sábado, 2 de octubre de 2010

Michael Caine habla sobre el final de `Origen´



“El totem finalmente cae, es por eso que aparezco yo. Si estoy ahí es real, porque yo nunca aparezco en el sueño. Soy el tío que inventó el sueño”.
-Michael Caine
Eso es lo que afirmó el genial actor británico cuando le preguntaron en una entrevista en un programa de radio mientras promocionaba su autobiografía. Él dice que su personaje nunca aparece dentro del mundo de el sueño, y por tanto el que aparezca en ese momento es señal de que Don Cobb sí que consigue finalmente volver a su casa con sus hijos, a pesar de que éstos están prácticamente igual (ropa incluida) que la última vez que los vio.
También hay que decir que en IMDB (la mayor base de datos de cine) aparecen dos actores asignados para cada uno de los hijos de Cobb: Phillipa y James. Claire Geare y Magnus Nolan (hijo del director) los interpretan cuando tienen tres años y veinte meses respectivamente, y Taylor Geare y Jonathan Geare cuando tienen cinco y tres años. Eso también vendría a confirmar que no son proyecciones que Cobb tiene de sus hijos, sino sus propios hijos, que han crecido en el tiempo en el que él estuvo fuera del país.
Pero poco importan estos datos o lo que diga el señor Caine (indiscutiblemente uno de los mejores actores del mundo, por cierto). En mi opinión el final de `Origen´ no condiciona al espectador a una interpretación concreta, y nada de eso ha cambiado ahora. Porque lo que al final importa es lo que hay en la película, y las emociones o pensamientos que ésta pueda despertar en los diferentes espectadores que hayan ido a verla. Por mi parte considero bastante más interesante que el film de Nolan haya conectado con tanta gente y de gustos tan opuestos (lo digo por su éxito de crítica y público), que el intentar descifrar alguna verdad concreta que pueda esconder. Al fin y al cabo no es más que cine de entretenimiento. Muy bien hecho, eso sí. 
Y aquí dejo una cosa muy divertida que he encontrado. Se trata de una “versión extendida” del ambiguo final, que se burla un poco de esa forma de jugar con el público. No tiene desperdicio:


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