`Noche Loca´ no es una película que me llamase especialmente la atención. La verdad es que me encamine a verla con la esperanza de echarme unas cuantas risas, pero predispuesto a encontrarme con una comedia estúpida más. De hecho, la única razón por la que le di una oportunidad (aparte de porque el tráiler no me desagradara) era por Steve Carell, que creo que es un actor bastante dotado para la comedia (como ya demostró con su desternillante papel en la no menos divertida `Virgen a los 40´).
Y ver para creer. En `Noche Loca´ Levy vuelve a estar igual o aún más inspirado, y por si fuera poco tiene a dos protagonistas que son pura dinamita. En contraste a la sosa pareja que protagonizaba `Doce en Casa´ (lo confieso, no aguanto a Steve Martin) en `Noche Loca´ se nos presenta a los Foster (Steve Carell y Tina Fey, sencillamente impagables), un matrimonio típico y totalmente creíble que van a vivir la noche más increíble de sus vidas.
Lo que comienza con una cena romántica, en un intento de salir de la rutina en la que se ha sumido su vida (y que creen que puede acabar con su matrimonio) pronto se convierte, para desgracia de los Foster, en una persecución para salvar su vida. Y todo por algo tan tonto como una simple confusión de nombres (Hitchcock hizo un peliculón partiendo de esa misma tontería de premisa). De repente, los Foster se ven envueltos en una absurda historia de chantajes, mafiosos y un fiscal corrupto. Sin duda, lo mejor de la película no es el guión. La historia proporciona situaciones lo suficientemente interesantes como para que los actores puedan explotar su potencial. Aunque muchas veces los diálogos no les hacen justicia o se da demasiadas vueltas en torno a la misma gracia.Steve Carell y Tina Fey son el alma de `Noche Loca´. Aunque la película en un principio sólo me interesaba por Carell, ahora puedo decir que Fey (una actriz que desconocía) está a su altura y, algunas veces, incluso más divertida que él. La escena del “bailecito” que comparten es de levantarse y aplaudir. Además, los dos están respaldados por una interminable lista de secundarios famosos (por no llamarlos cameos) que le acaban de dar el toque que necesita a la peli.
En definitiva, no sé qué coño le ha recetado el médico a Shan Levy, pero espero que se lo haya recetado para mucho tiempo. Una comedía ágil, bastante bien realizada (la escena de los coches enganchados no está mal) que exprime el potencial cómico de sus protagonistas y que tampoco abusa de las ñoñerías típicas de estas películas en los momentos “serios”. ¿Qué más se puede pedir? Sólo recuerdo un par de comedias dirigidas en los últimos años que la superen (`Resacón en las Vegas´ la primera) y me acuerdo de muchas (demasiadas) que no le llegan a la suela de los zapatos.
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