Gosling)
`Drive´ (id, Nicolas Winding Refn, 2011) es uno de los últimos platos fuertes para clausurar los estrenos de este año no especialmente malo cinematográficamente hablando —de hecho creo que ha sido uno de los mejores en cuanto al promedio de calidad en mucho tiempo—. La película, estrenada con bastante éxito en el pasado festival de Cannes es uno de los estrenos más potentes del año, habiendo conseguido un notable nivel de aceptación tanto entre el público como la crítica —raras veces esto pasa—, y sirviendo como confirmación de estrellato del emergente actor Ryan Gosling —junto a Michael Fassbender, un auténtico acaparador de estrenos y más agradables descubrimientos de este decente año—. Es en total, una película que independientemente de su calidad, tiene todo lo que hay que tener para convertirse en un film de culto y referencial.
Y es fácil entender por qué `Drive´ ha suscitado tantas pasiones como algunas indignaciones entre el público, algunos de los que se pensaban —en parte gracias al engañoso tráiler, que para mis inri destripa la película entera— que este iba a ser un producto de acción y persecuciones al más puro estilo de `A Todo Gas 5´ (Fast Five, Justin Lin, 2011), llegando incluso a resultar bastante divertida y risible la demanda que interpuso un espectador contra la productora por publicidad engañosa —aunque irónicamente seguro que esto ha servido como publicidad extra para la película, como las quejas en las salas en las que se proyectaba `El Árbol de la Vida´ (The Tree of Life, Terrence Malick, 2011)—. Todo esto se resume en que `Drive´ es una película “rara”, no apta para cualquier tipo de público —algo de de por sí no sirve como argumento positivo, por más que se empeñen algunos—. Una obra potente, muy rica en estética y atmosfera, que podría describirse como un extraño coctel entre una historia a lo Charles Bronson y una dirección a lo Terrence Malick. Ahí es nada.