sábado, 16 de octubre de 2010

`Siempre a mi lado´, el drama de una estrella adolescente



“No puedo abandonar a mi hermano, él jamás me abandonaría.”
-Charlie St. Cloud
¡Pobres ídolos adolescentes! Por si tuvieran poco con el éxito, todo el dinero, los coches y ropa de lujo, las fiestas exclusivas, las babeantes fans... y ya no se me ocurre qué más, también tienen que lidiar con que no van a ser jóvenes y atractivos para siempre, y que al final nadie les va a tomar en serio. No son pocos los casos de estas estrellas que fueron un boom en su momento y de las que al final nadie se acuerda. Muchos acaban muertos de sobredosis en la entrada de una discoteca, victimas de su propio éxito. Por eso no me extraña nada que algunas de esas estrellas (las más previsoras) busquen el cambio desesperadamente, acogiéndose a eso de “renovarse o morir”.

Eso es lo que parece pretender la ex-estrella Disney Zac Efron (`High School Musical´, `17 Otra Vez´) con `Siempre a mi lado´ (`Charlie St. Cloud´), película basada en la novela homónima escrita por Ben Sherwood (quien ha intervenido en el guión). El film (y supongo que el libro) narra la extraña vida de Charlie (Efron), un muchacho amante de la navegación que todo el mundo sabe que va a tener un gran futuro, pero que sin embargo lo deja todo de lado al fallecer su hermano en un accidente de coche al que él sobrevive. Charlie abandona su prometedor futuro por un trabajo en el cementerio en el que está enterrado su hermano, al que sigue viendo inexplicablemente y con el que se reúne para jugar a beisbol todas las tardes. Todo esto amenazará con cambiar al entrar en juego una chica: Tess (Amanda Crew).



El dilema que se le plantea a Charlie es el siguiente: el elegir entre el recuerdo de su hermano fallecido o una relación con esa chica de la que se enamora y que supone una vida nueva, lejos de ese lugar. Vale, suena a pastelón dramático insoportable. Lo sé. Pero creo que aquí había ideas  lo suficientemente interesantes para hacer algo con fuerza. Como la pérdida de un ser querido, el rechazo a dejar machar su recuerdo y (sobre todo) el que aferrarse al pasado nos impide avanzar y crecer como personas (¿acaso no trata Nolan el mismo tema de forma intensa en `Origen´?). El problema es que todas esas ideas que plantea `Siempre a mi lado´ se quedan sencillamente en eso, en ideas que no acaban de ser explotadas. Y el resultado es una película floja, de la intensidad dramática de un telefilm de sobremesa (uno de los que salía del cine se refirió a ella como `Mensaje en una Botella´ para adolescentes, y no andaba muy desencaminado).


En primer lugar, me parece como mínimo cuestionable que Burr Steers fuese el director apropiado para dirigir esta película. Steers había debutado hace un par de años con la comedia adolescente `17 Otra Vez´ (también con Efron), que era una actualización floja de comedias ochenteras como `Big´ o `Regreso al Futuro´ (sin el encanto ni la calidad de ninguna de ellas). Al contrario de lo que puede parecer, fue Efron el primero en vincularse a este proyecto, y el que recomendó a Steers porque (cito textualmente) “era un trabajo perfecto para él”. Visto el resultado a uno le cuesta imaginar por qué era Steers el apropiado para dirigir `Siempre a mi lado´ más allá de lo bien que pudiera entenderse con su estrella protagonista.

`Siempre a mi lado´ está técnicamente tan bien rodada como cualquier producción estadounidense media (que para eso tienen el dinero). Pero Steers resulta un director sin imaginación, incapaz de aprovechar el bello paisaje costero que tiene a su disposición o de rodar algo que tenga la menor fuerza. Es por ello por lo que se puede decir que la película está resuelta generalmente con corrección, pero sin la menor pasión (la muerte de Sam, por ejemplo). A parte de esa sosería general, también resulta ser un director incapaz de jugar con los géneros, lo cual intenta en varias ocasiones. De modo que en los momentos en que se busca ser romántico (el “corre que te pillo” en la oscuridad de Charlie y Tess) o cómico (las gaviotas) la película cae en el más absoluto de los ridículos. 

Pero creo que lo que mayor daño le hace a la película, lo que la impide funcionar bien como drama, es su parte fantástica, especialmente cuando adquiere mayor importancia en su último tercio. Y es que no es lo mismo contar la historia de un muchacho atormentado por el recuerdo de su hermano fallecido que contar `El Sexto Sentido´. Presupongo que todo esto estaba así en la novela de Sherwood, pero es Steers el que a mí me parece indeciso, como si no supiera muy bien lo que quiere contar, y esa incertidumbre se traslada inevitablemente al espectador, que cuando se da cierto “giro inesperado” más que sorpresa siente que le están tomando el pelo.

En cuanto al trabajo de Efron (ejem), pues me ha parecido esforzado (que no exactamente bueno). Siendo honestos, está mejor de lo que esperaba, y se ve que el tío lo intenta, pero sencillamente no logra ser el chico de pueblo que debería de ser Charlie St. Cloud. Efron sigue pareciendo en todo momento lo que es: una estrella disfrazada, el mismo niñato cantarín de `High School Musical´. Su cara aniñada y su peinado moderno impiden que nos creamos al personaje que interpreta, y eso es un grave problema para un actor que pretende tener algún futuro (y sino que se lo digan a Leonardo DiCaprio, al que le costó tiempo y esfuerzo empezar a ser tomado en serio). Sin embargo Efron también posee cierta naturalidad y un saber estar ante la cámara bastante más estimable que el de su compañera de cartel Amanda Crew, que está sencillamente horrible. 

En definitiva, no creo que `Siempre a mi lado´ sea un gran tanto en la carrera de Efron. Más bien diría que es todo lo contrario, pues es una película que está construida en torno a su calidad de estrella juvenil y en la que no hay lugar para nada más, como denotan las anecdóticas apariciones de Kim Basinger y Ray Liotta (en un personaje muy bondadoso y muy desperdiciado). Tan sólo salvaría la relación entre los dos hermanos, que tiene momentos conseguidos e incluso alguno bastante entrañable, fruto de la complicidad que logran Efron y el joven actor que interpreta a Sam (Charlie Taham hace un trabajo más que correcto). El resto es un drama con tintes sobrenaturales sin fuerza, y una historia de amor bastante tonta, que me hace pensar que quizá Efron y Steers (en caso de seguir trabajando juntos) deberían de centrar su atención en proyectos menos pretenciosos.

PD: Robert Pattinson también intentó que le tomaran en serio con el drama `Recuérdame´ (Allen Coulter, 2010), que sin ser un peliculón sí que resultaba un film bastante estimable.  

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