`Caballeros, Princesas y Otras Bestias´, irreverente aventura

“¡Es la virgen de mi hermano, si quieres follártela tendrás que follárteme a mí primero!”

-Thadeous (Danny McBride)

He aquí un producto que, sin ser especialmente inteligente ni estar desbordante de calidad, logra más o menos su objetivo a base de gamberrismo, un poco de mala leche y mucha desvergüenza, como desgraciadamente no lo conseguía la muy blanda `Bad Teacher´. Y es que, como si de una variante cómica moderna y malhablada de los Monty Phython se tratase, David Gondon Green (`Superfumados´, `De culo y cuesta abajo´) lleva más o menos a buen puerto una fusión nada fácil de las películas gamberras de colegas de Seth Rogen y Danny McBride (guionista y protagonista de esta), con las historias fantásticas sobre caballeros, princesas y dragones. La mezcla no es siempre perfecta, y en algún momento patina un poco, pero ofrece también unas buenas dosis de carcajadas.

El argumento es más o menos el siguiente: Thadeous (Danny McBride) es un príncipe a la sombra de su perfecto hermano mayor Fabious (James Franco), y cuya única motivación es fumar hierba de brujo, beber buen alcohol y seducir a doncellas desvergonzadas. Pero cuando la prometida de Fabious, Belladona (Zooey Deschanel), es secuestrada por un malvado brujo en busca de poder (Justin Theroux), el rey (Charles Dance) da un ultimátum a su hijo: o mueve su gordo trasero y ayuda a su hermano a rescatarla o será desterrado del reino. Así pues, y sin otra alternativa que formar equipo, los dos hermanos, el inútil y el intrépido, el feo y el atractivo, se verán obligados a afrontar un viaje lleno de peligros, en el que se les unirá una misteriosa guerrera de no muy claras intenciones (Natalie Portman).

Como digo la propuesta recuerda a ratos, sobre todo por los escenarios y paisajes “cartonpiedra”, a algunas de las aventuras cómicas de los Monthy Phyton, sólo que sustituyendo su delicioso (aunque muchas veces malicioso) humor inglés por una comicidad más basta, más escatológica por así llamarlo. A pesar de ello recuerda por temática a la excepcional `Los Caballeros de la Mesa Cuadrada´ (1974), aunque el film parece querer “homenajear” o quizá parodiar a otras muchas cintas de culto como `Dentro del Laberinto´ (1986) y `Cristal Oscuro´ (1982) con el muñeco del “sabio pervertido” que es puro Jim Henson, o también al cachondearse de las cintas Disney cuando los personajes de James Franco y Zooey Deschanel se ponen a cantar (o más bien desafinar) en mitad de su boda.

Parece que hay ganas de hacer una especie de popurrí de este tipo de cintas, de cuentos e historias, para pervertirlo, para descojonarse sanamente de ello, para hacer pasar un rato divertido. La cosa funciona sólo a medias, no resultando todo lo aprovechable que podría como desconstrucción irónica del género, subrayando demasiado algunas bromas sin demasiada gracia, fruto de un guión no especialmente inspirado (como digo, obra del propio McBride, que no en vano se reserva el protagonismo de la cinta, y de Ben Best). Lo curioso es que a ratos la película funciona mejor como un sencillo film de aventuras que como comedia (como parece denotar la correcta y a ratos emocionante música de Steve Jablonsky, que parece más cómodo sin tenerse que hacer escuchar sobre las explosiones y el ruido de metal de la última de `Transformers´).

De lo que no cabe duda es que la película se beneficia de sus intérpretes, siendo especialmente curiosa la presencia de James Franco y Natalie Portman (dos de los grandes protagonistas de la pasada gala de los Oscart por `127 Horas´ y `Cisne Negro´, respectivamente) en un producto tan desenfadado como este, demostrando que hasta los mejores intérpretes tienen sentido del humor. A Franco le veo correcto pero un tanto perdido, como si siguiese interpretando al fumado de `Superfumados´ (del mismo director), a la que sí que veo pasándoselo en grande es a Portman, que se suelta la melena después de su aburrido y olvidable papel en la no menos aburrida y olvidable `Thor´ (Kenneth Branagh, 2011). Aunque lamentablemente la presencia de estos dos geniales interpretes (así como la de Toby Jones o Justin Theroux) se ve un tanto eclipsada por McBride, que lleva para bien y para mal el peso de la cinta con un personaje un tanto cargante, a ratos divertido, no muy diferente a los que suele interpretar Seth Rogen.

En definitiva, aún a pesar de la rutinaria puesta en escena de Gordon Green y a sus mediocres efectos visuales (o puede que gracias a ellos, que le añaden un encanto cutresco al asunto) `Caballeros, Princesas y Otras Bestias´ funciona más o menos dentro de la evidente chorrada que es, y que nunca oculta ser. Un producto tosco, gamberro, tonto e irreverente, cuyo sentido del humor se basa en hacer gracias con el pene de un minotauro. No digo más.