miércoles, 8 de junio de 2011

`Código Fuente´, inteligente y sencillo entretenimiento



Colter Stevens (Jake Gyllenhaal): “¿Qué harías si supieras que te queda menos de un minuto de vida?”
Christina Warren (Michelle Monaghan): “Hacer que cada segundo cuente.”
El hijo del cantante David Bowie, cuyo nombre no es otro que Duncan Jones, es definitivamente un director al que hay que seguir la pista, como ya dejaba claro en su interesantísimo debut hace dos años con la estupenda `Moon´ (id, Duncan Jones, 2009), una de las pocas películas en los últimos años que han aprovechado debidamente (y por partida doble) a ese gran actor condenado a eterno secundario que es Sam Rockwell (prácticamente el único protagonista de la cinta). Y tampoco es que `Moon´ fuese un film especialmente original ni llamativo, con grandes efectos y aires de grandeza, sino que más bien su valía residía en lo contrarío: en su sencillez, sus pocas pretensiones y en la emotividad con la que afrontaban la historia, que bebía de barias fuentes sin querer en ningún momento competir con ellas (la más clara: `2001: Odisea en el Espacio´).
Afortunadamente Jones ha sabido mantener a la perfección ese toque íntimo en su salto a un cine más de entretenimiento, consiguiendo una cinta que (como `Moon´) no pretende en ningún momento reinventar el cine, sino que se dedica a coger un punto de partida curioso y a jugar con él apostando por la sencillez, por la poca complicación, por el minimalismo si se quiere, lo cual puede resultar para muchos un pecado en la época de Christopher Nolan y sus mastodónticas producciones. Vale que `Código Fuente´ sea un film mucho más pequeño que `Origen´, con el que comparte el tipo de juego “mental laberintico”, pero no por ello debe de tener miedo de mirarle frente a frente a la cara, pues si bien su campo de juego es menor su juego es impecable, aprovecha perfectamente las posibilidades dramáticas y narrativas que la historia ofrece, y ejecuta perfectamente su función. En otras palabras: es un film que sabe a dónde quiere llegar y no tiene ningún problema en llegar hasta allí. ¿Cuántas cintas de entretenimiento pueden decir lo mismo?

En la época en la que muchos entienden, en una (en mi opinión) errónea idea del entretenimiento, que este consiste en que no paren de suceder cosas en pantalla, en que haya muchas explosiones, muchas persecuciones, muchos efectos, mucho ruido… Sin importar que todo esto esté bien unido o no entre sí. No deja uno de agradecer que venga un tipo como Jones que tenga la valentía de llevar la contraria, de construir algo con un mayor grado de precisión e interés, alzando la honestidad por bandera y la emotividad como arma. En ese sentido el hijo de Bowie no se diferencia mucho de M. Night Shyamalan (quizá sin contar `The Last Airbender´), otro que va a su bola tomando como partida argumentos muy manidos (fantasmas, superhéroes, extraterrestres) para tratarlos a su manera, y quizá contribuye también algo el que en este caso concretamente la banda sonora (obra de Chris Bacon) recuerde tan descaradamente a la compuesta por James Newton Howard para `Señales´ (Signs, 2002) ya desde los títulos de crédito, que a su vez son puro Hitchcock.
Y es que sin duda el director de `Los Pájaros´ (1963) y `Psicosis´ (1960) es otro de los grandes referentes de Jones (y a su vez del mentado Shyamalan) a la hora de construir este film que, quitando el elemento de ciencia-ficción, no se diferencia mucho del tipo de cintas de suspense que solía realizar el veterano cineasta (hoy por hoy considerado uno de los mejores de la historia, pero que en su día recibió todo tipo de desprecios por parte de la crítica). De hecho el punto de partida, una ficción completamente imposible aunque perfectamente creíble gracias a la buena mano del director, no deja de ser una excusa para desarrollar un juego laberintico que se desarrolla a lo largo de ocho insignificantes minutos en el que se lleva a cabo un ejercicio de descarte, de jugar, como en el Cluedo, a ver quién es el malo en un terreno limitado, sólo que la restricción en este caso no es una mansión sino un espacio temporal. Como digo el punto de partida tiene su interés, pero también su peligro, pues se corre el riesgo de lograr resultar repetitivo, incluso aburrido.

Afortunadamente Jones juega bien sus cartas, desarrolla de manera inteligente los acontecimientos de esos ocho minutos, al mismo tiempo que saca provecho de todos sus intérpretes, desde un estupendo Jake Gyllenhaal (que es buen actor, pero no se nota cuando se mete en cosas como `Amor y Otras Drogas´ o `Prince of Persia´), que interpreta al capitán Colter Stevens, hasta una magnifica Vera Farmiga (actriz que de hecho me encanta), en el secundario pero precioso personaje de Goodwin, pasando por la atractiva y cumplidora Michelle Monaghan, cuya Christina es quizá la que peor sale parada por lo limitado de su carácter, aunque poco se le puede echar en cara a la actriz, que está tan encantadora como siempre. Como guinda final del pastel, resulta igualmente agradable descubrir al final que `Código Fuente´ no es tanto jugar a quien es el malo (de hecho la identidad del mismo así como sus motivaciones es de lo más tópico de la cinta) como una historia que habla sobre el tiempo y, sobre todo, sobre nuestras elecciones y deseos.
No en vano el personaje de Gyllenhaal tiene que revivir varias veces ese mismo instante en el tren para darse cuenta de lo que verdaderamente quiere, y para tener la determinación de llevarlo a cabo. Y es que pocas cintas he visto que capten tan bien el significado de la expresión “carpe diem” como sucede en los últimos minutos de `Código Fuente´, todo un canto a la libertad y a la rebeldía (la elección de Goodwin) donde de una manera hermosa se nos dice que somos nosotros mismos los que construimos nuestra propia realidad, fuera de la dictadura a la que nos someten, ya sea un ambicioso científico del gobierno o la amarga rutina, las cosas que no nos atrevimos a decir (la purificadora llamada de un hijo a un padre) o a hacer (invitar a una chica a un café). Todo ello queda perfectamente captado con un bellísimo plano congelado que parte de algo tan sencillo y poderoso como un beso, en el que todo lo demás excepto ese momento es irrelevante, y todo es así perfecto. Si la película hubiese terminado justo ahí, en mi opinión hubiera ganado puntos (y no es que el final que tiene me disguste, pero ese era perfecto).

Humilde, sencilla, inteligente, entretenida. `Código Fuente´ es un tipo de producción como desgraciadamente ya no se hacen. Queda en mi opinión algo por debajo de la mucho más emotiva y desgarradora `Moon´ (por cierto, las escenas en las Colter habla con Goodwin desde la soledad de una especie de nave recuerdan directamente a las de Sam y GERTY), pero sigue siendo otro enorme tanto en la aún incipiente carrera de Duncan Jones. Como digo, habrá que seguirle la pista.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Yo la vi y me encanto! No a nivel de Inception, pero esta película de Duncan Jones es una de las joyas en lo que van de este año. Sin embargo (y es algo que no comentas mucho) su guión no me pareció muy convincente, y no hablo de su desarrollo sino a lo que respecta a lo qué es el 'Código Fuente', lo digo porque su explicación, honestamente, yo no me la creí y pienso que pudierón inventarse algo mejor.

Buen post :)

Alain Rodriguez dijo...

"una ficción completamente imposible aunque perfectamente creíble gracias a la buena mano del director"

Eso es lo único que me ha interesado remarcar realmente. Sencillamente el argumento ciéntifico no tiene ni pies ni cabeza porque, ¿cómo se puede descubrir información nueva a partir de la mente de alguien que sólo conserva almacenados 8 minutos? Es imposible.

Pero yo no lo veo realmente como un defecto, sino sencillamente como algo que hay que aceptar para entrar en el juego de la peli, de la cual el mecanismo del código fuente no es realmente el epicentro sino más bien una excusa para crear una peculiar trama policiaca al tiempo que se reflexiona sobre cosas como el tiempo o los deseos. Ahí sí que han elavorado un guión sólido e inteligente, por más que parta de una idea inverosímil. Al menos así lo creo yo.

Unknown dijo...

Bueno, lo de "un sueño dentro de un sueño dentro de un sueño" tampoco es posible, pero Nolan lo maneja de una manera más creíble. Ojo, no dije que la historia que cuenta Jones sea mala...al contrario, es brillante! Lo único que (almenos a mi) no me agrado fue su explicación de lo que es el "Codigo Fuente". Sobre todo lo demas como el desarrollo...mis respetos