`The Fast and Furious 5 (Fast Five)´, rápidos y chulos

“Todo apunta a que tarde o temprano, terminaremos entre rejas o enterrados en alguna zanja. Pero hoy no…”

-Dom Toretto (Vin Diesel)

Como aficionado al cine en general y al buen cine de acción y aventuras en particular, no deja de sorprenderme la buena recepción (siempre entre comillas) por parte del público y la crítica de la quinta entrega de la saga de `A Todo Gas´, a la que han coronado con la etiqueta de “la mejor de la saga” como si eso fuese decir mucho o siquiera algo. Porque de hecho ya la primera dirigida por Rob Cohen (director capaz de hacer algo tan entretenido como `Dragonheart´ y algo tan puñeteramente malo como `The Mummy 3´) no dejaba de ser una vulgar copia en clave automovilística de la simpática película de acción `Le Llaman Bodhi´ (Point Break, 1991) de Kathryn Bigelow (ahora famosa por ganar el Oscar por `En Tierra Hostil´), con Keanu Reeves y y Patrick Swayze de protagonistas. Y esto no es algo que me invente yo o una exageración, simplemente poned las dos películas una frente a la otra, cambiad los surfistas por aficionados al tuning y el sentido común hará el resto.

Como suele ser habitual en este tipo de películas “de segunda”, y a pesar del evidente éxito de la cinta (injustamente más famosa que la de Bigelow), los implicados principales se desvincularon del proyecto en busca de ofertas más jugosas y de hacer películas más interesantes. Y es que por aquel entonces (comienzos del 2000) parecía que gente como Vin Diesel (que tampoco participó en la segunda de `XXX´), Paul Walker y Michelle Rodriguez se iban a comer el mundo, eran jóvenes, estaban empezando y les esperaba un gran futuro por delante. Decir que finalmente su carrera no ha dado ni por asomo tanto de que hablar ni nada especialmente destacable a lo que agarrarse trasciende el mero eufemismo para meterse peligrosamente en el terreno de la falsedad. Me atrevo a suponer que probablemente esa es la razón de la vuelta del equipo original a la cuarta entrega, en busca de un éxito seguro al explotar la que todavía seguía siendo una marca conocida y bajo la batuta del director de la bochornosa tercera entrega (completamente desvinculada de las otras). Un tal Justin Lin (`El Desafío´ es lo más llamativo que ha hecho).

Si bien puede decirse que con la cuarta volvieron a ganarse el favor del público es sin duda con esta quinta con el que lo han encandilado, hasta tal punto que la cinta se ha convertido en uno de los mayores éxitos del año y ya se habla de una sexta entrega. Sin duda una jugada magistral, con la que además Diesel, Walker y The Rock (otro que prometía mucho más de lo que finalmente está dando) se han salvado de caer lentamente en el olvido. Pero como lo que al final lo que interesa aquí es el cine, me temo que poco más entusiasmo puedo demostrar yo por una oferta como la de esta `A Todo Gas 5´, una película que muchos han vendido y otros tantos han querido ver como un decentísimo entretenimiento (de hecho el tráiler tenía un par de escenas bastante vistosas que invitaban a creérselo), pero con la que yo finalmente me he acabado aburriendo bastante, no me la he creído, y no me lo he pasada bien. ¿Qué sirve para echar la tarde? Sí, un poco más que algunas otras, pero para nada más.

Son muchos los problemas que dificultan el buen funcionamiento de la cinta más allá de la funcional puesta en escena de Lin, que sin ser ningún McTiernan se las apaña para ofrecer un par de secuencias vistosas: la escena del comienzo en el tren y la huida final, básicamente. El resto es un bloque central sin demasiada chicha, en el que sólo hay hueco para una persecución en las favelas demasiado vista (calcada a la de `El Increíble Hulk´) y un “esperado” enfrentamiento entre los musculosos Diesel y Johnson, que sólo se me ocurre definir como “mucho ruido y pocas nueces”. El resto del tiempo se lo lleva un supuesto plan “ingenioso” de una pandilla que por momentos parece querer emular a la de `Oceans Eleven´, pero cuya parafernalia no deja sino en evidencia la absurdeza y simplicidad del guión (tanto preparativo, tanto estudio, tanta planificación… ¡¿y finalmente es así como se llevan la caja fuerte?!). Lo más evidente es que, para lo que cuenta, y para dónde quiere llegar finalmente, los 130 minutos que dura la película son a todas luces excesivos, absurdos diría yo. Esta cinta se hubiera beneficiado de ser más rápida y corta, básicamente para que nadie pudiera tener tiempo de pensar demasiado en el dudoso sentido de su propuesta (que se atreve incluso con vendernos una especie de fabula sobre la familia que no pega ni con cola).

Todo esto lo acaba por redondear la nula implicación emocional con los protagonistas, a los que no llegamos a entender realmente, ni nos compenetramos con ellos en ningún momento, con lo cual muy difícilmente podemos interesarnos porque se salgan con la suya o emocionarnos con nada de lo que les pase. Tanto Diesel y Walker en un bando, como The Rock en el contrario, componen poco más que a unos chulos jugando a quién es más chulo, a quién marca más bíceps, a quién la tiene más larga (la escena en la que Toretto se encara al otro gritando “esto es Brasil” es de risa). Poco tienen que ver estos “antihéroes” con los carismáticos e hijoputescos personajes que nos ha dejado el cine de acción de los noventa y de los ochenta. Héroes tan amorales como entrañables, que nos ganaban por su carisma más que por sus músculos, con su barba, con su forma de hablar o de fumar el cigarrillo (¿es cosa mía o ya no dejan fumar en las películas?). En otras palabras: con el tiempo, nos han ido cambiando a héroes de verdad por absurdos y aburridos chulo playas, cuyo lugar parece más bien algún programa como `Mujeres Hombres y Viceversa´ en vez de una cinta de acción. Y esta es la cruz que tenemos que aguantar en nuestros días en el cine de acción, al igual que los niñatos pijos lo son para el cine de vampiros y fantástico.

Esas son las sensaciones que al menos a mí me ha dejado esta `A Todo Gas 5´, que como digo y dependiendo de las expectativas de cada uno, puede servir perfectamente para echar el rato y deleitarse con sus vistosas escenas de coques y persecuciones (indudablemente espectaculares), pero que no alcanza en ningún momento las cuotas necesarias de emoción y diversión como para considerarse una buena, o al menos decente, película de acción y aventuras. Un género que repito, me encanta, y me reafirmo, está infravalorado, muy especialmente por películas como esta y los que se conforman con ellas.

PD: Tampoco es que me entusiasme el tema musical final (al parecer uno de los “éxitos del verano”), lo he puesto por poner algo.