`Phillip Morris ¡Te quiero!´, divertida e hilarante historia verídica

“El amor es algo realmente extraño. Te hace feliz, te pone triste… Te hace hacer cosas inimaginables. De hecho, por amor estoy aquí tirado, muriendo…”

-Steven Russell

No es una comedia sobre dos gays la cosa que más me puede interesar del mundo en un primer momento (muy machote que es uno). Pero no puedo más que sentir curiosidad por una película con Jim Carrey (el indiscutible rey de las muecas, que no creo que necesite de presentación) y Ewan McGregor (lo último que vi de él fue la estupenda `El Escritor´, de Roman Polanski) interpretando a esos dos tortolitos, y que además ¡está basada en una historia verdadera! La historia de Steven Russell (contada en la novela de Steven McVicker), un estafador homosexual que protagonizó numerosos intentos de fuga por conseguir estar al lado de su amado: Phillip Morris.

La película está dirigida por la debutante pareja de directores Glenn Ficarra y John Requa (que escribieron el guión de la divertida y gamberra `Bad Santa´), y llega por fin a nuestro país tras un año (o más) de retraso. Pero esta vez no ha sido sólo en España. Se dice que la película ha tenido bastantes problemas para ser estrenada en USA debido a su temática, a pesar de estar protagonizada por dos actores de renombre como son McGregor y Carrey. Si eso es cierto me parece increíble (por no decir escandaloso) que todavía se den esas absurdas muestras de “puritanismo” y “moralidad” en Hollywood. Se estrenan decenas de películas llenas de violencia, muerte y destripamientos, ¿y les parece indecente una película que narra la curiosa historia de amor de dos homosexuales? Ni pies ni cabeza...

En fin, habrá que dar gracias y todo porque una película como `Phillip Morris ¡Te quiero!´ haya conseguido la hazaña de llegar a nuestras carteleras, y lo digo en serio, pues la película dirigida por Ficarra y Requa me parece una propuesta fresca, divertida, e incluso enternecedora por momentos. Una auténtica rareza que no sé muy bien dónde clasificar. `Phillip Morris ¡Te quiero!´ vendría a ser una de esas películas que cuentan hechos tan increíbles que directamente optan por narrarlos de forma cómica. Podemos encontrar buenos ejemplos de ello en las recientes `Los Hombres que Miraban Fijamente a las Cabras´ (curiosamente también con McGregor) o la película con Matt Damon `El Soplón´. `Phillip Morris...´ juega más o menos a lo mismo que estas dos películas, pero resulta mucho más divertida que ambas (sobre todo `El Soplón´ acababa aburriendo entre tanto tecnicismo y espionaje incomprensible) y no se deja ahogar tanto como la de `Los Hombres que...´ por lo hilarante de su premisa, preocupándose también por contar una historia interesante.

La película empieza contándonos la trágica vida de Steven Russell (Jim Carrey). Cómo sus padres le cuentan a la edad de diez años que es adoptado, cómo se hace policía para lograr dar con su madre biológica y cómo ésta le rechaza el día en que se presenta en su puerta. Todo ello parece sacado de una novela de Shakespeare, o del peor culebrón de media tarde, pero está narrado con tanta irónica, con tanta autoconsciencia de lo absurdo, que uno no puede más que reír. Y todo ello va a más cuando se narra el momento en el que Steven decide salir del armario tras un accidente que casi le cuesta la vida (“Se acabó fingir, se acabó ser lo que los demás quieren que sea, ¡de ahora en adelante voy a ser maricón! ¡Un maricón!”, un discurso de Steven a los enfermeros que le atienden), se sigue con el aprendizaje de lo caro que resulta ser gay, y acaba con Steven de estafador y “huyendo” de la justicia (momento para la historia: el salto a un contenedor de basura, digno de James Bond).

Resulta un comienzo genial, con un gran sentido del humor, y una manera estupenda de meter al espectador en situación antes de comenzar con la premisa (el amorío platónico entre Steven y Phillip cuando se conocen en prisión). Sinceramente, no creo que `Phillip Morris...´ sea la comedia tonta que mucha gente espera ver (en parte gracias a una campaña de promoción engañosa) por estar protagonizada por Jim Carrey. No. `Phillip Morris…´ tiene poco de esas comedietas idiotas en las que suele intervenir el actor, resultando un film mucho más inteligente e interesante de lo que puede parecer a simple vista. Más que a cualquier película de Carrey, `Phillip Morris...´ se parece a `Toma el Dinero y Corre´ de Woody Allen, o a `Atrápame si Puedes´ de Steven Spielberg, con el tono de algunos films de los hermanos Coen.

En lo que se refiere a lo “gay” de la historia, pues una vez que te acostumbras a ver a Carrey y a McGregor haciéndose carantoñas la relación homosexual pasa a ser algo puramente anecdótico. Por supuesto que se hacen gracias al respecto (la premonitoria visión del joven Steven en las nubes), pero la película no está construida en torno a ellas como sí lo estaba en `Brüno´ (que tenía gracia en algunos momentos y aburría en otros). No se puede más que aplaudir la forma directa y sin tapujos en que se muestra la relación, que resulta sorprendentemente creíble y con instantes ciertamente divertidos: el “basta de romanticismos, vamos a follar” de Phillip, o el “no me quieres nada” de Steven al ver que Phillip escupe de la boca el fruto de su amor (¿he sido lo suficientemente sutil?).

Tanto Carrey como McGregor están estupendos (y no, no lo digo simplemente porque se tengan que besar). El primero está a medio camino entre en histrionismo propio de él (la escena del juicio, que recuerda un poco a `Mentiroso Compulsivo´) y la contención de sus trabajos más serios (`El Show de Truman´, `Man of the Moon´) que pone en practica sobre todo hacia el final. En cuanto a McGregor pues su interpretación resulta más evidente, pues hace de alguien claramente más amanerado (“más gay” por decirlo de alguna forma). Pero sinceramente creo que también está considerablemente bien como el bonachón Phillip Morris.

Y poco más queda por decir de esta extraña y conmovedora película. Realmente me esperaba algo mucho más tópico y tonto, y me he encontrado con una comedia inteligente con la que no he parado de reír de principio a fin (de ahí el entusiasmo en mi puntuación, posiblemente algo mayor de la que se merece). Éramos cuatro en el cine y sólo me reía yo, así que o soy muy rarito o se confirma eso de que la película se está vendiendo muy mal (o sea: como lo que no es). Incluso me ha llegado a emocionar en algunos de sus momentos finales, y es que `Phillip Morris, ¡Te quiero!´ no es en el fondo más que una trágica historia de un amor imposible narrada con un tono jocoso. El drama de un hombre tan aficionado a mentir y engañar que al final la única certeza en su vida acaba siendo su amor por Phillip. La película queda perfectamente definida en su secuencia final: en la que Jim Carrey corre por un el campo con cara de felicidad (de enamorado) mientras le persiguen una docena de guardias, dispuestos a meterlo (de nuevo) en su celda.

PD: Tiene cojones que me lo haya pasado mejor con esto que con `Los Mercenarios´, pero así es. Estas cosas le hacen dudar a uno de su heterosexualidad...