sábado, 17 de diciembre de 2011

`Misión Imposible: Protocolo Fantasma´, misión cumplida


“Lo único que ha funcionado en esta misión ha sido este equipo.”
-Ethan Hunt (Tom Cruise)
`Misión Imposible´ (Mission: Imposible, Brian de Palma, 1996) es una de las películas de acción más famosas y recordadas de los años 90, con un par de escenas y una banda sonora que pasaron a formar parte de la cultura iconográfica más referenciada en el mundo del cine —esa escena del descenso en cable, mil veces imitada—. Tanto es así que no sorprende que la franquicia haya llegado con vida a nuestros días, más de quince años después del estreno de la primera entrega —que por cierto nunca me ha parecido nada del otro mundo, de hecho la considero de lo peor de De Palma—, cuando lo habitual es que en Hollywood ya hubieran optado por un reboot. Pero no, a pesar de tener ya cincuenta años —que se dice pronto—, y de no tener ni mucho menos el tirón que tenía en los noventa Tom Cruise sigue siendo el máximo impulsor, productor e imagen de esta saga, cuya cuarta entrega estuvo a punto de no ver la luz debido a las diferencias creativas que tuvo la estrella con los productores de la Paramount Pictures, pero que finalmente acabaron solventándose.

Así pues, tras la entretenida y ya lejana cinta de acción con aires de thriller de los 90 —y que como ya digo, considero demasiado mitificada—, y pasando por una muy olvidable segunda entrega completamente pasada de rosca y con un estilo de videoclip que tiraba para atrás —también de lo peor de John Woo—, lo mejor que le pudo pasar a esta franquicia es que la tercera entrega cayera en manos de J.J. Abrams, en lo que supuso su debut cinematográfico, consiguiendo una de las películas de acción más trepidantes y endiabladamente entretenidas de los últimos años, que le debía mucho a la rapidez y contundencia del lenguaje televisivo en que se había curtido el creador de `Alias´ y `Perdidos´ (Lost), pero cuidando también el aspecto cinematográfico. A diferencia del resto de entregas, que con cada director fueron cambiando de estilo, `Misión Imposible: Protocolo Fantasma´ mantiene el estilo y sigue el sendero marcado por su predecesora —no en vano Abrams continua como productor— dejándole esta vez la batuta de director al valorado realizador de animación Brad Bird —suyas son `El Gigante de Hierro´ (The Iro Giant, 1999), `Los Increíbles´ (The Incredibles, 2004) y `Ratatouille´ (id, 2007).


Lo cierto es que esperaba más del salto de Bird de la animación a la imagen real, ¿para qué lo voy a negar? Al fin y al cabo este hombre es el director de una de las películas de animación más entrañables que jamás he visto —`El Gigante de Hierro—, amén de una de las cintas más estimulantes y trepidantes de la factoría Pixar —`Los Increíbles´—, en lo personal una de mis favoritas. En comparación el trabajo que aquí hace no deja el de un mercenario —se rumoreaba que quería que le produjeran otro proyecto más personal, pero que el estudio le “impuso” como condición que dirigiera antes esto para ver de qué era capaz—, aunque ahora bien, de un mercenario muy competente: imaginativo con la puesta en escena, acertado con el ritmo y comprometido con lo que está contando. Así pues, ¿de qué me estoy quejando?, ¿qué es lo que le falta a esta `Misión Imposible: Protocolo Fantasma´ en mi opinión? Pues algo bastante relativo e indetectable: el alma, la vida, la pasión. Algo que haga que uno se involucre con lo que ocurre en pantalla más allá del mero entretenimiento, y hacer que la película trascienda el una buena película de acción correctamente realizada para convertirse en una gran película de acción.
J.J. Abrams supo dotar a `Misión Imposible III´ de esa vida y de un nervio a flor de piel inaudito hasta el momento en la fanfarrona saga, dándole a Ethan Hunt una vulnerabilidad y humanidad —todo a raíz del personaje de Michelle Monaghan— que lo convertían en un protagonista más cercano al espectador, al mismo tiempo que se le enfrentaba al villano más potente y enigmático de toda la franquicia —ni siquiera llegamos a conocer sus motivaciones, lo cual lo hacen más atractivo— interpretado por un magnifico Phillip Seymour Hoffman, un auténtico hijo de puta que ataca sin ningún reparo el punto emocional más débil de su contrincante —comparado con él, el típico fanático con obsesiones de destruir el mundo interpretado en piloto automático por Michael Nyqvist (Mikael Blomkvist en la trilogía sueca de `Millennium´) se queda en tópico y muy poco imponente—. Desde el mismo prólogo, Abrams atrapaba al espectador con esta potente amenaza, mostrándonos un pequeño anticipo de dónde desembocará la cosa: una escena en la que vemos a Ethan indefenso y suplicando por la vida de la mujer que ama. A partir de ahí, la cinta enganchaba, era trepidante y emocionante a más no poder. Un producto de evasión notable.

A pesar de que `Protocolo Fantasma´ mantiene el estilo formal y el tono optimo que logró Abrams, no es una película tan apasionante e intensa ni de coña. Se pierde esa cercanía que se lograba con Hunt en la anterior entrega al mismo tiempo que el personaje Monaghan —las dos escenas en que se la menciona tienen que ver curiosamente con las partes más emotivas del relato, más personales—, y se lo vuelve a convertir en un inaplicable superhombre capaz de cualquier cosa al tiempo que se juega con el factor cómico para quitarle gravedad al asunto. Así las cosas, `Protocolo Fantasma´ parece más por momentos una versión mucho más entretenida y visualmente espectacular de la fallida `Noche y Día´ (Knight and Day, James Mangold, 2010) que la continuación lógica de la vibrante superproducción de 2006. Hay diversión y hay secuencias impresionantes, momentos en los que Bird demuestra su destreza adquirida para el gag y el control visual en cine de animación —al fin y al cabo `Los Increíbles´ no era más que una comedia de acción, y como tal tenía escenas mejor rodadas que muchas cintas de género de carne y hueso—, pero no puede librarse de una cierta sensación de espectáculo algo frívolo y rutinario, carente de auténtica emoción.
Aún así, muy al contrario de lo que puede aparentar, `Misión Imposible 4´ me ha parecido un entretenimiento bastante digno, muy por encima de la media simplemente gracias a dos factores que Bird sabe cuidar bastante bien: el ritmo y la puesta en escena —ambos fundamentales para conseguir una buena película de acción—. Frívolos o no, los 130 minutos de duración se pasan en un vuelo entre bromas y flipadas, consiguiendo por primera vez dotar de algo más de interés y personalidad a los integrantes del equipo encabezado por Hunt —interpretados por Jeremy Renner (uno de los actores del momento), Simon Pegg y Paula Patton—, aunque se nota que este sigue siendo un producto concebido para el lucimiento de su estrella Tom Cruise, al que hay que reconocerle que tiene cojones rodando escenas como la del rascacielos —realmente da vértigo—, más teniendo en cuenta que ya no es un chaval. Sí que noto bastante más desaprovechada la presencia de Nyqvist y de Tom Wilkinson —poco más que un cameo—, pero creo que el veredicto final justo sería decir que “misión cumplida”. No es tan buena como podría —la tercera entrega—, pero es mejor de a lo que nos tienen acostumbrados —la primera y la segunda—. No es de las mejores películas del año, pero sí de las más entretenidas 

1 comentario:

Unknown dijo...

Mi primera experiencia en una sala IMAX y me alegro tanto que haya sido con esta película. Tienes razón en que no supera a la tercera (de mis películas favoritas en el cine de acción), pero aún así esta entretiene bastante. Muy buena esta Misión Imposible..Saludos

http://rlnmovies.blogspot.mx/2012/09/mis-diez-peliculas-favoritas-de-mayo.html