“Ir contra la iglesia es ir contra Dios.”
Básicamente esas tres sensaciones que acompañan al título de la película justo arriba son las que le quedan a uno después de ver `El Sicario de Dios´ (Priest, 2011), el segundo largometraje de Scott Stewart, que ya nos trajo el año pasado otro coctel multireferencial de intenciones similares (aunque presupuesto sustancialmente inferior) también protagonizado por Paul Bettany llamado `Legión´ (id, 2010). El film se llevó palos hasta en el carnet de identidad, demasiados en mi opinión, pues si bien la película distaba mucho de ser buena tampoco hacía daño a la vista y servía para echar el rato mejor que muchas otras.
Algo parecido ha pasado con esta `Priest´, que tiene como punto de origen la conocida novela gráfica de Min-Woo Hyung, y nos propone una especie de western postapocalíptico que, al igual que ya lo hacía `Legión´, bebe de otras muchas películas (en este caso `Mad Max´, `Blade Runner´, `Blade´, `Matrix´, `Star Wars´…) al mismo tiempo que toma prestada en muchos sentidos la estética del cómic y de los videojuegos. El resultado es sin duda un pastiche poco original, realmente tan tonto como entretenido.
Así que sí, para mi propia sorpresa me encuentro defendiendo esta mala pero disfrutable película llamada `El Sicario de Dios´, que no puede describirse de otra manera que como “descerebrada” en el sentido que no se esfuerza lo más mínimo en crear una historia con identidad propia y salirse del camino trazado por todos los tópicos habidos y por haber, y que sin embargo está dirigida con bastante garra e intensidad por Stewart, que no oculta en ningún momento todas sus referencias. Más bien las expone, muy orgulloso, como un niño que juega a imitar todas las películas con las que tanto disfruta. Y qué coño, es un tipo de diversión contagiosa.
En mi opinión se echa de menos este tipo de productos cinematográficos, realizados con poco cerebro, en ningún momento pretendiendo ser grandes películas, pero también con cierta autoconsciencia, saber hacer y (por qué no decirlo) amor por lo chusco o cutre. Desde el minuto uno Stewart no pierde el tiempo y lleva la película con un ritmo endiablado, saltando de una cosa a otra sin que el espectador tenga demasiado tiempo para pensar en la estupidez o el nulo sentido de lo que está viendo, estando todo esto acompañado por la épica y emocionante banda sonora de un inspirado Christopher Young. Así que, ¿por qué no desconectar el cerebro y sencillamente dejarse llevar?
Al igual que establecemos diferencias entre las grandes obras, también considero que es posible, e importante, saber crear diferencias entre malas películas. `El Sicario de Dios´ lo es sin ninguna duda en muchos e indiscutibles sentidos, pero también es disfrutable en muchos otros. Hay, por así decirlo, encanto en sus defectos y aún más encanto en sus aciertos (esa maravilla de introducción animada, más potente y creíble que cualquiera de los efectos digitales posteriores, pero que sirve para meternos en situación con ciertas ganas).
Si incluso un buen actor como Paul Bettany, de esos que participan en dramas históricos de época y está nominado a los Oscar, es capaz de meterse a silencioso héroe de acción, un personaje comiquero a más no poder que se dedica durante toda la película a dar saltos imposibles y ostias a diestro y siniestro, a pasárselo bien, ¿por qué un espectador no puede disfrutar igualmente de un producto tan casposo como este? Hay no pocas escenas que funcionan a la perfección, que son en definitiva buen cine a pesar surgir en una película como esta: el ataque del comienzo de los vampiros visto desde la perspectiva de la chica (impactante), o la masacre de un pueblo por parte de los mismos bichejos sonando el Réquiem de Mozart de fondo (que pone los pelos de punta).
También la rivalidad entre el personaje de Bettany y el villano de turno interpretado Karl Urban tiene fuerza y da el suficiente juego, por mucho que las motivaciones de este último estén totalmente sacadas de la manga, y realmente sus razones podrían ser otras sin que nada cambiase absolutamente. De hecho dejarlo en incógnita le hubiera dado mayor encanto al asunto en mi opinión, como esos westenrs en los que no se solía revelar qué relación del pasado unía al héroe y al villano, de dónde nació su rivalidad (aunque claro, yo aquí no pinto nada).
En total, la película forma poco más de 87 minutos de entretenimiento sin ningún tipo de ambición, desvergonzadamente épico, orgullosamente descerebrado y sorprendentemente intenso. Como digo, tan disfrutable como un juego de niños, para aquellos, claro, que aún puedan conectar con ese niño que llevan dentro. A todos los demás ya les digo yo lo que les espera: una mala película, una basura si se quiere. Y anda que ojalá todas las basuras fuesen tan entretenidas como esta.
5 comentarios:
Es curioso jajaja: A ti te aburrió Fast Five y a mi me pareció una de las mejores películas de acción en mucho tiempo; y a ti que te agrado Priest a mi no me sorprendió ni me entretuvo tanto como me hubiese gustado. Para mi esta cinta fue un desperdicio de boleto que si bien si es entretenida, hubiera preferido entrar a ver otra cinta y ver esta en formato casero.
A mi consideración, lo más rescatable de la cinta fue el antagónico protagonizado por Karl Urban (a quien me gustaría ver en papeles así de manera más frecuente) y esa secuencia en la que ataca un pueblo y con la música de Mozart como fondo.
Aún así me siguen fascinando tus post. Muy bueno :)
Bueno, tanto como agradar... no diría para nada que es una de las mejores pelis de acción del año. Sencillamente me parece una mala película pero con cierto encanto, claro que esto entiendo que es algo personal y de la forma de entender el entretenimiento mío.
Vamos, que si quisieras ponerla a caldo argumentos no te iban a faltar, porque defectos los tiene, pero aún así a mí me divirtió bastante.
Jajaja pues yo solo la considero como para pasar el rato...eso si, me da mucha curiosidad el como habría continuado, aunque por como le fue en crítica y en taquilla mundial dudo que quieran hacer alguna sécuela
No, no creo que la hagan y de hecho eso es lo que más me molesta de este tipo de películas, que las dejen con final abierto para empezar una franquicia que vete a saber si finalmente verá la luz. En mi opinión, si el final hubiese sido cerrado y se hubiese conseguido un clímax más potente la cinta hubiese ganado puntos.
Mucha razón tienes..igual y con eso la cinta si hubiera terminado gustandome
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