sábado, 13 de noviembre de 2010

`The Town, Ciudad de Ladrones´, malas calles



“Ser de Charlestown me ha arruinado la vida, a pesar de ello sigo estando orgulloso de ser de aquí.”
-Un vecino de Charlestown
Ben Affleck y Matt Damon eran dos colegas actores cuyas carreras tenían problemas para despegar en Hollywood. Eso al menos hasta que escribieron juntos el guión de `El Indomable Will Hunting´ (Good Will Hunting, Gus Van Sant, 1997), por el que fueron galardonados con un Oscar. También tuvieron una fructífera relación laboral con el por aquel entonces director de culto Kevin Smith (ahora director acabado). Pero mientras que Matt Damon consiguió poco a poco gran fama (gracias a papeles como Jason Bourne) y también muy buena consideración como actor (gracias a papeles como el de Will Hunting o Tom Ripley), Ben Affleck siempre ha sido considerado un actor de escaso talento cuya carrera no terminaba de despegar (ver batacazos como `Pearl Harbor´ o `Daredevil´), a pesar de contar con actuaciones loables como la de George Reeves en `Hollywoodland´ (id, Allen Coulter, 2006).
Hubo incluso quien llegó a dudar de su participación en el premiado libreto de `Will Hunting´, y casi todos parecían coincidir en que el señor Affleck poco tenía que aportar al mundo del cine. El que Ben Affleck saltara a la dirección con una película tan jodidamente buena como `Adiós Pequeña, Adiós´ (Gone Baby Gone, 2007) debería de ser una lección de humildad para todos aquellos que creen saberlo todo. Personalmente, el día en que pierda la capacidad de sorprenderme y deje de pensar que todavía me queda mucho que aprender me pegaré un tiro. Así de simple. Como ese día todavía no ha llegado, me permito disfrutar del descubrimiento de Affleck como joven director muy prometedor. `The Town´, su segunda película, es la confirmación de ello.

Afleck, limitado actor, excelente director
Si bien en su debut Affleck apostó por la adaptación de la novela de un reconocido escritor como Dennis Lehane (`Mystic River´ y `Sutther Island´ llevan su firma) para su segundo trabajo ha vuelto a tomar como materia prima una novela. En este caso `El Príncipe de los Ladrones´ de Chuck Logan es la base argumental que le sirve para contar la crisis existencial de Doug MacRay (interpretado por el propio Affleck), un atracador de bancos cansado de su forma de vida que se plantea cambiar el rumbo de ésta. Es en estos momentos cuando conoce a Claire Keesey (Rebecca Hall), precisamente la directora de uno de los bancos que atracó, a la que se acerca para comprobar que no descubrió nada con lo que poder delatarlos, pero de la que se acabará enamorando irremediablemente.
Nada nuevo bajo el sol, pero nada malo tampoco. La historia que propone Affleck es de lo más básico del cine de gangsters: la necesidad de cambiar y de acabar con la errónea forma de vida que el personaje de Doug decidió llevar en su momento y que él mismo sabe que sólo tiene dos salidas seguras: la muerte o la cárcel. Pero si en algo acierta el film completamente es en el modo de dibujar el tipo de ambiente y psicología (completamente autodestructiva) que reina el las calles en las que se crió este personaje.

Y es que el propio barrio de Charlestown (en Boston) es un protagonista más de esta película. El lugar ha sido catalogado tradicionalmente como la cuna de los ladrones de bancos en USA, y en la película se plantea la hipótesis de que esta práctica es considerada como un oficio que se pasa de padres a hijos. Nacer allí prácticamente te marca para ser un criminal, pese a que tengas otros talentos (el modo en que Doug reconoce que echó por tierra su prometedor futuro en el hockey), e incluso existe un peligroso orgullo territorial y una cegada negación con todo lo que tenga que ver con dar la espalda a ese tipo de vida (la reticencia del personaje de Jeremy Renner, pese a saber que va a acabar mal). Cruzar el puente que separa Charlestown del resto de Boston significa entrar en otro mundo con sus propias reglas (el policía que mira hacia otro lado con total tranquilidad, dando la espalda a su deber).
Esas son las “malas calles” en las que se cría Doug MacRay, y de cuya influencia intenta huir a toda costa antes de que sea tarde. Y en medio de todo eso tenemos algunas de las escenas de atracos, tiroteos y persecuciones de lo mejorcito que ha dado el cine últimamente, en las que Affleck demuestra ser un director de gusto clásico de una capacidad visual encomiable. No me extraña que se le esté comparando con Clint Eastwood y Michael Mann, aunque también me parezca una comparación exagerada. Y es que, a pesar de todo, la verdad es que `The Town´ no es en muchos sentidos la gran película que aspira a ser. El viaje de Doug MacRay, su salida de la oscuridad a la luz, así como su relación amorosa (bastante insustancial) con el personaje de Rebecca Hall no llegan a ser tan relevantes como deberían. De hecho la relación fraternal que mantiene con el personaje de Renner resulta más interesante que la amorosa, que es el epicentro del film.
La elección de Affleck de protagonizar él mismo la película tampoco ayuda demasiado (en su anterior trabajo contó con su hermano Casey Affleck como prota, con muy buenos resultados). No me ha disgustado la actuación de Affleck, quiero aclararlo. Lo cierto es que se dirige a sí mismo bastante mejor de lo que lo han hecho otros afamados directores (Michael Bay, John Who o Kevin Smith), consiguiendo convertir su inexpresividad en tristeza interior. Pero eso no quita que la película hubiese podido ganar puntos con otro actor más capaz al frente del reparto (DiCaprio no hubiese estado mal). Y la pésima labor de Rebeca Hall dándole la réplica acaba por redondear la jugada. Lo cierto es que esta chica nunca me ha convencido, pues en mi opinión haga lo que haga tiene cara de tonta (ría, llore o haga la colada).

Creo que estos dos puntos flacos son los que impiden realmente despegar a `The Town´ y convertirse en una de las mejores películas del año, como parecía prometer. Y es una pena, pero tampoco hay que menospreciar lo que ofrece. Y lo que ofrece es una película de atracos y tiroteos bastante buena (repito: algunas de las mejores escenas de acción que he visto en el cine en los últimos años están aquí), así como un análisis social y psicológico bastante decente de lo que supone criarse en este ambiente criminal. ¡Incluso se permiten dejar al final un pequeño hueco para la esperanza! Muy al contrario de lo que suele ser habitual en este tipo de cine, en el que el criminal siempre debe de recibir su castigo por parte de la sociedad.
Por lo demás Affleck se rodea de un buen equipo (Jon Hamm, Jeremy Renner, Pete Postlethwaite y Chris Cooper hacen trabajos muy estimables) y practica su nuevo oficio con profesionalidad y buen gusto. ¿Y quién lo hubiese dicho hace unos años? Ya estoy esperando con gran interés el nuevo trabajo de Ben Affleck. Como director, eso sí.

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