jueves, 1 de septiembre de 2011

`Destino Final 5´, aburrida sucesión de disparates



“Se trata de matar, o morir…”
-Peter Friedkin
Estaba claro que tras asistir a un señor entretenimiento veraniego como ya no se hacen, cualquier película que fuera a ver a continuación me iba a saber a poco. Quizá por ello no me importo ir de perdidos al río y darle una oportunidad a una película de la que ya sabía de antemano que no me podía esperar absolutamente nada (sí, a veces soy así de raro). Y qué mejor elección que la quinta entrega de la repetitiva serie `Destino Final´ (Final Destination), que casualmente se estrenaba a la siguiente semana y que algunas críticas decían, no que fuese buena, sino más bien que no era TAN mala como cabía esperar, que tenía alguna escena resultona y que sabía reírse de sí misma. Ese tipo de comentarios para un producto de estas características es un gran logro, además la anterior entrega, `El Destino Final´ (The Final Destination, 2009) había dejado el listón tan bajo que no sería difícil superarlo.
Y efectivamente, `Destino Final 5´ (Steven Quale, 2011) es mejor que la anterior entrega de la saga, `El Destino Final´ (también conocida como `Destino Final 4´ o `Destino Final 3D´, o `Destino Final…ya no sabemos ni cómo leches llamarla´), y si me apuran diría que también es mejor que `Destino Final 2´ (David R. Ellis, 2003) y que `Destino Final 3´ (James Wong, 2006), pero tampoco sería realmente mucho decir, pues para mí la llamativa premisa de esta saga ya estaba más que explotada en la entretenida primera parte dirigida por James Wang en el 2000, que sin ser un gran film se dejaba ver y lograba crear tensión en algunas escenas. Todo lo demás ha sido rizar el rizo, y enrevesarlo todo aún más hasta que la serie llegó al inevitable punto de autoparodia con la ayuda del 3D en estúpida y nefasta cuarta entrega, que literalmente tomaba al espectador por idiota. 

Con estos antecedentes, el señor Steve Quale lo tenía francamente fácil para mejorar el trabajo de sus predecesores en esas secuelas, James Wong (director de la primera, y más tarde de `Dragonball: Evolution´) y David R. Ellis (realizador de `Serpientes en el Avión´), los dos únicos directores de la saga hasta el momento, y parcialmente así ha sido aunque sin ofrecer realmente nada que pueda servir para considerar su película como “buena” o siquiera “pasable”. Pues aunque está correctamente dirigida, la historia sigue el mismo sendero de explotación de situaciones absurdas y muertes imposibles que ya había fijado las anteriores entregas, los diálogos son penosos y las actuaciones bastante malas. Con lo cual, uno ve la cinta con un inevitable distanciamiento, sin creerse verdaderamente nada y consciente de que está asistiendo a un espectáculo estúpido en todo momento.

Entre los aciertos de Quale está el conseguir con cierto ingenio mantener la atención en ciertos momentos, en los que sí consigue generar cierta tensión (la escena de la gimnasta), y en los que uno permanece atento a ver por dónde vendrá el golpe de gracia, aunque en general los personajes son tan esquemáticos y tontos que realmente nos da igual cómo acaben o qué les pase algo (el irritante tipejo en el salón de relajación), y eso conlleva que el grado de implicación por parte del espectador es mínimo, el juego de tensión estéril, y la película se acaba tornando repetitiva y aburrida. A eso no ayuda el típico protagonista guapo y simpático enamorado de la típica chica igualmente guapa, con la típica relación “te quiero pero estoy hecho un lío” de por medio, y el típico amigo del protagonista igualmente guapo pero estúpido y simplón (aunque es el que ofrece el verdadero juego en el tercer acto). Si lo peor que puede pasar (y que suponemos que pasará) es que todos ellos mueran… no sería una gran pérdida.

Así se desarrolla la cinta (afortunadamente corta), con ese manto de rutina y aburrimiento, y centrándose en cosas ya muy mascadas en la saga, hasta que llega el tercio final, en el que el director y guionista se sacan un as de la manga que le da vidilla al asunto: la idea de que para librarse de la sombra de la muerte haya que matar a otra persona, como para sanar la deuda. Es un giro lo suficientemente novedoso para resultar llamativo, y la idea de que estos condenados acaben matándose entre ellos resulta bastante más excitante y se consigue mayor grado de tensión que con las imposibles y risibles muertes sobrenaturales. “El hombre es un lobo para el hombre”, suele decirse, y el desenlace de esta película está sostenido sobre esa impecable y terrible idea, además de servir de pullita a la estupidez y el egoísmo humano (nunca está de más).
Lamentablemente el giro llega demasiado tarde y tampoco se aprovecha lo suficientemente bien como para hacer nos olvidemos del resto de la cinta. Se consigue un clímax por encima de lo que la película había logrado hasta el momento y sólo eso, seguido de un inevitable y aburrido guiño final que a los fans de la saga les encantará, pero que no tiene básicamente ni pies ni cabeza, como todo el supuesto plan de la muerte. Las mentes razonables podemos elegir entre estas dos opciones: o la parca es una cachonda mental, o lo es el guionista.

2 comentarios:

Unknown dijo...

De todas estas películas la única que he visto es la tercera (o creo que es la tercera...la de la montaña rusa) y se me hizo una de las "jaladas" más grandes que haya visto. Sentí ganas de ver esta quinta, pero preferí entrar a ver otras películas. Encontraré el tiempo para verla en dvd y poder dar una opinión. Saludos

Alain Rodriguez dijo...

Ya te digo que a mí la única que me parece medio decente es la primera. Sí, la tercera es la de la montaña rusa, aunque sinceramente ni me acuerdo de ella. De la cuarta me acuerdo por lo mala que era (y porque tuve la mala idea de pagar por verla, al igual que ésta, que en comparación no es tan mala).