viernes, 9 de septiembre de 2011

`Noche de Miedo (Fright Night)´, sangre y chistes fáciles



“Has mordido más de lo que puedes tragar.”
-Jerry (Colin Farrell)
Parece que los años ochenta están especialmente de moda en la cada vez más agotada máquina de ideas en la que se está convirtiendo Hollywood. Sin ir más lejos el año pasado tuvimos propuestas como `Miedos 3D´ (Joe Dante, 2009), `Los Mercenarios´ (Sylvester Stallone, 2010), `Predators´ (Nimród Antal, 2010), `The Karate Kid´ (Harald Zwart, 2010) o `Piraña 3D´ (Alexandre Aja, 2010), que nos devolvían o actualizaban de alguna manera el cine de aquella época, con resultados desiguales, pero en general poco sustanciosos. Ha sido este año cuando J.J. Abrams, con su mágica `Super 8´ (id, 2011), ha aportado algo realmente estimable en esta nostálgica mirada al pasado. Ahora, a expensas de que nos llegue en unos meses el remake/precuela de `La Cosa´ (John Carpenter, 1982), le toca el turno a esta readaptación de `Noche de Miedo´ (Fright Night), simpatiquísima cinta de 1986 dirigida por Tom Holland que mezclaba con bastante eficacia el terror con la comedia.
El tema del remake es algo especialmente complicado, pues (especialmente cuando se trata de la readaptación de una obra mítica) se suele tender a la copia y a la repetición, con lo cual el mismo hecho de rehacer la película simplemente mejorándola en un sentido técnico carece de sentido. Normalmente la lástima es que estos proyectos muy pocas veces caen en las manos adecuadas, las de alguien que tenga algo que ofrecer a la historia. No parecía que el caso Craig Gillespie, director de la interesante `Lars y una chica de verdad´ (2007) y la olvidable `Cuestión de Pelotas´ (Mr. Woodcock, 2007), fuese una excepción, pero sorprendentemente el director se muestra lo suficientemente inteligente en la operación, cambiando suficientes cosas y detalles (el simple hecho de trasladar la acción a Las Vegas ya es un acierto) como para que el visionado de su `Fright Night´ se sienta una experiencia diferente, y no un aburrido déjà vu.
La temática o punto de partida es básicamente el mismo que el del film del 86, que era básicamente una reinterpretación de `La Ventana Indiscreta´ (Alfred Hitchcock, 1954) – que por cierto tuvo un soso calco reciente llamado `Disturbia´ (D.J. Caruso, 2007) – juntándolo con dos de los temas más típicos de los ochenta: la aventura juvenil y los vampiros. El recuperar ambos temas hoy en día, en el que sagas descerebradas como `Transformers´ y `Crepúsculo´ son sus respectivos máximos representantes, me parece algo no sólo respetable sino necesario, ofreciendo una cinta gamberra y divertida en la que los vampiros (para variar) son monstruosos, muerden y explotan a la luz del sol. Nada de brillantina. Incluso cosas como el comentario del protagonista a su amigo (“lees demasiado `Crepúsculo´”) o el encontrar nuestro compatriota Javier Aguirresarobe — director de fotografía de las dos últimas entregas de esa saga (`Luna Nueva´ y `Eclipse´) — en el equipo parecen confirmar la broma.

Una broma en la que sorprende especialmente su contenido sangriento, casi gore, algo no especialmente potenciado en la “más light” versión de Holland, y la efectividad de su 3D, cuando apenas había estado publicitado y ni parecía una película apropiada para ello. Sin embargo, contiene un par de momentos y efectos (con sangre, desmembramientos, humos…) en el que se nota bastante y llama la atención positivamente, algo bastante sorprendente teniendo en cuenta que casi siempre suelo señalarlo como un aspecto negativo. También sorprende positivamente Colin Farrell sustituyendo a Chris Sarandon (que cuenta con un simpático cameo) en las labores del vampiro Jerry, un vampiro más moderno, por fuera todo un ligón metrosexual, pero por dentro una criatura malévola respetuosa con la mitología más básica del vampiro, lo cual es de agradecer. Farrell, que nunca me ha entusiasmado pero cada vez me gusta más (en `Camino a la Libertad´ está fantástico), se muestra oportunamente juguetón y cómodo en un papel con en el que parece habérselo pasado pipa.
En el apartado protagonista también se cumple, y es de agradecer que no hayan escogido al típico guaperas para encarnar el papel de Charlie, sino a Anton Yelchin (`Alpha Dog´, `El Castor´), un chaval tampoco feo pero con una figura lo suficientemente normal para distanciarse de ese perfil y acercarlo más al de un pringado y cercano “Marty McFly”. Incluso la ropa que lleva parece diseñada para recordar ese encanto ochentero, mientras el resto del reparto cumple con sus respectivas labores: David Tennant (`Doctor Who´) compone un rejuvenecido, alcohólico y divertido Peter Vincent (el “farsante” que deberá de ayudar a Charlie a combatir la amenaza vampírica), Chistopher Mintz-Plasse (`Supersalidos´) vuelve a repetir su típico papel de friki (asemejando además esta cinta con la también sangrienta y gamberra `Kick-Ass´), mientras que Toni Collette (la madre por excelencia gracias a `El Sexto Sentido´) cumple el papel de moderna progenitora e Imogen Poots (`Centurión´) el de la atractiva novia con la que Charlie desea perder la virginidad. Claro que para ello deberá de vencer antes a un ser de las tinieblas. Lo típico, vamos.


Bien es cierto que, en su deseo de cambiar y resultar diferente, se cometen ciertos fallos y torpezas que desmerecen la cinta en algunos puntos con lo que respecta a la original: el que el vampiro Jerry revele su verdadera naturaleza tan pronto y tan gratuitamente (cuando en la otra jugaba con el protagonistas y la incredulidad de los que le rodeaban a su antojo), cierta inserción en lo que concierne al pasado de Vincent que anula la comicidad de “farsante enfrentado a la realidad” (que era el punto clave de la otra), o un algo precipitado y torpe clímax final en el que los efectos cantan más de lo que deberían (y es no admiten punto de comparación con el encanto de los artesanales maquillajes y prótesis de la antigua). Por el contrario, sí que me parecen inteligentes otros cambios como el de dar la vuelta a la tortilla en lo concerniente a los amigos: en este caso es el compañero encarnado por Mintz-Plasse el que intenta advertir al protagonista sobre la amenaza de su vecino, y éste el incrédulo. Irónico.
Por lo demás `Noche de Miedo´ es un remake efectivo, bastante mejor de lo que esperaba en un primer momento y por encima de la media de este tipo de productos actualmente, ya sea en el caso de cine de adolescentes o de vampiros. Gillespie es incapaz de competir con su sangre digitalizada y unos diálogos lo suficientemente ágiles con el encanto de la anterior cinta, ni tampoco logra rodar algo tan atrevido como cierta escena sexualmente bastante subidita de tono del film de Holland, pero respeta lo suficiente los materiales que maneja como saber aprovecharlos lo mínimo. Su rutinaria puesta en escena se nutre de la rica fotografía de Aguirrasarobe  y de la rítmica y tétrica banda sonora de Ramin Djawadi (el compositor de `Juego de Tronos´), e incluso nos sorprende con una huida de la casa del vampiro a escondidas llena de tensión, un plano secuencia dentro de un coche bastante aplaudible y unos comiqueros títulos de crédito bastante originales. No está mal para ser un remake.

1 comentario:

Unknown dijo...

Tuve la oportunidad de entrar a ver al cine esta cinta y en su lugar preferí entrar a 'Conan'...Cómo me arrepiento de eso u.u

Ya me daré el tiempo de poder verla, aunque sea en formato casero. Saludos

www.rlnmovies.blogspot.com