Peabody: “¿Cuántos más hay como tú?”Evelyn Salt: “¿Como yo? Nadie.”
Desde que en 1989 debutara con `Calma Total´ (film que descubrió a Nicole Kidman) el australiano Phillip Noyce se ha especializado en dirigir thrillers, la mayoría de ellos en clave política. Buenos ejemplos de ello son las dos películas sobre el agente especial Jack Ryan (personaje creado por el escritor Tom Clancy) protagonizadas por Harrison Ford: `Juego de Patriotas´ (1992) y `Peligro Inminente´ (1994) (sobre todo la primera está muy bien). O films como `El Santo´ (1997) con Val Kilmer, o `El Americano Impasible´ (2002) con Brendan Fraser y Michael Caine, o `Atrapa el Fuego´ (2006) con Tim Robins. Todos ellas son películas que sirven para definir a Noyce como un tipo de director muy concreto, y servía para hacerse una idea de lo que podía esperarse uno de `Salt´ (2010). Pero con esta película Noyce parece haber cambiado radicalmente de estilo, optando por un espectáculo bastante más moderno, queriendo hacer algo similar a la saga de Bourne y quedándose en el intento.
Para encarnar a esta súper heroína Noyce ha vuelto a contar con Angelina Jolie, con la que ya trabajó en `El Coleccionista de Huesos´ (1999) (para quien esto firma: la mejor película de este director). Jolie es sin duda un raro caso de doble personalidad. Por un lado está la estupenda actriz de `El Intercambio´ (Clint Eastwood, 2008) o `El Buen Pastor´ (Robert De Niro, 2006), y por otro lado está la tipa dura sexy de `Tom Raider´ (2001) y `Wanted´ (2008). Aquí no hay duda de cual de las dos personalidades saca a pasear, en un tipo de papel muy físico, y estando siempre a la altura de las exigencias del mismo, pero resultando lamentablemente poco más que una Terminatrix en lugar del ambiguo personaje que podía haber dado de sí.La verdad es que no puede decirse que `Salt´ sea un mal film. Está elegantemente rodada, con escenas de acción muy conseguidas, esforzados actores (Jolie está secundada por unos más que correctos Liev Schreiber y Chiwetel Ejiofor) y la música del siempre eficaz James Newton Howard, que sin embargo me da la sensación de que se suele encontrar mucho más a gusto componiendo música intima y emocional que scores de acción (más propios de Hans Zimmer), como es el caso. El problema es que todo este equipo de profesionales está al servicio de una historia completamente absurda, sin pies ni cabeza y que en algunos momentos llega a resultar delirante.
En el guión han trabajado a cuatro manos los señores Brian Helgeland y Kurt Wimmer (basado en la historia del segundo). El primero (aparte de haber dirigido la entretenida `Payback´, con Mel Gibson) ha escrito estupendos libretos para películas aún mejores, como es el caso de `Mystic River´ y `L.A. Confidential´ (aunque curiosamente ambas son adaptaciones literarias). Pero también ha escrito guiones para cintas de entretenimiento, como es el caso de `Asesinos´ (Richard Donner, 1995), `Conspiración´ (Richard Donner, 1997) o recientemente para `Robin Hood´, `Green Zone´ y `El Circo de los Extraños´. Sus trabajos suelen estar relacionados con buenos entretenimientos, cuyo sello yo difícilmente veo aquí, así que me atrevo a señalar como responsable de este despropósito de historia al señor Kurt Wimmer, creador de los libretos para películas como `Un Ciudadano Ejemplar´ (que curiosamente también pecaba de grabes problemas en la historia, que casi la hunden en su tercio final) y sobre todo `Ultravioleta´, esa soberana gilipollez visualmente vistosa que comparte con `Salt´ el mismo tipo de heroína invencible.
Señalado ya pues, el mayor responsable de lo inverisímil e insustancial de la película, creo que se puede continuar valorando sus demás facetas... `Salt´ resulta mucho mejor que `Ultravioleta´ (que no sé ni siquiera si considerarla cine o un videojuego, o un anuncio de una hora y media) en todos los sentidos, pero se queda por debajo de la de `Un Ciudadano Ejemplar´. Y es que mientras que en esta ultima las imposibilidades de la historia venían más que nada hacia el final (salvándose el juego moral y el duelo interpretativo entre Butler y Foxx), aquí a cada momento se pone a prueba la credulidad del espectador, con una historia que a cada segundo resulta más increíble (literalmente: cualquiera puede ser un espía ruso) y sin embargo carece de la capacidad de sorprender.
Poco importa que Evelyn Salt sea al parecer un ser invencible e inmune a todo dolor. Eso forma parte de un acto de fe por parte del espectador. Quejarse de ello sería como quejarse de que a Indiana Jones nunca le acierta ningún tiro, o de que James Bond siempre tiene el artilugio adecuado para escapar de la trampa del malo. Es un juego en el que como digo el espectador debe de entrar. Pero otra cosa es que nos tengamos que tragar cosas como que se puede conducir un coche provocándole descargas eléctricas a un conductor inconsciente (la imagen de ahí abajo) o que se puede hacer un arma explosiva con un extintor y la pata de una mesa (dos imagenes hacia arriba). Ahí uno ya no tiene la sensacin de estar participando en un juego, más bien se tiene la sensación de que le están haciendo trampa.
Sin embargo creo que el verdadero problema de Salt (como personaje en sí) es que resulta un personaje muy poco humano (independientemente de sus extraordinarias cualidades). No nos llegamos a creer en ningún momento que la relación que mantiene que el aracnólogo sea algo tan especial, y en consecuencia las motivaciones de ella resultan muy pobres. Como he dicho Angelina Jolie lo intenta, y pone todo lo que puede de su parte, pero de donde no hay no se puede sacar.
Y así, la hora y media de la película transcurre sin demasiada dificultad. Entre tiros, persecuciones y conspiraciones imposibles. Sin aburrir, pero tampoco sin emocionar o entusiasmar. Creo que la película gana en su segunda mitad, cuando se aparta de el sendero marcado por su premisa (y descrito en el tráiler), y nos adentramos en territorio desconocido, donde ocurren cosas que no nos esperamos y nos hacen dudar durante unos segundos de la inocencia de Evelyn (aunque en el fondo sabemos que va a ser invariablemente la heroína de la función). Creo que es en esos momentos cuando uno ya acaba por renunciar a buscarle algo de lógica a todo y se entrega al sinsentido, viendo escenas de acción tan bien filmadas como carentes de pasión, y a Jolie repartiendo palos sin sentir en ningún momento la violencia o la intensidad del momento.
En definitiva, creo que `Salt´ es un paso atrás en la carrera de un director por lo general bastante interesante, pues de dirigir intrigas más o menos realistas Noyce ha pasado a dirigir un blockbuster completamente descerebrado, en el que sin duda se ha invertido mucho más talento del que merece. Talento como el de Jolie, el del siempre eficaz Liev Schreiber (que repite en un papel no muy diferente al de `Repo Men´), el de Chiwetel Ejiofor (cuya intervención se puede catalogar de anecdótica) y el de compositor Newton Howard (que como digo: tampoco está especialmente inspirado lejos de su colega Shyamalan). `Salt´ entretiene lo suficiente como para pasar el rato, pero deja la sensación de que podría haber dado bastante más de sí. En consecuencia nos encontramos ante una película que desaparecerá de la memoria a los pocos días de haberla visto.
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