`La Deuda´, vergüenza, culpa y redención

“No se puede volver atrás…”

-Rachel Singer (Helen Mirren/Jessica Chastain)

Tras varios retrasos y cambios de fecha injustificados, se estrena por fin en España `La Deuda´ (John Madden, 2011), de la cual hablé con motivo de su tráiler hace ya prácticamente un año. Normalmente tantos retrasos imprevistos suelen tener que ver con cambios de última hora en la producción o con no saber simplemente cómo venderla una vez tenerla acabada, lo cual no suele ser nunca buena señal de la calidad final del producto precisamente. Aún así me llamó mucho la atención desde un primer momento esta película, y es difícil decirle que no a un drama de acción protagonizado por Helen Mirren (`The Queen´, `RED´), Tom Wilkinson (`Batman Begins´, `Michael Clayton´), Ciarán Hinds (`Munich´, `El Rito´) en el lado de los veteranos, y Sam Worthington (`Avatar´, Terminator Salvation´), Marton Csokas (`El Reino de los Cielos´, `XXX´) y Jessica Chastain (aún no muy conocida, pero que protagonizará alguno de los filmes más esperados de los próximos meses) interpretando los mismos roles en su juventud.

En el apartado de dirección encontramos además al profesional John Madden, al que muchos no perdonamos el que su entretenida `Shakespeare in Love´ (id, 1998) fuera la gran triunfadora de los Oscar el mismo año en el que competía con cintas ampliamente superiores como `Salvar al Soldado Ryan´ (Saving Private Ryan, Steven Spielberg, 1998), `La Delgada Línea Roja´ (The Thin Red Line, Terrence Malick, 1998) y `La Vida es Bella´ (La Vita È Bella, Roberto Begini, 1998), películas de directores bastante más talentosos y cuyas obras han demostrado ser mejor valoradas y recordadas con el paso del tiempo. Pero rencillas tontas a parte Madden, sin ser un gran director, sí que es un artesano con suficiente talento (`Proof´ por ejemplo personalmente me gustó bastante), y eso es algo de lo que se ve positivamente afectada `La Deuda´ (The Debt). Lamentablemente también de sus limitaciones.

Básicamente la historia (en la que ha metido mado Matthew Vaughn, director de `Kick-Ass´ y `X-Men: Primera Generación´) se divide en dos tiempos, en primer lugar la supuesta actualidad en la que se homenajea los heroicos actos de tres agentes retirados del Mossad, que en su día capturaron y mataron a un criminal de guerra nazi que huía de la justicia en países en los que no se podía acceder a él. El homenaje lo lleva a cabo la propia hija de dos de los agentes retirados (los interpretados por Helen Mirren y Tom Wilkinson), en ese momento ya divorciados, y se muestra ampliamente orgullosa de la labor de sus progenitores, especialmente de su madre. Pero los tres agentes guardan un oscuro secreto sobre lo sucedido realmente en aquella misión que llevan arrastrando toda su vida, y eso es precisamente lo que le será presentado al espectador en la segunda línea temporal: los verdaderos sucesos de aquel lejano 1965, los errores que cometieron y que trastocaron el resto de su existencia convirtiéndola en una farsa.

El problema de plantear una historia desarrollada paralelamente en dos tiempos es que hay que andar muy fino equilibrando el interés de ambas partes para que ninguna de las dos quede descompensada, sino que logren complementarse y adaptarse perfectamente la una a la otra. Y ese es uno de los grandes fallos de `La Deuda´, que en la parte del pasado es un thriller lleno de tensión y momentos muy conseguidos (el intento de huida en la estación de trenes, digno del mejor cine de espías), pero en los momentos de “la actualidad”, cuando la película carga las tintas en el drama y la culpa de los atormentados personajes no lo hace todo con el interés y la convicción que debería, quedándose como la parte más floja de la cinta, incluido el algo ridículo y forzado clímax final (SPOILER poco menos que una batalla de geriátrico FIN SPOILER).

Curiosamente eso también afecta al aparto actoral, importando poco que los mejores actores estén en la primera parte, pues sólo está verdaderamente aprovechada una impecable Helen Mirren, mientras que Tom Wilkinson apenas tiene tiempo para lucirse y resultando la presencia de Ciarán Hinds prácticamente anecdótica (una lástima lo desperdiciado que suele estar este gran actor). Por el contrario, en el lado juvenil todos los actores se lucen bastante, en parte gracias a que les toca el fragmento de la historia más dramático e interesante, donde verdaderamente se decide el destino de los personajes, y brillando especialmente las dos jóvenes promesas Jessica Chastain y Sam Worthington, al que tenía curiosidad por cómo se desarrollaba su carrera post `Avatar´ (James Cameron, 2009). Chastain demuestra que tiene mucho talento para explotar, mientras que Worthington deja claro que pese a sus limitaciones puede ser buen actor cuando está bien dirigido. Ambos protagonizan la escena más emotiva de toda la cinta: la desarrollada en una fiesta en que le ruega que huya con él y deje toda esa farsa atrás.

La reminiscencia de ese momento (el “podría haber sido y no fue”) tendrá un gran impacto en todo lo que se sucederá a continuación, en una película que trata sobre el dolor, la vergüenza y la culpa, y sobre unos personajes atormentados por sus errores (ya sean representados por un asesino con el que no se hizo justicia, o por una noche amorosa con la persona equivocada que condicionó tu vida), y finalmente sobre la necesidad de redención para encontrar la verdadera libertad y dejar un legado honroso y auténtico a los hijos. De ahí que el final de la película (SPOILER la vuelta a los tres jóvenes bajando victoriosamente del avión tras haber reparado el error el personaje de Mirren tantos años después FIN SPOILER) sea una escena de una coherencia hermosa, en una película que sin embargo se queda en entretenida y correcta cuando pedía a gritos ser grande, lo cual desgraciadamente sólo logra en ese par de momentos aislados.