“Me da igual lo que digas o cómo lo digas, sé que tú no lo hiciste. Sé quien eres, sé cómo eres, y te prometo que no voy a dejar que esto se convierta en tu vida.”-John Brennan
No se está hablando demasiado de `Los Próximos Tres Días´ (The Next Three Days, Paul Haggis, 2010). Ni ha sido anunciada en televisión, ni se han visto demasiados carteles promocionales colgados en las entradas de los cines, ni ha sido nominada para entregas de premios como los Globos de Oro (cuando incluso una película tan mediocre como `The Tourist´ ha consiguió tres nominaciones). Todo ello parece confirmar que nadie se ha mostrado especialmente interesado en la nueva película protagonizada por el siempre carismático actor Russell Crowe y dirigida por el casi siempre interesante guionista y director Paul Haggis, que se estrenó sin hacer demasiado ruido el pasado 5 de enero, junto con estrenos mucho más sonados como `También la Lluvia´ o `Camino a la Libertad´.
Toda esta situación no deja de llamar la atención si tenemos en cuenta que Haggis es un reputado guionista que ha escrito libretos para películas muy famosas (`Million Dollar Baby´, `Banderas de Nuestros Padres´, `Cartas desde Iwo Jima´, `Casino Royale´), y que saltó a la dirección a lo grande con la multipremiada `Crash´ (id, 2004). En mi opinión aquel film (que le quito el Oscar a `Brokeback Mountain´ y a `Munich´) no pasaba de interesante, y realmente me convenció mucho más el segundo trabajo de este hombre como director: la magistral `En el Valle de Elah´ (In the Vallery of Elah, 2007). Con esos antecedentes, y con Russel Crowe al frente del reparto, es incomprensible que la tercera película de Paul Haggis haya pasado por cartelera sin pena ni gloria, mucho más después de verla.
Un entretenimiento muy bien realizado
Y es que mientras uno está viendo la película se da cuenta de que se encuentra ante un producto honesto, bien realizado, entretenido y, ¿por qué no decirlo? Bueno. Cierto es que se trata de un film abiertamente más comercial que los anteriores trabajos de Haggis. Pero aun así no me tiembla el pulso al escribir que `Los Próximos Tres Días´ es una película muy buena, con la que he disfrutado más que con cualquier otra cinta esta temporada, y que durante las dos horas que ha durado me ha mantenido involucrado en todo lo que sucedía: me ha emocionado, me ha tenido en tensión y finalmente me ha dejado feliz y satisfecho. Todo lo que se le puede pedir a un buen entretenimiento y que sin embargo rara vez lo ofrecen.
No quiero engañar a nadie. La trama de `Los Próximos Tres Días´ no es nada del otro mundo y puede recordar a una treintena de películas ya vistas. Se trata además de un remake de un film francés estrenado hace un par de años titulado `Cruzando el Límite´ (Por elle, Fred Cavayé, 2008), con el que comparte el mismo punto de partida: John Brennan (Crowe) es un profesor de literatura que lleva una feliz vida de casado junto a su mujer Lara (Elizabeth Banks) y su hijo Luke. Pero cuando una mañana Lara es repentinamente arrestada por la policía, acusada de asesinato, el mundo de Brennan se derrumba. John está convencido de la inocencia de su esposa y libra una encarnizada batalla legal para liberarla, hasta que finalmente se le acaban los recursos y se ve en un callejón sin salida. Es en ese momento cuando debe de darse por vencido y aceptar lo evidente, pero sencillamente no puede.
“El pensamiento racional destruye el alma”, llega a decir John en un momento clave de la cinta. El momento en el que las circunstancias le convierten a él, un tipo normal y corriente, en un hombre desesperado, que hará lo que haga falta por sacar a su mujer de la cárcel, ya sea contactar con expertos en fugas de prisión (un simpático cameo de Liam Neeson), meterse en malos barrios para conseguir un pasaporte o investigar en internet cómo se hace una llave maestra. Crowe está fantástico (como casi siempre), haciendo creíble la figura de este profesor reconvertido en héroe de acción, pero en ningún momento un superhéroe. John Brennan es imperfecto y vulnerable, y por ello creíble e interesante. El amor que siente por su esposa y por su hijo es palpable, puede notarse en cada una de las escenas que comparten, así como la difícil relación con su padre (genial el momento de la despedida). Todo ello facilita la involucración del espectador y posibilita el disfrute de todo lo que viene a continuación.
Claro que no nos encontramos ante un drama profundo sobre el dolor y la pérdida (como los mucho más ambiciosos anteriores trabajos del director), sino ante cine de entretenimiento puro y duro, que encuentra sus mayores virtudes en su efectiva realización, en la inmensa labor actoral de su protagonista (Russell Crowe cada vez me cae mejor) y en momentos determinados o en la utilización de la música (de un irreconocible Danny Elfman). No es el tipo de película que me sorprende que haya sido olvidada de los Oscar, pero sí que es una de esas cintas que me recuerda (mucho más que otras aparentemente mejores) por qué soy aficionado al cine, que logra hacerme olvidar que estoy sentado en una butaca para meterme de lleno en la historia.
Sin duda la parte en la que mejor se consigue eso último, es en la que se narra todo lo anterior a la fuga en sí (más de media película): el duro golpe en la vida de John, su incapacidad para rendirse, la preparación milimetrada de la fuga y posterior huida, o la relación que mantiene con la madre de una de las compañeras de clase de su hijo (interpretada por Olivia Wilde), que supone una posibilidad para John de rehacer su vida con otra persona que sin embargo no parece ni contemplar. Es en esos momentos cuando el peso de la película está sostenido por Crowe, y cuando mejor funciona. Desde el momento en que se da la fuga, `Los Próximos Tres Días´ se torna en un thriller más convencional, y por tanto menos interesante, en el que la perspectiva de la policía cobra fuerza sin venir demasiado a cuento. Pero ni siquiera ese leve defecto de última hora reduce el interés del producto ni disminuye el entretenimiento.
En definitiva, probablemente `Los Próximos Tres Días´ no sea un film memorable ni una gran película, pero me lo he pasado mejor de lo que lo había hecho en meses sentado en una butaca de cine. Algo que estoy seguro que tiene mucho más que ver con una agradable experiencia momentánea que con la gran calidad del producto en sí, pero ¡qué diablos! A veces el cine también es dejarse arrastrar por lo que más le mueve a uno por dentro, y la sensación que tengo yo es la de haber asistido a un buen espectáculo, emocionante y entretenido como pocos.
PD: Lo próximo de Haggis será otro remake, esta vez el de la española `Celda 211´. A ver qué sale de ahí...
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