sábado, 7 de agosto de 2010

`Pesadilla en Elm Street: El Origen´, los remakes son una pesadilla


“¿Por qué gritas? Aún no te he puesto la mano encima.”
-Freddy Krueger
Lo primero es lo primero: no es que el film de 1984 dirigido por Wes Craven (`Scream´, `Las Colinas Tienen Ojos´) fuese una magnifica película, y la verdad es que este cineasta (al que le gusta mucho mezclar terror con humor) siempre me ha parecido un pelín sobrevalorado. Pero hay que saber analizar las cosas en su contexto histórico, y la verdad es que `Pesadilla en Elm Street´ fue en su momento una película muy original (la idea del asesino en sueños es del propio Craven), con un asesino (reinvención del mito del hombre del saco) que se convirtió en todo un icono del cine de terror y un par de escenas para el recuerdo (la sangrienta muerte de un joven Johnny Depp).
La verdad es que Craven había tenido hasta el momento la curiosa cualidad de tener películas que se beneficiaban de una revisión moderna: `Las Colinas Tienen Ojos´ (2006), una autentica salvajada en la que el francés Alexandre Aja superaba ampliamente la original, y la no menos salvaje `La Última Casa a la Izquierda´ (2009). Pero bastante menos suerte ha tenido esta floja `Pesadilla en Elm Street´ (2010), que le hace a uno plantearse cuál es el sentido de volver a contar la misma historia con más dinero, con más medios, con mejores efectos... y definitivamente peor.




Y es que el director Michael Bay tiene muy bien aprendida la lección de cómo ganarse un buen dinerito como productor sacando adelante este tipo de revisiones de viejos mitos de terror de los ochenta. Al fin y al cabo son películas que salen baratas (en comparación con las que suele dirigir él), aunque los presupuestos que manejan son ampliamente superiores a con los que contaban estas películas en su día, que estaban hechas con cuatro duros (y precisamente en su cutrez residía su belleza). En definitiva: un tipo de cine barato y que siempre llena las salas de jovenzuelos dispuestos a pasar el rato. Para ello siempre suele poner al frente del timón a algún director salido de dirigir publicidad o videoclips, con un estilo visual resultón pero sin la menor personalidad, hundiendo así las posibilidades de que la mayoría de las veces salgan productos interesantes.
El títere que ha puesto en esta ocasión es un tal Samuel Bayer, que comentaba alegremente en las entrevistas que lo que había pretendido hacer era volver la película más oscura, incluso llegaba a decir que lo que había hecho era equivalente a lo que logró Nolan con respecto a la saga de Batman (¡!). No sé lo que se fumó el señor Bayer para creerse tan especial, pero yo que él no intentaría pasarlo por la aduana, pues su `Pesadilla en Elm Street: El Origen´ es exactamente los mismo que se lleva ofreciendo en la saga desde el estreno de la primera, sólo que con un aspecto visual mucho más cuidado.


Así (y debido a las videocliperos antecedentes del señor Bayer) de vez en cuando se cuela en la pantalla alguna imagen llamativa o alguna escena resultona, pero la película fracasa en todo los demás aspectos, pues carece completamente de tensión, de suspense o de ritmo. Su visionado (en un cine bastante concurrido, por cierto) me resulto de lo más indiferente, mientras que en todo el cine se daban los típicos grititos, las risas nerviosas y esa clase de reacciones que uno esperaría al ir a ver alguna de las entregas de `Crepúsculo´. Y supongo que es ahí donde se puede encontrar la única función de este remake: en ser un producto dirigido al público adolescente, de esos que no han visto ninguna de las anteriores de `Pesadilla´ y que saben quién es Freddy Krueger por la simple fama que le precede (en la butaca de al lado uno preguntaba “¿pero es que Freddy Krueger es pederasta?”...).
No es por ponerme de digno, pues la anterior película también era un producto para adolescentes, pero me parece muy triste pensar que una razón valida para hacer un remake sea el rehacer una película actualizada al público juvenil al que le da pereza ponerse una película que tenga más de veinte años, y que se sienten más cómodos con jóvenes protagonistas que visten igual que ellos, que pueden mantener el contacto por teléfonos móviles y que buscan a cerca de sus problemas en internet. ¿Cada cuántos años hay que hacer esto? ¿Va a seguir Freddy aterrorizando a los adolescentes de 2040? Es absurdo... Cada época debería de tener su propio hombre del saco, con sus propias características.



Si por lo menos se hubiesen centrado un poco más en los orígenes (como hizo Rob Zombie en el digno remake de `Halloween´) y aprovechado un poco más las ramificaciones pederastas del personaje ya hubiese sido algo. Pero no, se pasa muy por encima por todo lo que se refiere a las perversiones sexuales de Fred cuando aún vivía (que lo hicieran en los ochenta vale, pero... ¿en 2010?) y se pierde así la oportunidad de ofrecer algo mínimamente más terrorífico que un “BUH” cada dos minutos (realmente es tan esquemático que me resultaba difícil entender cómo alguien en el cine podía sorprenderse), sin jugar siquiera a hacer dudar al espectador por unos momentos sobre qué es sueño y qué realidad.
Salvaría de la quema al Freddy de Jackie Earle Haley (menudo chiste involuntario me ha salido), tanto por su diseño (parecido al de Dos Caras en `El Caballero Oscuro´) como por la caracterización del actor, que realmente considero que está muy bien. El problema es que está obligado a jugar a ese estúpido juego de sustos una y otra vez, y tiene pocos momentos en los que pueda lucirse realmente. Pero gracias a él se puede justificar el visionado de `Pesadilla en Elm Street: El Origen´, y nos hace pensar en lo que podría haber dado de sí si hubiese tenido a un director de verdad (y no a un pelele como Bayer) dirigiéndole. Alguien como Aja, Zombie o Raimi.



Igualmente desaprovechados por Bayer están el diseño de algunas pesadillas (como la de la clase llena de ceniza, el cuarto de Nancy nevado o el suelo que se vuelve arenas movedizas), que no aguantarían la comparación con las que sufre Leonardo DiCaprio en `Shutter Island´, y que en general siguen recordando a cosas ya vistas. Me da la sensación de que con la tecnología actual se podía haber hecho pesadillas más complejas y amorfas (aunque para eso el zorro de Bay tendría que haber renunciado quizá al presupuesto moderado de este tipo de películas de terror). Otra oportunidad desperdiciada


En definitiva, `Pesadilla en Elm Street: El Origen´ me parece un remake sin sentido, que no sólo no tiene la sorpresa que tenía el original, sino que además no tiene una pizca de su encanto, ni ninguna escena para el recuerdo como sí había en aquel, aunque supera algo a las deplorables secuelas que le siguieron. Modernizan cosas que no necesitaban modernizarse y desaprovecha oportunidades al no intentar añadir cosas que le faltaban. Vamos, que yo a esto le pondría la etiqueta de “pérdida de tiempo” de no ser por el estupendo y carismático Earle Haley, que hace que esto sea un poco soportable y que (irónicamente) uno resista la tentación de quedarse sobado en pleno visionado. Bueno, y ahora me retiro a dormir (en el momentos en que escribo esto son las 4:30), y dudo mucho que el recuerdo de esta película perturbe mi sueño.
PD: Ya no les quedan muchas películas de terror de los 80 sobre las que hacer remakes. ¿De qué van a hacer ahora? ¿De `El Muñeco Diabólico´? Ups, espero que Michael Bay no lea esto...

No hay comentarios: