`Invasión a la Tierra´, aburrida repetición de tópicos

“¿Retirada? ¡Y un cuerno!”

-Los Marines

Hay veces en las que una película, a pesar de tener aparentemente todo lo que debería de tener para mantener tu atención en la pantalla, como una buena puesta en escena y efectos especiales funcionales, aplicados a un tipo de historia con la que normalmente sueles pasártelo bien, sencillamente ese interés no se produce, y no se sabe exactamente por qué. Es sólo que a pesar de que todo parece estar en su sitio, en realidad hay algo que falla, a la cinta la falta algo que nada tiene que ver con lo que es apreciable a primera vista, carece de chispa, de vida propia, de alma. Algo así me pasó a mí con `Invasión a la Tierra´ (Battle: Los Angeles, Jonathan Liebesman, 2010), que fui a ver al cine con toda la ilusión del mundo con vistas a pasar un rato entretenido a base de ruido y buenos efectos especiales (que no me cansaré de decir que por sí solos no funcionan), aunque sobre todo motivado por su potente tráiler, y con la que casi me quedo dormido a pesar de todos sus efectos.

Así están las cosas. Porque la historia, la enésima invasión extraterrestre a nuestro querido planeta (normal que cuando una película plantea una situación diferente y original como `Distrito 9´ la gente se emocione), vista desde la perspectiva de un grupo de marines y narrada como si fuese `Black Hawk Derribado´ (Black Hawk Down, Ridley Scott, 2001); sencillamente no engancha. No ofrece nada nuevo ni especialmente destacable en el terreno de la ciencia ficción, ni siquiera unos extraterrestres especialmente llamativos, y no posee ni el brío ni la buena narración de un Ridley Scott en plena posesión de sus facultades. En vez de eso hay muchos mensajes chusqueros y tópicos en `Invasión a la Tierra´, que seguramente rebautizada así en el resto del mundo sólo se me ocurre que para que nos sintamos todos más integrados, porque la película es más bien una “invasión a América” total, y lo deja claro una y otra vez con su mensaje patriotero y su empeño en glorificar la imagen de unos incansables y sacrificados marines.

 

Que conste que no tengo nada en contra en que una película hecha en Estados Unidos y principalmente pensada para hacer negocio allí tenga un mensaje o conducta patriótica, eso es algo que hay que aceptar. El problema está más bien cuando el director cae en la trampa de idealizar excesivamente ese patriotismo de manera simplista, olvidando el factor humano y el verdadero sentimiento de la historia. En otras palabras, que el señor Liebesman (director de cintas de terror como `En la Oscuridad´ o `La Matanza de Texas: El Origen´) ha rodado un caro anuncio para la Marina en lugar de una emocionante historia sobre el sacrificio, el dolor o la culpa. Todo se nota excesivamente propagandístico en `Invasión a la Tierra´, y en consecuencia nada funciona, la implicación emocional con el relato falla e incluso la épica música de Brian Tyler parece excesiva, demasiado presente y repetitiva.

Ni siquiera ese estupendo actor que es Aaron Eckhart (ver su bellísimo personaje de Harvey Dent en `El Caballero Oscuro´ o el de divertido sinvergüenza en `Gracias por Fumar´), cuya participación en esta película es todo un misterio para mí, logra hacer creíble un personaje tan estereotipado como el sargento de la Marina que interpreta. Un hombre cansado, a punto de jubilarse, lleno de remordimientos por los hombres que murieron bajo sus órdenes, que sin embargo sacará lo mejor de sí mismo cuando la situación lo requiere. Por su parte los jóvenes a sus órdenes desconfían de él, creen que los abandonará como ya hizo con otros, pero tras un conmovedor discurso (es un decir) se verán dispuestos a seguirle a dónde sea, ¡hasta el infierno si hace falta! Porque sí. Porque los marines son así: no comen, no descansan, no se rinden. ¿Retirada? ¡Y un cuerno!

Ya el final acaba por poner la guinda a una historia que, planteada de otra manera, sí que podría haber funcionado como un conmovedor relato sobre el coraje y la resistencia del ser humano (repito: humano, pues el uniforme no hace al hombre). Pero nada, la película sigue a lo suyo, ni siquiera especialmente interesada en la invasión extraterrestre ni en su resolución, sino simplemente empeñada en glorificar la figura de unos marines que va deshumanizando progresivamente hasta convertirlos en poco menos que Terminators. Ah, y entre los que también hay hueco para Michelle Rodriguez (una de las actrices más encasilladas que conozco), en su típico papel de tipa dura, más que nada por eso de no ser machistas.

Así pues, una correcta puesta en escena en plan “cámara al hombro” y unos pasables efectos especiales (nada del otro jueves y que no dejan ninguna escena realmente memorable) son de las pocas cosas a las que agarrarse en una peli que no dudo que pueda resultar hasta entretenida dependiendo de las expectativas de cada uno, pero en la que yo sinceramente no me he metido, que me ha parecido aburrida y muy tópica, completamente falta de humanidad. Vamos, que no me extrañaría nada (y el buen aficionado a `Los Simpson´ sabrá de lo que hablo) que se escuchara algún “aniram al ne etatsila” en alguna parte de los títulos de crédito, y que ese fuese el único propósito de esta producción.