lunes, 31 de octubre de 2011

`Criadas y Señoras (The Help)´, eficacia sin riesgos


“A veces el coraje se salta una generación. Gracias por volver a traerlo de vuelta a nuestra familia.”
-Charlotte (Allison Janney)
`Criadas y Señoras´ (The Help, Tate Taylor, 2011) se nos ha vendido desde su inesperado y bastante sonoro éxito de taquilla en estados unidos como la “sleeper” del año, esto es: esa película de la que nadie se esperaba absolutamente nada pero que acaba dando la campanada, consiguiendo un éxito de público y crítica mucho mayor de lo que parecía pretender, y siendo además una de las favoritas para conseguir gran representación en las futuras ceremonias de premios. Personalmente no se me hacía especialmente atrayente esta película, pero soy incapaz de decirle que no a una cinta protagonizada por dos de las actrices más atractivas de la actualidad, las pelirrojas Emma Stone y Bryce Dallas Howard —se da la casualidad de que la primera interpretará a Gwen Stacy en `The Amazing Spider-Man´ (id, Marc Webb, 2012), papel que ya interpretó la segunda en `Spider-Man 3´ (Sam Raimi, 2007)—. Por si fuera poco, Viola Davis, Octavia Spencer, Sissi Spacek y la omnipresente Jessica Chastain —irreconocible— completan el atractivo reparto.
Una vez vista, es fácil entender por qué la película ha tenido tanto éxito. Básicamente `Criadas y Señoras´ es una cinta “bonita”, melodramática pero bonachona, con un fondo muy bondadoso, que trata además sobre la necesidad de las ganas de superación y de luchar contra la injusticia, la discriminación social y el racismo. Es de ese tipo de película capaz de satisfacer a casi cualquier tipo de espectador, con un tema muy inspirador y conciliador, que le sirve al poco valiente director Tate Taylor para meterse en un jardín muy espinoso sin necesidad de ensuciarse demasiado, tratando estos problemas como algo lejano y ya ampliamente superado —cuando la realidad es que aún hoy hay racismo y discriminación, sólo que más disimulado y menos evidente, por tanto del doble de peligroso—. En ese sentido, la cinta peca muchísimo de su inofensivo estilo, un poco ácida en algunos momentos —el gag de la tarta— pero evidentemente poco dañina, sin ganas de levantar demasiadas ampollas, falta de garra o de mayor honestidad para con la problemática que trata.

sábado, 29 de octubre de 2011

`Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio´, pura aventura


Tintín (Jamie Bell): “¿Qué tal su sed de aventuras?”
Capitán Haddock (Andy Serkis): “Es insaciable...”
Me declaro un confeso desconocedor de los tebeos de Tintín y de la obra de Hergé en general, pero para mí esta cinta suponía una cita cinematográfica indispensable por llevar los nombres de dos creadores muy diferentes entre sí pero grandes directores igualmente: Steven Spielberg uno de los mejores narradores de la actualidad y de la historia del cine y Peter Jackson al que debemos una de las mejores trilogías del cine y uno de los últimos productos revienta taquillas de gran calidad. El que estos dos hombres se sintieran interesados por Tintín, un periodista adicto a resolver misterios acompañado por su perro Milú, bastaba para que yo mismo me sintiese interesado, y aunque el escepticismo había hecho presa de mí no pocas veces al ver los primeros trailers y recepciones críticas, lo cierto es que me senté a verla con cierta excitación, que fue bien aprovechada en los 107 minutos de aventura en estado puro que le siguieron.
Porque `Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio´ es una película elaborada a modo de complejísima y sofisticada montaña rusa que no da tregua, no deja tiempo para aburrirse y no para de divertir, entretener y emocionar. O sea: cine de entretenimiento con todas las letras, pero en el buen sentido de la palabra, pues a menudo y hoy en día más que nunca tendemos a menospreciar nosotros mismos la palabra “entretenimiento”, catalogando normalmente así aquellas películas que tienen muchos efectos y que cumplen sin más. Pero precisamente Spielberg y Jackson son dos directores que entienden y respetan verdaderamente el significado de esa palabra, y por eso entendemos la complicación y esfuerzo que les habrá llevado construir esta pequeña joya que, apoyada en las nuevas tecnologías, es capaz de ser una aventura a la vieja usanza, en la que sin haber leído siquiera un cómic de Tintín en la vida casi se siente cómo páginas de tebeo que cobran vida, se respira ese tipo de aventura ingenua, despreocupada y nostálgica, que tiene mucho que ver con la famosa saga del arqueólogo dirigida por el propio Spielberg.

sábado, 22 de octubre de 2011

`La Cosa (The Thing)´, la imperfecta replica de una obra maestra


“No todos somos humanos…”
-Kate Lloyd (Mary Elizabeth Winstead)
Es curioso que a pesar de que el cine de John Carpenter no haya sido nunca especialmente exitoso y que este hombre se haya movido la gran mayor parte de su carrera entre presupuestos ínfimos y tipo de producción serie B aunque en muchas de sus obras hay más inteligencia y mejor cine que en la mayoría de serie A—, a Hollywood le esté pareciendo un buen negocio actualizar algunas de sus películas más famosas, como ha sido el caso de remakes como la efectiva `Asalto al Distrito 13´ (Asault to Precint 13, Jean-François Richet, 2005), la desastrosa `Terror en la Niebla´ (The Fog, Rupert Wainwright, 2005) y la entretenida `Halloween, el Origen´ (Halloween, Rob Zombie, 2007). Ahora le ha tocado el turno a este mitad remake mitad precuela de la mítica `La Cosa´ (The Thing, John Carpenter, 1982), que nos llega en esta época tan cercana a Halloween como una inquietante oferta para ir al cine una fría noche y pasar —con suerte— un poco de miedo.
Personalmente, creo que no deja de ser irónico que estos mismos proyectos se estén levantando en la misma época en la que Carpenter es casi un apestado en Hollywood, al que casi ni se le da el presupuesto necesario para sacar adelantes proyectos más interesantes que la apagada `Encerrada´ (The Ward, 2010) —espero que como mínimo le paguen algo por explotar así sus obras y engrosar un poco su cuenta—. Mientras, Universal Pictures ha puesto al parecer un bastante generoso presupuesto en manos del debutante de nombre impronunciable Mathijs Van Heijningen Jr., que se ha visto al mando de la difícil tarea de reconstruir el universo de una de las películas de ciencia-ficción y terror más famosas de la historia del cine, amén de una de las criaturas más memorables —y no será la última vez que veremos un proyecto similar, pues el mismo Ridley Scott estrenará próximamente la precuela de su obra maestra, `Alien, el octavo pasajero´ (id, 1979), de nombre `Prometheus´ (id, 2012)—.

sábado, 15 de octubre de 2011

`Contagio´, ¡sálvese quien pueda!


“Nos descifra más rápido que nosotros a él…”
-Dr. Ellis Cheever (Laurence Fishburne)
Parece ser que Steven Soderbergh ha hecho todos los esfuerzos habidos y por haber para ganarse el título de director inclasificable, que se desenvuelve con igual soltura por cine comercial `Ocean´s Eleven´ (id, 2001)como el de autor `Traffic´ (id, 2000), la que personalmente considero su mejor película, llegando a estrenar un mismo año dos cintas tan dispares como una peculiar comedia —`¡El Soplón!´ (The Informant, 2009)— y un extrañísimo drama `The Girlfriend Experience´ (id, 2009). Y aunque en general este es un aspecto que me gusta de él, que convierte su cine en algo llamativo y difícil de definir, en lo personal no puede desprenderme de la molesta sensación que los resultados nunca son tan positivos como las intenciones, y que en general el cine de Soderbergh queda por debajo de lo esperable en un director de su bagaje y sus evidentes conocimientos fílmicos, como demuestran ejercicios estériles como `El Buen Alemán´ (The Good, German, 2006), o el decepcionante díptico sobre la figura del Che `El Argentino´ (Che: The Argentine, 2008) no estaba mal, pero `Guerrilla´ (id, 2008) fue un bluf total.
Al parecer no debo de ser el único que tiene pegas en este aspecto con el cine de Sodenbergh (que como aficionado al séptimo arte siempre me ha parecido al menos interesante en muchos aspectos, aunque no termine de amistarme con su cine), y de hecho el director harto de tanta incomprensión anunció hace un par de meses su retirada del cine en cuanto terminara con los proyectos que tenía entre manos (que por cierto no son pocos). Una lástima en mi opinión, porque si bien Sodenbergh no me emociona especialmente me parece un director capaz de cosas muy interesantes (otras infumables como `Solaris´, también es verdad), y buena muestra de ello es sin ir más lejos esta última película que ha dejado en nuestras carteleras, un film a medio camino entre lo minoritario y lo comercial, con grandes estrellas (reparto espectacular) pero sin efectos especiales ni efectismos, en el que Sodenbergh demuestra que es capaz de lo mejor.

domingo, 9 de octubre de 2011

`Crazy, Stupid, Love´, una comedia romántica con alma


“No debí saltar de ese coche. Debí luchar por ti.”
-Cal (Steve Carell)
Es agradable que, por mucho que se hagan decenas, cientos de comedias románticas al año que repitan los mismos esquemas sin variar lo más mínimo, tirando de la fórmula de éxito fácil (no cuestan demasiado y suelen recaudar bastante) y desaprovechando completamente a actores conocidos que sirven como reclamo cara a la taquilla; que por lo menos haya una, al menos una, que sin ser necesariamente original ni pretender romper ningún esquema consiga dibujarte una sonrisa cómplice durante todo el metraje, implicarte en la historia de unos personajes que te importan y satisfacerte como espectador sin necesidad hacerte replantearte tu vida (o igual sí…). Así es como deberían de ser las películas, al menos como mínimo, y he aquí un producto sin duda mucho más honesto que la mayoría, que ofrece todo lo que no conseguía `Con Derecho a Roce´ (Friend With Benefits, Will Gluck, 2011), película con la que compartía cartelera.
No es de extrañar ver a la pareja de directores Glenn Ficarra y John Requa como los principales nombres detrás del proyecto, y aunque la película no tenga un toque tan políticamente incorrecto como la atípica e hilarante `Phillip Morris, ¡Te Quiero!´ (I Love You Phillip Morris, 2009) ni destile la mala leche de su guión para `Bad Santa´ (id, Terry Zwigoff, 2003)probablemente porque en esta ocasión los directores se dedican exclusivamente a la dirección basándose en un libreto escrito por Dan Fogelman saben dar a esta en el fondo conservadora comedia romántica algo de lo que justamente suelen carecer este tipo de películas: personalidad. `Crazy, Stupid, Love´ es una película que se siente auténtica, sin artificios, ya sea cuando tira por la acidez y las adecuadas dosis de comedia como cuando se pone más dramática e incluso abiertamente romántica: la conversación de Cal (Steve Carell) con su mujer mientras esperan para hablar con la tutora de su hijo, la noche en la que el vividor interpretado por Ryan Gosling conecta por primera vez en su vida con alguien, o el algo más tópico discurso final.

sábado, 8 de octubre de 2011

`Intruders´, temores infantiles



“Los monstruos son cobardes, si les plantas cara huyen.”
-John Farrow (Clive Owen)
El estreno de `Intruders´ (id, 2011) se ha rodeado de cierta expectación por dos motivos: uno, el ser una oferta española radicalmente opuesta en temática y en forma a lo que se suele hacer normalmente en nuestro país (en otras palabras, que parece americana) y el estar protagonizada por una estrella del calibre del carismático Clive Owen (cuyo mejor papel sigue siendo y parece que siempre será el triste Theo en la magistral `Hijos de los Hombres´). Esa expectación y el notable éxito en taquilla han sido contrastados con una recepción un tanto fría por parte del público y unas críticas ciertamente mediocres, que parecen haber empañado parcialmente el tercer largometraje del prometedor Juan Carlos Fresnadillo (`Intacto´, `28 Semanas Después´). No estoy para nada de acuerdo con estas reacciones y, pese a sus defectos, `Intruders´ no me parece para nada un tropiezo del director español, sino un aporte muy interesante.
Incluso diría que ahora estoy más interesado por la carrera de Fresnadillo, porque he visto que es narrativamente capaz de mucho más de lo que había demostrado en la entretenida `28 Semanas Después´ (buena película, pero inferior a la original de Danny Boyle). No es que esta sea tampoco una gran película ni mucho menos, pues creo que el guión no está en muchos momentos a la altura de las circunstancias y depende de demasiadas trampas para justificar su final sorpresa, que no termina de dar totalmente sentido a la historia, en general muy cogida por los pelos. Ahí está el mayor y el único verdadero defecto de la película: que no es más que un artificio construido sobre unos cimientos no demasiado sólidos. Pero no por ello hay que dejar de valorar la construcción en sí, que convierten a la película en algo lo suficientemente interesante, una correcta y efectiva cinta sobre miedos infantiles, temores nocturnos y la figura amorfa del hombre del saco.

lunes, 3 de octubre de 2011

`El Arte de Pasar de Todo´, ser joven y estar perdido



George (Freddie Highmore): “Traidora, sádica y maldita zorra…”
Sally (Emma Roberts): “Yo también te quiero.”
Creo que sería muy fácil menospreciar y atacar una película como `El Arte de Pasar de Todo´ (The Art of Getting By, Gavin Wiesen, 2011), una de esas cintas de toque independiente que en realidad no difieren mucho de otro tipo de comedias románticas adolescentes que nos vienen de los Estados Unidos. Pero la verdad es que después de haber asistido a su agradable visionado no encuentro razones de peso para hacerlo, como tampoco entiendo el que hay tenido una distribución tan pobre (al menos en mi territorio), y que haya pasado sin pena ni gloria. Vale que no pueda compararse en calidad a otras películas producidas por el mismo estudio (la estupenda `(500) Días Juntos´ y la simpática `Juno´), pero el debutante Gavin Wiesen dirige una película que se siente en todo momento honesta y sincera mientras que trata con problemas y sentimientos con los que son muy fáciles caer en la manipulación o exageración.
Y es que teniendo en cuenta el tipo de películas de este tipo (calculo que se hacen unas cien al año), protagonizadas por jóvenes estrellas que se enamoran, se dicen cuánto se quieren, surge algún tipo de problema o confusión, se soluciona y bla, bla, bla… `El Arte de Pasar de Todo´ es una pequeña joyita, cuya falta total y absoluta de pretensiones o ambición alguna es seguramente su mejor baza. Es sin duda una película pequeña, orgullosa además de serlo, y que quizá por ello ha estado condenada desde un primer momento a ser ignorada o no hacerse notar… como el mismo protagonista (un crecidito Freddie Highmore, ese chaval que lo hacía estupendamente en `Descubriendo Nunca Jamás´ y `Charlie y la Fábrica de Chocolate´), solitario y encerrado en su propio mundo, sin nada que decir y nadie que quiera escucharlo, hasta que entra en escena la llamativa Sally (Emma Roberts, simplemente pasable).

domingo, 2 de octubre de 2011

`Los Tres Mosqueteros 3D´, chapucera aventura


“Lucha por amor D'artagnan, Francia se defenderá sola.”
-Athos (Matthew Macfadyen)
Cuando se anunció que Paul W.S. Anderson llevaría a la gran pantalla su propia versión en 3D de `Los Tres Mosqueteros´ (The Three Musketeers), la inmortal novela de Alejandro Dumas, muchos nos llevamos las manos a la cabeza. Y con toda la razón del mundo. Recordemos que el director, responsable de lindezas como `Alien vs. Depredador´ (Alien vs Predator, 2004) y `Death Race´ (id, 2008), ya nos había dejado muestras de su sentido del espectáculo en versión 3D con la cuarta nefasta entrega de la franquicia que el mismo inició, `Residel Evil: Ultratumba´ (Resident Evil: Afterlife, 2010), dando como resultado una película ridícula y aburrida, la peor de toda la saga y una de las peores del año pasado. No parecería pues, que su incursión en el cine de aventuras clásico de la mano de las nuevas tecnologías fuera a dar mejores resultados, por mucho que el material del que partiera fuera harto mejor que los guiones que suele sacarse él mismo de la manga.

Además, soy de los que opinan que el 3D no favorece nada al cine de época (ya lo dije en mi crítica de `Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas´), pues a diferencia del de ciencia ficción o animación (en el que hace que los efectos digitales adquieran volumen dotándolo de mayor veracidad), lo que consigue es que todo se note más falso e irreal, es más difícil creerse la época ficticia en la que se desarrolla. Pero Anderson, gran admirador de este formato (se dice que le compró las cámaras al mismísimo James Cameron), argumentaba todo lo contrario: que se le podía sacar mucho partido al 3D en este tipo de películas y que lo iba a demostrar. Por mi parte, lo único que ha demostrado es que deberían de prohibirle dirigir, o al menos penalizarle por un par de años, por realizar semejante esperpento. Un producto torpe, absurdo e incluso cutre que es un insulto para la novela de Alejandro Dumas.