sábado, 11 de junio de 2011

`Agua para Elefantes´, vida, muerte y amor en el circo



“Eres una mujer hermosa, mereces una vida hermosa.”
-Jacob (Robert Pattinson)
Entiendo que uno pueda sentir cierta reticencia a ver `Agua para Elefantes´ (Water fo Elephants, Francis Lawrence, 2011) pensando que es seguramente uno de esos productos creados para explotar el tirón de su protagonista Robert Pattinson, convertido en ídolo entre las adolescentes de la noche a la mañana gracias a su papel de Edward, el vampiro “brillante” en la aburrida `Crepúsculo´ (Twilight, Catherine Hardwicke, 2008). Pero a pesar de las apariencias, y aún sabiendo que seguramente esa es la razón por la que le han dado el papel más allá de sus discutibles dotes actorales, lo cierto es que `Agua para Elefantes´ trasciende todo eso, resultando un film con no pocas cualidades: sencillo, romántico, realizado con buen gusto, y que por si no fuera poco cuenta con la impagable presencia de Christoph Waltz (que para el que haya estado debajo de una piedra estos últimos años ganó el Oscar a mejor secundario por su perfecta composición del coronel Hans Landa en la magistral `Malditos Bastardos´).
Ya la presencia del director Francis Lawrence, novato realizador de las entretenidas `Constantine´ (id, 2005) y `Soy Leyenda´ (I Am Legend, 2007), llamaba bastante la atención. Y no porque Lauwence haya demostrado ser un gran director en su todavía corta carrera, sino más bien por dejar claro que es un buen artesano capaz de realizar con profesionalidad y oficio su labor tras las cámaras, sin llegar a construir nada de inmenso valor pero sin caer tampoco en la mediocridad del cine comercial actual. Eso en los tiempos que corren es mucho, y `Agua Para Elefantes´ no supone una excepción. De hecho la cinta es a lo que al cine romántico se refiere lo mismo que `Constantine´ y `Soy Leyenda´ son al cine de cómic, acción y aventuras: un buen entretenimiento que no llega a estar a la altura de las grandes cintas del género, pero que se sitúa tranquilamente por encima de la media.

  
Obviando los ecos que se pueden encontrar en el film con respecto a grandes películas ambientadas en el mundo del circo, como `La Parada de los Monstruos´ (Tod Browing, 1932) o `El Circo´ (Charles Chaplin, 1928), o incluso series de televisión como la estupenda y desgraciadamente inconclusa `Carnivale´ (2003-2005), la referencia más clara de `Agua Para Elefantes´ con respecto a lo que pretende ser (un drama romántico de corte clásico con hechos históricos de telón de fondo) sería `Titanic´ (id, James Cameron, 1997), esa película que todo el mundo vio (recuerdo que fue la cinta más taquillera de la historia, curiosamente hasta que Cameron volvió a dirigir con `Avatar´), pero de la que a día de hoy todo el mundo reniega, tachándola de ñoña como si de una moda se tratase (`Avatar´ va por el mismo camino).
Las similitudes están claras: tenemos al anciano que rememora el tiempo pasado, tenemos al guaperas que se embarca en un barco/tren rumbo a lo desconocido, tenemos a la chica atrapada en una vida desgraciada, tenemos el amor prohibido, y tenemos al malo malísimo, esta vez el estupendo Waltz (sin duda el mayor descubrimiento actoral de los últimos años) en lugar de Billy Zane. Afortunadamente estas similitudes se quedan en anecdóticas, pues el film goza de identidad propia y no llega a sentirse en ningún momento como una mala copia de la película de Cameron. Como mucho si se quiere `Agua Para Elefantes´ podría verse como una especie de hermana pequeña de `Titanic´, mucho menos ambiciosa, pero igualmente hermosa y disfrutable por muchos motivos.

Para empezar, el siempre interesante mundo circense está retratado de correcta manera, con las suficientes dosis de magia y crudeza, esto es: mostrando cómo son las cosas por fuera (los bellas bestias, el carismático y a primera vista afable patrón, la relación de éste con su esposa) y cómo son en realidad (el maltrato animal, la verdadera cara del retorcido y violento personaje de August, así como la crueldad con la que somete a su mujer, a la que trata de manera no muy diferente a un hermoso y enjaulado animal). Al fascinante descubrimiento de este mundo contribuye perfectamente la apropiada banda sonora de James Newton Howard, en uno de sus trabajos más inspirados últimamente, pues se está especializando demasiado en repetitiva e impersonal música comercial, indigna de él. El triangulo amoroso también tiene su interés, y los tres actores funcionan cada uno en su medida: Christoph Waltz el mejor sin discusión, Reese Witherspoon (una actriz de la que se puede esperar literalmente cualquier cosa) es la segunda de la cola, y Robert Pattinson es el peor, el que más sale perdiendo en la comparación (cada vez que Waltz y él comparten una escena, el primero se lo come literalmente).
Honestamente no creo que el chaval lo haga mal, de hecho siempre he creído que es único con algo de talento el trió de `Crepúsculo´ (por cierto, nada que ver con el de aquí, que posee verdadero interés), pero su personaje es el menos interesante, el más soso del grupo, y eso se traslada inevitablemente a la relación amorosa. Por eso me parece todo un acierto que la amenaza del inestable y violento personaje de Waltz planee durante gran parte del film sobre el idílico amorío, creando tensión y conflicto en un amor que se siente realmente como algo peligroso por lo que puede desencadenar en este personaje (compárenme esto con la historia de un vampiro pálido y pijo que encuentra a una chica pálida y pija, se enamoran, y ya está). La interpretación de Waltz, que compone un personaje retorcido, a la par que contradictorio y algo patético, y el que sea la cinta en la que más minutos tiene en pantalla (aunque cualquiera de sus escenas en `Malditos Bastardos´ son mejores) elevan a `Agua Para Elefantas´, la hacen mejor película, algo digno de verse. 

Afortunadamente la película no tiene como único beneficio la labor de este inmenso intérprete y no desmerece en otros apartados, cumpliendo perfectamente sus funciones visuales (más que correcta puesta en escena) y dramáticas (el emocionante desenlace). No es para nada un gran film, pero resulta una entretenida y hermosa historia de amor, muy disfrutable si aparcamos absurdos prejuicios y aceptamos que no todas las películas románticas tienen por qué ser ñoñas y tontas del mismo modo que no todas las películas de acción y aventuras son emocionantes y trepidantes. Cuando las cosas se hacen bien, con honestidad y talento, el género es lo de menos. 

3 comentarios:

Unknown dijo...

Como bien dices, esta cinta podría decirse que es muy al estilo de "Titanic", sin embargo, algo que note mucho fue la falta de química entre el personaje de Pattinson y el de Witherspoon ya que no se siente un enlacé tan fuerte como debía y la urgencia por que terminen juntos no es tan notoria y eso le resta fuerza al drama. Creo que tanto Pattinson como Witherspoon tenían más química con la elefante que entre los 2.
Buen post

Alain Rodriguez dijo...

Jajajaja, es bien posible, la verdad es que tienen más interés como triangulo amoroso (cuando está August de por medio, pues siempre hay una cierta tensión en el ambiente) que cuando están ellos dos sólos, que la cosa se vuelve como más sosita. Muy acertado tu comentario.

Aún así, sin ser una gran película creo que resulta entretenida y agradable de ver.

Unknown dijo...

Jajaja bueno, eso es innegable, la cinta en sí es un festín visual y siempre es un placer ver al gran Christoph Waltz en papeles que, como bien dices, saben crear tensión. Nadamás remarcaba un punto jaja