viernes, 20 de mayo de 2011

`Cisne Negro´, enfermiza búsqueda de la perfección



“La única persona que se interpone en tu camino eres tú misma.”
-Thomas Leroy (Vicent Cassel)
Hace poco se supo que Darren Aranofsky, sin duda uno de los cineastas del momento, finalmente no se encargaría de dirigir la segunda parte de `Lobezno´, proyecto al que había estado vinculado desde hace meses. Su nombre también estuvo ligado al reboot de `Robocop´, otro proyecto que finalmente no ha acabado de cuajar y del que no se sabe nada desde hace tiempo. Nada hace pensar la Fox, productora de ambas producciones así como de la que nos ocupa, haya largado a Aranofsky de dichos proyectos, pero no deja de ser triste comprobar cómo producciones comerciales que logran tener a directores interesantes al frente, auténticos autores y no peleles de la industria, no ven la luz, mientras que tenemos que aguantar luego cincuenta pelis de superhéroes que parecen todas dirigidas por el mismo tío.
Ya sólo nos queda imaginar lo que podría haber hecho un director como Aranofsky con un material tan suculento, pues no se trata ciertamente de un director convencional sino más bien un autor con todo lo que ello implica, que sin embargo ha logrado llegar a un público bastante amplio con su laureada `Réquiem por un Sueño´ (Requien for a Dream, 2000), con su convincente aunque convencional `El Luchador´ (The Wrestler, 2008) y con esta misma `Cisne Negro´ (Black Swan, 2010), aunque también le tocó que le ignoraran con la incomprendida `La Fuente de la Vida´ (The Fountain, 2006). Todas ellas, a excepción quizá de la segunda, un tipo de cine para nada convencional, en el que Aranofsky se ha esforzado por retratar la miseria humana, el sufrimiento y la autodestrucción. En mi opinión `Cisne Negro´ es el culmen de esa exploración, su película más perfecta, la más intensa, la más extraña, y en definitiva, la mejor.

Lo que viene a continuación contiene spoilers

La mejor película de Darren Aranofsky
`Cisne Negro´ nos sumerge en el curioso mundo del ballet Neoyorkino, donde la preparación es terriblemente intensa y la competencia letal. En este mundo intenta abrirse paso la tímida Nina Sayers (Natalie Portman), una chica completamente absorbida por la danza a la que se le presentará la oportunidad de interpretar el doble papel principal en la nueva obra de `El Lago de los Cines´. Ella es perfecta para interpretar al delicado cisne blanco, pero según su estricto director, Thomas Leroy (perfecto Vicent Cassel), le falta atrevimiento para transformarse en su diabólica rival: el cisne negro. Aún así ve un gran potencial en ella y le concede la oportunidad, sin saber que Nina llevará mucho más lejos su trabajo que una simple representación, obsesionándose con conseguir una representación perfecta hasta tal punto que dejará de distinguir entre la realidad y la ficción.
Para empezar, `Cisne Negro´ es Natalie Portman, y a partir de ahora, seguramente Natalie Portman será `Cisne Negro´. Con ello quiero decir que a excepción de que nos de otra sorpresa mayúscula en su carrera (que tiempo le queda) este será el papel por el que será recordado, ni por Evey en `V de Vendetta´ (James McTeigue, 2006) ni por Amidala en la nueva trilogía de `Star Wars´ (George Lucas, 1999-2005). No es para menos, y me parece completamente merecidísimo que se alzara con el Oscar a la mejor actriz la pasada edición de los Oscar, pues su trabajo (al igual que su personaje en la cinta) va más allá de una simple representación, literalmente se deja la piel, lo vive, lo sufre y, si uno se deja arrastrar por la experiencia (porque eso es `Cisne Negro´ más que una película: una experiencia) se tiene la oportunidad de sufrirlo con ella, de acompañar a Nina hasta el más profundo infierno de la locura como consecuencia de una enfermizo proceso de creación artística.


No en vano la puesta en escena de Aranofsky es completamente opresiva, con una utilización de planos muy cortos, y no en pocas ocasiones la cámara sigue a Nina desde muy de cerca (como ya hacía con Mickey Rourke en `El Luchador´), condenándonos a su punto de vista, a su mirada, a su forma de ver y entender el mundo, y no nos separamos de ella en ningún momento. Es por ello por lo que es difícil saber, incluso una vez acabada la película, qué es real y qué ficticio de todo lo que hemos visto, hasta dónde llega la realidad y qué forma parte de la trastornada mente de Nina, y realmente tampoco tiene la más mínima importancia, pues resulta absurdo buscarle un sentido preciso a una película tan psicológica, que se siente más que se entiende, y en la que se entiende perfectamente todo lo que se siente (frustración, complejos, apetito sexual, envidia, paranoia, ganas de destacar, miedo al fracaso...).
Aquí es el viaje emocional de Nina lo que importa, su sufrida transformación psicológica (que en la pantalla se llega a reflejar de forma física) de una reprimida y temerosa niñita presionada por su controladora madre (Barbara Hershey, que nada tiene que envidiar a la madre de Norman Bates en `Psicosis´) a una sensual, poderosa y peligrosa mujer, figura que de alguna manera exterioriza en otra persona que le sirve de en cierta forma de ejemplo (una muy sensual Mina Kunis), utilizándola como referente en su liberación sexual (ver la intensísima escena lésbica, que poco tiene de gratuita y en la que Nina consigue lo que no pudo lograr en su frustrada masturbación) para más tarde competir con ella, sin saber que en realidad es consigo misma con quien compite (su verdadero peor enemigo).


Y es que Nina, en su obsesión de conseguir la actuación perfecta, lograr hacer algo memorable y no convertirse en otra estrella más cuya luz se acaba apagando para finalmente quedarse en nada (el personaje de Winona Ryder, en un principio todo lo que Nina aspira a ser, pero finalmente todo en lo que teme convertirse), se desquebraja psicológicamente hasta llegar al culmen de su interpretación: acabar consigo misma, con la endeble niña que le impide alzarse y conseguir la perfección (esa genial danza final en la que el cisne negro por fin es desatado), y así se convierte en victima de sí misma. Por supuesto estamos hablando de una mente desequilibrada y enferma, no hay ninguna duda, pero no por ello deja de ser emocionante ver a una persona entregarse hasta el final por lo que hace, dar la vida por ello como ya nos mostraba Aranofsky en el triste final de `El Luchador´. En contraste este es emocionante, un clímax absoluto, convirtiendo ese mismo acto en algo fascinante, casi poético: la autodestrucción como acto de la más extrema y sublime creación artística, extirpando además la posibilidad de una degradación posterior. Una actuación única e irrepetible, ¿quizá realmente perfecta?
Por ello no deja de parecerme muy coherente que durante los títulos de crédito finales se escuchen los enfervorecidos aplausos del público (como regalo final a la entregada Nina) y no música, muy presente en el resto del film y para nada gratuita, pues pocas veces he visto una película que utilice la banda sonora de manera tan narrativa, convirtiendo la música del ballet de Chaikovski en el acompañamiento perfecto para el sufrimiento y posterior realización máxima de Nina, como si de su propio ballet se tratase, como si fuese su particular tragedia la que estuviera narrando esa música, y en cierta manera así es pues ella lo convierte en su particular tragedia.


En definitiva, `Cisne Negro´ me parece una de las mejores películas, más potentes y más arriesgadas estrenadas en los últimos años, una experiencia seguramente no apta para todo tipo de público (especialmente el aficionado a historias más “convencionales”), pero que ofrece inmensas gratificaciones al que se entrega por completo a su enfermiza y nada fácil experiencia. Algunas veces bordea peligrosamente el ridículo (las escenas de las transformaciones de Nina), pero sale airosa en todas ellas gracias al director, que consigue dotar al film de un tono de lo más terrorífico y paranoico, como en los mejores films del género. Así es `Cisne Negro´, sencillamente una jodida maravilla.

1 comentario:

Unknown dijo...

"...su película más perfecta, la más intensa, la más extraña, y en definitiva, la mejor." Más de acuerdo contigo no puedo estar. Coincido totalmente en que esta es una de las mas grandes películas que han salido en los últimos años. Gran crítica :)

Saludos desde www.rlnmovies.blogspot.com