lunes, 26 de septiembre de 2011

`Los Amos de Brooklyn´, estupendo drama de acción policial


“Yo no quiero el perdón de Dios. ¡Quiero su ayuda!”
-Sal (Ethan Hawke)
Nunca dejaré de sorprenderme en cuanto a temas de distribución se refiere, pues es algo que se me antoja completamente incomprensible. Y es que mientras que películas que no valen un pimiento o que parecen no tener demasiado interés inundan nuestras carteleras semana tras semana, otras aparentemente perfectamente comercializables nunca llegan, mientras que una pequeña minoría acaba llegando años después, cuando ya nadie se acuerda siquiera de ellas, normalmente en DVD pero a veces incluso pasando discretamente por cartelera. Ese último ha sido el caso de la que aquí se ha dado a conocer como `Los Amos de Brooklyn´ (Brooklyn´s Finest, Antoine Fuqua, 2009), una película que ya pensaba que tendría que ver por medios ilegales, pero que me alegro haber tenido la oportunidad de disfrutar en una sala de cine, como debe ser.
La cinta dirigida por el afroamericano Antoine Fuqua no es el colmo de la originalidad, desde luego, y recorre con descarado orgullo los tópicos del género policiaco, centrándose en tres historias que representan tres caras y modos de ver la vida en torno al difícil trabajo policial: la de un policía joven apurado por las deudas y tentado a la corrupción (Ethan Hawke, repitiendo con el director tras la potente `Training Day´), la de uno veterano al que el dedicar toda su vida a ese trabajo le ha convertido en un cínico solitario que sólo espera la jubilación  (Richard Gere, en mi opinión uno de sus mejores papeles de toda su carrera), y por último la complicada situación del policía infiltrado protagonizando una lucha interna entre el policía que es y el criminal que se ha visto obligado a interpretar durante tanto tiempo (Don Cheadle), viéndose obligado a traicionar a gente a la que ha llegado a coger aprecio.

Ciertamente todo en `Los Amos de Brooklyn´ suena a ya visto, además de que la película parece un desesperado intento de Fuqua por emular los resultados que obtuvo con su notable `Training Day´ (Día de Entrenamiento, 2001), su mejor película hasta la fecha y que no creo que supere nunca. Ambas cosas condicionan un poco el visionado y juicio posterior de la cinta, pero tampoco veo justo dejar de valorar la eficacia con la que Fuqua aborda la trama a la que se enfrenta, dotándola de fuerza y energía mientras explora la desgraciada vida de los tres protagonistas que dan forma al relato y lo conducen hacia un final potente en el que confluyen las tres tramas, quizá abusando del elemento drástico –SPOILER es un final muy a lo `Infiltrados (The Departed)´ FIN SPOILER–, pero que componen un relato interesante, realizado con criterio y sin fisuras. Una película bastante superior a cosas como `Shooter: El Tirador´ (id, 2007), `El Rey Arturo´ (King Arthur, 2004) o `Lagrimas del Sol´ (Tears of the Sun, 2003), en el que Fuqua nos muestra su mejor cara.
A todo esto ayuda especialmente la labor actoral, compuesto de trabajos contenidos, nada divos ni acaparadores de atención, en el que brilla especialmente un sorprendente Richard Gere, en un personaje quemado y agotado muestra del bagaje de muchos años en ese trabajo, que irónicamente acaba siendo el único punto esperanzador (por llamarlo de alguna forma) en un final demoledor, muy poco agradecido para con el resto de los atormentados personajes, cuyas misma desesperada situación los acaban conduciendo a su propia perdición. Ya sea la complicada situación económica y familiar en el caso del personaje de Hawke, o la lealtad hacia un amigo (Wesley Snipes, en uno de sus pocos papeles en películas “de categoría” desde que acabara la saga `Blade´) en el de Cheadle, aunque ambos casos hubieran podido resolverse de una manera razonable, de no ser por las desacertadas decisiones de sus protagonistas.
Y aunque todo esto son ya temas muy manidos quedan por el camino apuntes interesantísimos por parte de Fuqua y el guionista Michael C. Martin, sobre todo en la historia de Gere, como la escena en la que el veterano policía por fin se retira y el encargado de turno realiza un par de anotaciones y tira su placa a un montón en una caja con total frivolidad (bonito homenaje y agradecimiento a toda una vida de trabajo), o el policía novato en plan superhéroe al que intenta advertir sobre la realidad de este trabajo sin ganarse más que sus desprecios –curiosamente algo parecido ocurre en `Crash´ (Paul Haggis, 2004), película con la que se asemeja bastante estructuralmente hablando–, además de la ironía de que justo cuando deja de ser policía es cuando se da cuenta de que lo necesita para dar sentido a su vacía vida, aunque sea con un absurdo último acto de valor casi suicida (lo que da origen por cierto, a una lucha final violentísima filmada con dolorosa ferocidad).

También resulta entre escalofriante e indignante (pero tristemente creíble) la fría manera en la que el superior interpretado por Will Patton chantajea al personaje de Cheadle con su ansiado ascenso a detective con tal de obtener resultados, como si su labor fuera algo de poca importancia que puede premiar o menospreciar a su antojo, y el policía infiltrado alguien sin derechos a quien manejar según intereses superiores. Mientras, la parte más dramática recae en la historia de Hawke, que básicamente se compone de escenas con su familia en los que se refleja su desesperación (un hijo enfermo, un sueldo miserable, lo típico) y sirven para intentar justificar lo horrible de sus acciones, en momentos que van desde lo repugnante (el asesinato del prólogo) a lo tristemente cómico (la irónica escena del ascensor en la que va a santiguarse con la mano en la que lleva el arma).
En total, una cinta superior a la media, con un uso de la cámara impecable y una música de Marcelo Zarvos perfectamente integrada, que acaban de redondear esta típica pero atractiva historia de redención, corrupción y lealtad que se sumerge en el drama de sus personajes con credibilidad y autenticidad. Eso hoy en día no es precisamente moco de pavo, por eso no dejo de estar agradecido por este tipo de cintas, que sin llegar a ser grandes, sí que son efectivas y contundentes con respecto a sus intenciones. Solo queda lamentar que por la pésima distribución una vez más una buena película haya pasado injustamente desapercibida.

1 comentario:

Unknown dijo...

Debo decir que cuando vi esta película, la verdad no se me hizó nada extraordinaria (hasta me aburrió), pero la vi en una época en la que confundía mucho buenas peliculas con películas entretenidas o escandalosas y no era muy seguidor de los dramas. La veré una segunda vez, igual y cambio de parecer. Buena crítica :)

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