sábado, 14 de enero de 2012

`La Chispa de la Vida´, en busca de la dignidad



“Todos necesitamos una chispa para vivir.”
-Dr. Velasco (Antonio Garrido)
A pesar de que su anterior película —estrenada hace poco más de un año no me gustase demasiado, la torpe y bastante aburrida `Balada Triste de Trompeta´ (2010), sigo siendo un fiel defensor y aficionado al cine del bilbaíno Álex de la Iglesia, al que considero fácilmente uno de los mejores, más originales y personales directores de nuestro país —o sea: algo así como la versión buena de Pedro Almodóvar—. No tenía pues intención de perderme su nuevo film por mucho que el último me hubiera dejado mal sabor de boca, mucho menos siendo el debut cinematográfico del cómico José Mota —creo que con `La Hora de José Mota´ ha quedado claro quién era el realmente gracioso del dúo “Cruz y Raya”—, algo cuanto menos curioso que convertía la cinta en todo un pequeño evento —estoy seguro de que mucha de la gente que ha ido a ver la película lo ha hecho por la curiosidad ver cómo se desenvolvía el cómico en las tareas de actor—.
El comienzo de la película me hizo temer lo peor, la verdad. Encuadres muy cerrados, torpeza en la puesta en escena y un montaje atropellado… Parecía que De la Iglesia estaba dispuesto a caer en exactamente los mismos fallos de su desaprovechada `Balada Triste de Trompeta´, perdiendo el interés por elaborar una puesta en escena algo más currada como de la que había demostrado ser capaz incluso en sus films menos personales —debo de ser de los pocos que defiende `Los Crímenes de Oxford´ (The Oxford Murders, 2008), una película de misterio bastante atípica e irónica—, como si el rodaje se hubiera hecho deprisa y corriendo para empequeñecer los gastos y eso hubiera sido lo mejor que había salido. Entre eso y la poca autenticidad con la que presentan a los personajes, un imposible matrimonio formado por José Mota y Salma Hayek —al menos hacen una alguna bromilla al respecto…—, que a pesar de lo mucho que se quieren experimentan serios apuros económicos debido a la incapacidad del primero de conseguir trabajo, a pesar de haber sido el publicista que inventó el exitoso eslogan que acompaño tanto tiempo a la Coca-Cola: la chispa de la vida.


Afortunadamente, creo que este es un claro ejemplo de película que va de menos a más, y desde el mismo momento en que el protagonista tiene el accidente que lo deja con la cabeza clavada en una barra de hierro, suspendido por así decirlo entre la vida y la muerte, `La Chispa de la Vida´ engancha, resultando una sátira realmente mordaz sobra la sociedad en la que vivimos y un drama humano extrañamente potente e íntimo, que sorprende precisamente por no ser lo que uno se espera de un film de La Iglesia, director normalmente ácido e irónico, muy poco compasivo con sus personajes y que sin embargo en esta película hace gala de una mirada más cercana, emotiva y humana, que resulta admirable. Los momentos de la familia reunida por la tragedia, o los emotivos instantes finales son buena prueba de la mano de un director comprometido con la historia, por mucho que su siempre estrambótico estilo haga que en muchos momentos la película carezca de la sutileza y humildad necesarias —al menos no se encarga personalmente del guión, que fue lo que hundió su anterior film, y esta vez es obra de Randy Feldman—.
Y si la labor del director va volviéndose más acertada a medida que avanza la película, cuando ésta se centra en el drama de un hombre convertido en el epicentro de un auténtico circo mediático, algo parecido pasa con el debutante en pantalla grande José Mota. Al principio cuesta creérselo como personaje, porque es demasiado “él” y estamos muy acostumbrados a verle en otro ámbito. No invita a tomarse el asunto de forma seria. Su forma de ser, actuar y hablar recuerda demasiado a sus apariciones televisivas, y es como si su presencia restara credibilidad al asunto, quizá porque nos cuesta cambiar el chip. Pero una vez el personaje queda atrapado de tan horrible manera su actuación se vuelve mucho más veraz y creíble. Realmente uno llega a admirar al bueno de Álex por tener la valentía de darle una oportunidad a Mota de probar su valía como actor, no cayendo en las mismas manías que el resto de encasillar a la gente. La interpretación del célebre cómico llega a ser lo mejor y más sorprendente del film —la de Hayek también, sobre todo hacia el final—, llegando a dar realmente pena su personaje, tan cegado y necesitado del éxito y valoración de una sociedad que le ha dado la espalda que no se da verdadera cuenta del peligro que corre su vida.

El resto del reparto lo completan tanto actores de renombre como caras conocidas de la televisión actual, con nombres como Blanca Portillo, Juan Luis Galiardo, Fernando Tejero, Antonio Garrido, Santiago Segura, Juanjo Puigcorbé, Carolina Bang —esposa del director— y Antonio de la Torre —lo mejor de `Balada Triste de Trompeta´, y que aquí aparece desgraciadamente muy poco—, un reparto realmente espectacular, en el cual cada uno cual tiene una función en el circo que se monta alrededor de la vida y posible muerte de un hombre. Toda una crítica a los medios de comunicación, la sociedad del espectáculo —algo que De La Iglesia ya había tratado en `Muertos de Risa´ (1999)—, la hipocresía social y el morbo de la gente, en el que el director reivindica algo tan sencillo y tan valioso como la dignidad humana en estos tiempos de crisis y desesperanza.
Así pues, a pesar de cierta torpeza en la puesta en escena —la cosa mejora a partir de que la acción se detiene en las ruinas—, y de la brocha gorda con la que el director tiende a tratar temas siempre mucho más complicados —la sutileza o delicadeza nunca han sido el fuerte del realizador, aficiona a remarcar y llevar hasta el extremo de la exageración las ideas principales de sus películas—, pero pese a todo creo que `La Chispa de la Vida´ tiene fuerza, emoción y humanidad. Tiene esa vida que le faltaba a `Balada Triste de Trompeta´ y pese a todo consigue llegar al espectador, dejándole bastante jodido después de haber salido del cine. Creo que este director es capaz y ha demostrado otras veces que sabe hacerlo mucho mejor, pero aún así esta cinta acaba resultando en mi opinión un film bastante salvable y valorable pese a su irregularidad.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy buena cinta... La noche de ayer apenas pude verla y me pareció una buena crítica hacia la sociedad tan seguidora de la prensa amarillista... Muy buena para reflexionar.

Espero leerte pronto, colega... Se extrañan por acá tus reseñas. Un saludo.