sábado, 21 de enero de 2012

`Los Descendientes´, íntima, peculiar y amarga comedia


“Mis amigos del continente creen que como vivo en Hawái vivo en un paraíso, que estoy de vacaciones perpetuas. Creen que estamos todo el día bebiendo Mai Thais, agitando las caderas y haciendo surf… ¿Se han vuelto locos? ¿Piensan que somos inmunes a la vida?”
-Matt King (George Clooney)
Creo que resulta bastante difícil a la hora de abordar ciertos géneros o temas ya muy manidos no caer en tópicos y lugares comunes característicos —he ahí por ejemplo las comedias románticas, que dan como origen varias películas al año estando la inmensa mayoría sospechosamente cortadas por el mismo patrón—. Creo que, por tanto, encontrar en estos casos un toque distintivo que ayude a diferenciar una historia, a hacerla diferente y se sienta que tiene identidad propia a pesar de que la temática no sea el colmo de la originalidad ni se aparte demasiado de senderos otras veces trazados es importante. Eso es algo que ha parecido entender a la perfección el director Alexander Payne a la hora de abordar esta historia que se beneficia del toque especial que le da el lugar donde se desarrolla: Hawái.
`Los Descendientes´ (The Descendants, 2011) es una comedia melodramática desarrollada en un lugar donde parece que el drama sencillamente es un elemento inconcebible, como deja bien claro el personaje protagonista interpretado por un inmenso George Clooney en la cita que pongo ahí arriba, teniendo como tenemos muchos esa idea idealizada del lugar como un paraje idílico perfecto para escapar de todo, donde la tragedia y la desgracia parecen fuera de lugar. Pero no, Hawái forma para bien y para mal parte del mundo, y la tristeza puede convivir tanto como la alegría entre las personas que viven allí. Con ese contraste parece jugar esta comedia amarga, con ligeros toques ácidos e irónicos, que se alimenta de la belleza y exotismo de esos paisajes y de su típica música Hawaiana para elaborar un drama que se sale de los terrenos comunes, dando como resultado una experiencia diferente y muy agradable.

Y es curioso que me haya gustado tanto esta película, pues Alexander Payne nunca ha sido santo de mi devoción precisamente, cabe comentar. La verdad es que `A Propósito de Schmidt´ (About Schmidt, 2002) —cinta que comparte con esta un punto de partida casi idéntico— no me acabó de ganar pese a la estupenda actuación de Jack Nicholson, y `Entre Copas´ (Sideways, 2004) me parece un film bastante aburrido muy a pesar de la buena labor de Paul Giammatti y Thomas Haden Church. `Los Descendientes´ mantiene más o menos el mismo estilo de estas dos propuestas, mezclando de igual manera el humor ácido con el drama cotidiano, pero los resultados me parecen mucho más convincentes y emotivos en esta película, con un personaje principal con el cual que es mucho más fácil conectar y sentir compasión. En ese sentido creo que la interpretación de Clooney es en un gran porcentaje lo que le proporciona a este film su grandeza, si bien también creo que Payne ha estado esta vez bastante más inspirado.
Como ya ocurriera con `Drive´ (Nicolas Winding Refn, 2011), no es en el “qué” donde haya esta cinta sus aciertos, sino en el “cómo”. La historia sobre un hombre que descubre que su mujer le ha sido infiel estando ella en coma y a punto de morir no tiene nada de especial, y de hecho el conflicto de la película se plantea desde bien temprano y no hay mayores acontecimientos que aporten algo a la historia —más allá de descubrir la identidad del amante, cosa que tampoco acaba teniendo mayor importancia más allá del viaje de aceptación del protagonista— a lo largo de una narración pausada, centrada en los pequeños momentos y conversaciones. La manera de sobrellevar tal duro golpe, de intentar ser un progenitor responsable y, finalmente, de aceptar la importancia del papel de la herencia de la tierra —debido a una inoportuna casualidad— son los temas en los que la película se mueve, con credibilidad y encanto, con escenas divertidas y emotivas.

Cierto es que no hay nada nuevo bajo el sol en lo que plantea: las cosas malas suceden, pero hay que superarlas y seguir adelante, viene a decir la película. Pero sólo hay que comparar esta propuesta con otra con la que comparte cartelera, `Un Lugar Para Soñar´ (We Bought a Zoo, Cameron Crowe) —que también aúna drama familiar con comedia y cuenta con un reparto espectacular—, para darse cuenta de la diferencia a la hora de elaborar historias emotivas, siendo esta una película en la que resulta fácil implicarse meterse en la piel de los personajes, revelándose Payne como un maestro a la hora de reflejar la cotidianidad del drama familiar, y la otra un producto prefabricado repleto de bonitas postales como de anuncio y de frases grandilocuentes de libro de autoayuda, que carece de algo que ésta sí tiene: vida.
La brillante interpretación de Clooney viene secundada por las convincentes actuaciones de Shailene Woodley y Amara Miller como sus hijas, y de aportaciones más secundarias como las de Matthew Lillard, Beau Bridges y Robert Foster, que ponen su granito de arena en una película cuya sencillez y carencia de cualquier tipo de grandilocuencia —esa que sí había en `Un Lugar para Soñar— es su mejor arma. Sin duda es demasiado pronto para decir que `Los Descendientes´ es una de las mejores películas del aún joven año, pero sí que es una de las mejores maneras de empezarlo con calidad. Una pequeña gran película.

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