miércoles, 15 de diciembre de 2010

`Harry Potter y las reliquias de la muerte, parte 1´, realista y brutal aventura



“No va a morir nadie más, no por mí.”
-Harry
Hace ya casi un mes que llegaba a nuestras carteleras la que es sin duda una de las películas más esperadas de este año. Estoy hablando evidentemente de `Harry Potter y las reliquias de la muerte, parte 1´, primera parte de las dos películas que adaptan el libro final de la exitosa saga literaria creada por J.K. Rowling. La película viene firmada por el poco conocido David Yates, que (aparte de haber dirigido las dos últimas entregas de esta saga) goza de poca experiencia en el mundo del cine, y algo más en la televisión (fue el director de una exitosa miniserie que inspiró la película `La Sombra del Poder´, con Russel Crowe).
La verdad es que Yates resultaba una elección curiosa por parte de los productores para finalizar la saga, que ha tenido cineastas con mucha mayor reputación al mando (como Alfonso Cuarón o Mike Newell). Más si tenemos en cuenta que se barajaron nombres tan suculentos como los de Guillermo Del Toro o M. Nigh Shyamalan. Por mi parte no sabía muy bien lo que esperarme de Yates, que considero que lo hizo muy bien convirtiendo uno de los libros más largos en una película bastante entretenida (`La Orden del Fénix´), pero que jodió completamente el tenebroso sexto volumen de la saga centrándose en triviales y aburridos amoríos (`El Misterio del Príncipe´).  

El duro mundo fuera de la escuela

Pero la séptima y antepenúltima entrega de la saga fílmica no sólo ha resultado ser la mejor película de la saga que ha dirigido David Yates hasta el momento, sino que nos encontramos ante una estupenda y tenebrosa película de aventuras. Esta vez sí que es verdad lo de que es la más adulta (frase que han repetido cada vez que estrenaban una, y no era siempre cierto), además de que sabe ofrecer todo lo que debería de dar una película de de estas características: acción, emoción, tensión y violencia. Al rato es una espectacular persecución, y al momento una desesperada lucha por la supervivencia. Un éxito rotundo de Yates, que se redime de su anterior soso trabajo ofreciéndonos uno de los puntos más álgidos de la saga.
La película comienzo con el famoso logotipo de la Warner acercándose entre tinieblas, roñándose y corrompiéndose agresivamente. Entonces asistimos a un genial prólogo lento y tranquilo, pero completamente crudo y triste. Mientras que el nuevo primer ministro intenta (en vano) mantener la tranquilidad dando la sensación de firmeza, nuestros héroes se preparan para la batalla. Es momento de las despedidas: adiós a la infancia, adiós al hogar, a la familia, y (lo que es más importarte) adiós a la seguridad y a la paz. No hay más que ver cómo Harry se despide de la casa de sus tíos (donde tan infeliz ha sido, pero pese a todo su hogar) o a Hermione borrándole la memoria a sus padres y todo rastro suyo de sus vidas (un momento realmente duro).


Es entonces cuando uno se da cuenta de Yates parece dispuesto a dejarse de idioteces y llevar la saga al punto al que no se atrevió a llevar en la desperdiciada sexta entrega. Parece que esta vez entiende la complejidad y potencial del material que maneja (la obra de Rowling es muy buena, mucho mejor de lo que se ha intuido por lo general en pantalla) y que se ha tomado su trabajo mucho más en serio que con las anteriores. Esa es la sensación que tiene uno al ver escenas tan jodidamente bien realizadas y de atmosfera tan conseguida como la larga y tenebrosa secuencia en la mansión de los Malfoy: una reunión presidida por Voldemort (Ralph Fiennes haciendo su mejor aparición) en la que se puede percibir la tensión y la maldad en el ambiente.  
A partir de esa escena la sensación de inseguridad y tensión no desaparece en las dos horas y media que dura la película. Y es que, tras la caída de Albus Dumbledore a manos de Severus Snape (corta pero estupenda aparición del siempre genial Alan Rickman), Voldemort y sus secuaces se apoderan sin problemas del ministerio y de la escuela Hogwarts (es la primera vez en que la acción no transcurre ahí); y ya no quedan lugares seguros para Harry, Ron y Hermione mientras desempeñan la peligrosa última tarea que les encomendó Dumblerore: encontrar y destruir los objetos en los que Voldemort escondió fragmentos de su alma con el fin de ser inmortal. Por primera vez, los protagonistas están solos contra el mundo, y esa es la razón por la cual `Las Reliquias de la Muerte´ resulta una aventura tan tensa y desesperada.


El guión firmado por Steve Kloves (responsable de toda la saga salvo la quinta) apuesta por una fidelidad absoluta al libro, de la cual la película sale beneficiada sin duda. No era de los que defendían el dividir la película en dos partes, pero ha resultado ser lo mejor, pues el filme no se nota tan precipitado y lioso como los anteriores, permitiendo a Yates tomarse su tiempo para contar esta historia intrincada, repleta de mini historias y personajes, que nos viene narrada básicamente en fragmentos: primero el rescate de Harry (el espectacular vuelo de los siete Potters), más tarde la parte en la ciudad (la impactante emboscada en el café y la compleja infiltración en el Ministerio) y finalmente todo el fragmento que se desarrolla en el bosque (la destrucción del guardapelo o la persecución de los carroñeros), y que concluye con el secuestro en la mansión de los Malfoy (momento en el que Helena Bonham Carter sobresale por primera vez con su sádica y cruel Bellatrix).
Todo ello filmado con sorprendente brío y energía por Yates, que hace un uso genial de la cámara y los efectos especiales (digno de un cineasta mucho más curtido). Tan destacable es en general su trabajo, que incluso se le pueden llegar a perdonar ciertas arritmias y un par de puntos muertos (mucho más evidentes en las anteriores), que restan algo de rapidez a la historia. Porque en general esos leves defectos se compensan con el interés de lo narrado, en una historia en la que por primera vez hay hueco hasta para las metáforas políticas (la obsesión por la pureza de la sangre del movimiento liderado por Voldemort) y una pequeña reivindicación de derechos de igualdad y libertad (que tiene cojones que salga de los labios del simpático y valiente personaje Dobby, especialmente recuperado para esta entrega).
Conclusión
Definitivamente una de las mejores propuestas de entretenimiento que puedan encontrarse actualmente en la cartelera, y la mejor entrega de la saga Harry Potter desde que Alfonso Cuarón estrenara en 2004 la magnifica `Harry Potter y el Prisionero de Azkaban´. Técnicamente está perfectamente conseguida, resultando espectacular sin necesidad de verse 3D (que sí llevará incorporado la segunda parte). Pero su mayor acierto está en saber llevar la saga a otro terreno, con menos humor y ñoñería adolescente (las pocas veces en que se da, no molesta) y con un mayor grado de brutalidad y realismo, e incluso una chocante escena sexualmente bastante explicita.
Los actores secundarios (Brendan Gleeson, Robbie Coltrane, Imelda Staunton, Bill Nighy, David Thewlis, Jason Isaacs), que siempre han sido lo mejor de la saga, vuelven a cumplir a la perfección, siéndo la mayoría de las veces su participación bastante anecdótica. Pero la verdad es que no molesta que el peso de la película esté llevado por Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, que cumplen bastante mejor de lo habitual, sabiendo reflejar la frustración de los duros momentos por los que pasan los protagonistas, que derivan en inevitables e intensos enfrentamientos entre ellos.


También hay mencionar la buena labor de profesionales de la industria como el director de fotografía Eduardo Serra (suyos son estupendos trabajos como `El Protegido´ o `La Joven de la Perla´), el diseñador de producción Stuar Craig (responsable de toda la saga), el animador Ben Hibon (creador de la Burtoniana animación con la que se nos cuenta la fábula de las reliquias de la muerte), o la bellísima partitura de uno de mis compositores favoritos de la actualidad: Alexandre Desplat, que hace un trabajo mucho menos grandilocuente que el de John Willians, con una música por lo general “delicada” pero indudablemente poderosa.
Por supuesto los críticos en general han seguido a lo suyo, quejándose de que es una saga innecesariamente larga que no avanza o que hace tiempo que se ha perdido la magia. Personalmente (y puedo hablar tanto como aficionado a Harry Potter como aficionado al cine) he disfrutado increíblemente con esta propuesta, que me ha devuelto la ilusión por esta saga y dejado con muchas ganas de ver la segunda parte. ¿Habrá conseguido Yates mantener el nivel y ofrecer un épico y digno final? Sólo queda cruzar los dedos y esperar hasta el próximo 15 de julio para saberlo.

6 comentarios:

haitor2008 dijo...

Buena pelicula, como me paso mas tarde con la ultima peli de Narnia me sorprendio gratamente; aunque la mejor sigue siendo la primera y dudo que eso cambie con la ultima.

PD: ¿"brutal aventura"? XDDDDD esta peli no le 'choca' ni a la mitica friki obesa que hace gaupasa para pillarse el ultimo ejemplar de una nobela.

Alain Rodriguez dijo...

Cuando utilizo adjetivos como brutal o violenta me refiero a en conparación con el resto de la saga y este tipo de cine en general. Obviamente Harry Potter no se ha convertido en `Kill Bill´, pero tiene un par de momentos que chocan en esta saga: asesinatos a sangre fría, mutilaciones, tortura...

En cuanto a la última de Narnia, a mí no me pareció tan estimable. Pero ya comentaré...

Anónimo dijo...

tanto te tardste para ver la pelicula xD BUENO por lo menor la viste.. por cierto es la priera vez que veo este blog y esta muy bien
saludos
atte rodrigo

Alain Rodriguez dijo...

La película la vi el día del estreno, lo que he tardado es en comentarla (soy un poco vago...) :P

Saludos.

haitor2008 dijo...

"un poco vago"... 2 seguidores, recuerda lo que te dije Alin, cuando llegues a la cima acuerdate de mi.

Alain Rodriguez dijo...

Pues claro que me acordaré de ti, eee... te llames como te llames XD