miércoles, 22 de diciembre de 2010

`Las Crónicas de Narnia: La travesía del viajero del alba´, la peor de toda la saga



“Si no tenemos fe no tenemos nada.”
-Reepicheep
De todas las imitaciones e intentos de levantar fenómenos similares que surgieron tras el gran éxito de las sagas de `El Señor de los Anillos´ y `Harry Potter´ (ambas iniciadas en 2001), no me cabe duda de que la más aventajada, la más honesta, y la que mejor supo fusionar el aire juvenil de las aventuras del mago gafotas con la épica de la saga del anillo fue `Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario´ (The Chronicles of Narnia: The Lion, The Witch and the Wardrobe, 2005). Y eso que el film dirigido por Andrew Adamson (que hasta entonces sólo había realizado `Shrek´ y su secuela) me decepcionó bastante la primera vez que lo vi, esperándome como me esperaba algo un poco menos Disney (ese Santa Claus repartiendo regalos...).
Claro que no hay nada como la perspectiva para hacernos cambiar de opinión, y a lo largo de los siguientes años se estrenaron cosas como `Eragon´ (id, Stefen Fangmeier, 2006) y `La Brújula Dorada´ (The Golden Compass, Chris Weitz, 2007), que hacían parecer al simpático film de Adamson una obra maestra del cine de aventuras. Tres años más tarde, el director volvía a la carga adaptando otro de los relatos de la obra de de C. S. Lewis (todos ellos narran historias diferentes, siendo el único punto en común que se desarrollan en Narnia). `Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian´ (The Chronicles of Narnia: Prince Caspian, 2008) era una película deliberadamente más épica que su predecesora, pero cuyos aciertos eran los mismos: la honestidad de su propuesta, la cuidada realización de Adamson y el logrado sentido de la aventura.


Muchos efectos, pero poca aventura
Hay muchas razones para justificar el que esta nueva entrega no funcione igual de bien que sus predecesoras. En primer lugar, tras el fracaso comercial (siempre relativo) que supuso la anterior entrega, la Disney dejó de creer en la saga y ésta cayo en las manos de la Fox (no en vano, el temible estudio que parió `Eragon´). También abandonó el barco Adrew Adamson (que sin ser un gran director, sí que había demostrado ser un buen artesano y narrador eficaz), y el mando cayó en manos del británico Michael Apted (`Al Cruzar el Límite´, `Gorilas en la Niebla´), un director llamativamente mayor (setenta años) con poca experiencia en cine de aventuras, que iba a tener que dirigir una película cargada de efectos y en 3D. Como suele decirse: se mascaba la tragedia.
Como ya nos apuntaban en el desenlace la segunda parte, el protagonismo de esta nueva aventura recae en los miembros más jóvenes de la familia Pevensie: Edmund (Skandar Keynes) y Lucy (Georgie Henley), al que se les une (para nuestra desgracia) su excéntrico e insoportable primo Eustace (Will Poulter). Sin demasiado que hacer en su mundo, juntos atraviesan un cuadro que los sumerge (literalmente) de nuevo en el fantástico mundo de Narnia. En pleno océano los rescata una nave (el Viajero del Alba) comandada por su viejo amigo el Príncipe Caspian (Ben Barnes), y juntos se embarcarán en un viaje en busca de unos caballeros perdidos, y en el que deberán resolver el misterio que se esconde tras una misteriosa niebla que parece conocer todos sus secretos y temores.


La temática de esta nueva entrega la aparta drásticamente de las aventuras de las dos anteriores (que eran más relatos de caballeros y castillos) y traslada la acción a alta mar, convirtiéndola en una película de aventuras marinas al más puro estilo de `Simbad´ o `Jason y los Argonautas´. Nada que objetar. Pero es una pena que con ello Apted renuncie drásticamente a la estética que dio Adamson a los primeros films, siendo prácticamente imposible reconocer el universo de Narnia en esta película. Si con ello se hubiera conseguido una aventura marina cercana en cuanto a forma a la saga `Piratas del Caribe´ me hubiera dado igual, pero es que el veterano director se dedica a recargar la película de efectos digitales que cantan demasiado, convirtiendo la película en otra victima un exceso visual diseñado para sacar mayor provecho al 3D (comparable a cosas como `Alicia en el País de las Maravillas´ o `Furia de Titanes´).
Y es que, en mi opinión, `La Travesía del Viajero del Alba´ está mal rodada. Muy lejos de lo que se puede y debe de pedir a una producción de estas características. La película de Apted está repleta de efectos muy caros, pero que están definitivamente mal empleados, pues deberían de estar al servicio de una historia (como en las anteriores, donde sólo se empleaban cuando era necesario y de forma adecuada), y no al revés como es el caso: paisajes exageradamente digitalizados, llenos de seres aún digitalizados. Cuando la película no se apoya en esa recarga visual, Apted se muestra incapaz de rodar algo que tenga interés o energía con la cámara. No hay más que ver la torpe y mal planificada escena del rescate de los contrabandistas, imposible de meterse en ella o de disfrutarse. Nulo sentido de la aventura.


Poco importa que esta vez los protagonistas se enfrenten a una amenaza más psicológica, pues no se aprovecha nada la oportunidad de dar mayor grado de complejidad o humanizar a unos personajes completamente desdibujados, y que ni siquiera funcionan tan bien como en las anteriores (en las que tampoco es que destacasen especialmente las actuaciones). Y es que para lo único que parece interesar a Apted la “amenazante” niebla verde es para jugar con ese efecto toda la peliculita, traer de vuelta al personaje de Tilda Swinton para poder volver a meterla en el cartel (en la anterior su cameo resultaba simpático, aquí está metido con calzador), y para sacarse de la manga un ridículo monstruo final.
Mientras tanto los protagonistas andan perdidos. En las anteriores entregas el grupo en sí era el protagonista, así se resolvía el poco interés particular que tenía cada personaje. Pero aquí cara uno va como a su bola, como si fuesen bocetos por separado. Skandar Keynes  intenta tomar el protagonismo de la cinta, sustituyendo a William Moseley (rivalidad con Caspian incluida). Ben Barnes es un principito reconvertido en marinero, cuya mayor evolución es dejarse barba. Algo mejor está Georgie Henley, cuyo personaje por lo menos evoluciona coherentemente y nos regala uno de los mejores momentos de la cinta (ese sueño con el que aprende a valorarse a sí misma). Pero al que no aguanto es a la repelente e histriónica nueva incorporación interpretada por un sobreactuado Will Poulter (`El Hijo de Rambow´), al que deberían haber tirado por la borda como sugiere el simpático personaje Reepicheep, sin lugar a dudas lo mejor de la función.


Conclusión
Al final ni siquiera la despedida de Edmun y Lucy de Narnia resulta tan emotiva como debería, en parte debido a esa moralina barata que tiene el empeño de colarnos Aslan (voz de Liam Neeson) siempre para rematar (la saga de Narnia tiene un mensaje evidentemente religioso), pero básicamente porque da la sensación de que los dos miembros más jóvenes de la familia Pevensie no han vuelto a Narnia para hacer gran cosa, y que se podían haber quedado perfectamente en su casa viendo la tele. O probablemente eso es lo que debería haber hecho yo...
En definitiva, a esto es a lo que me refiero cuando digo que Adrew Adamson hizo un buen trabajo de artesano con los dos films anteriores, que sin dejar de ser propuestas impersonales y comerciales, eran también buenas narraciones, realizadas con profesionalidad y buen gusto. Michael Apted ejerce aquí de simple mercenario, rodando sin energía ni demasiado criterio una película repleta de efectos, pero sin un ápice de aventura o emoción. A eso tampoco ayuda la falta de Harry Gregson-Williams, cuya partitura le hacía un gran favor a la saga, pero que aquí es desperdiciada enormemente con una reinterpretación vulgar por parte de David Arnold.

No dudo que habrá quien piense que `Las Crónicas de Narnia: La travesía del viajero del alba´ no está tan mal, y que sirve para pasar un rato agradable con toda la familia, comiendo palomitas y disfrutando del 3D. Personalmente esta propuesta me parece bastante sosa y aburrida (y eso que es llamativamente más corta que sus predecesoras), e incapaz de ofrecer nada de que debería de dar una buena película de aventuras.
PD: Adamson también abandonó la saga `Shrek´ en su tercera entrega y la calidad también se fue a paseo, así que algo debe de tener este hombre.

2 comentarios:

DIOS dijo...

No me puedo creer lo que pones... ¿enserio te mola mas crepusculo a las movidas de Narnia?

PD: da asco esta mierda de blog en el que para comentar tardar 3-4 años. Deberias arreglarlo.

Alain Rodriguez dijo...

¿He dicho yo algo de `Crepúsculo´ en este artículo? No creo. Además, la saga de Narnia sigue siendo generalmente mejor a esa.

A ver, no entiendo muy bien cuál es el problema, pero en todo caso sería culpa del servicio de Blogger.com. Yo escribo y publico, nada más.