`La Mujer de Negro´, terror de manual

“Cuando morimos subimos ahí arriba, no nos quedamos a vagar por aquí abajo.”

-Daily (Ciarán Hinds)

Seguramente la razón por la que la mayoría de la gente mostrará interés por `La Mujer de Negro´ (The Woman in Black, 2012) será por la casi morbosa curiosidad de ver a Harry Po… Perdón, Daniel Radcliffe en un registro diferente, alejado ya de la figura del joven mago que le dio la fama y cuya saga terminó muy decentemente el pasado verano. En otras palabras, que mucha gente irá a verla simplemente por verle a él, ya sea por fanatismo incurable o por averiguar si se la pega una vez alejado de la comodidad de una saga larga y rentable —y eso bien lo saben los productores que seguramente habrán apostado por él más por ser cabeza de cartel que por un actor de cierto prestigio, pues aún tiene mucho que demostrar al respecto—. Por mi parte, siempre empeñado en ir a mi bola, mi interés residida en que este fuera el segundo trabajo en la gran pantalla del realizador británico James Watkins, que me dejó con la boca abierta con su potente debut `Eden Lake´ (id, 2008), película vergonzosamente inédita en nuestro país.

Este segundo trabajo viene además envuelto bajo el sello de la veterana productora de terror Hammer, recientemente resucitada de entre los muertos — bendita ironía— y que desde entonces ha apadrinado el digno remake de `Déjame Entrar´ (Let Me In, Matt Reeves, 2010) y olvidable `La Víctima Perfecta´ (The Resident, Anttie Jokinen, 2011), uno de los films que peor sabor de boca me dejó este verano. No obstante es sin duda la película que tenemos entre manos es la que con más autoconsciencia ha asumido la tarea de ser una “película Hammer” y no reducir la relevancia de la marca a una resultona aparición del logotipo antes de los títulos de crédito. `La Mujer de Negro´ recupera por así decirlo todo el encanto, la atmósfera y el clasicismo de esas producciones de terror, en la que es posiblemente una de las películas de terror —un género muy difícil y muy menospreciado— más dignas estrenadas en los últimos años. Y eso es todo un logro, aunque el ejercicio no tenga nada de nuevo.

La historia nos sumerge en la vida de Arthur Kipps —un Daniel Radcliffe que parece haber asumido su paso de la adolescencia a la paternidad como en el mismo prólogo del cierre de la saga del niño mago—, un joven abogado atormentado por la pérdida de su mujer y con la carga de un joven hijo. Ya de entrada supongo que a muchos les costará creerse a Radcliffe en un papel así, lo entiendo, pero no me parece justo pues para empezar su edad es coherente con la de aquella época para casarse y tener hijos —más preocupante era que siguiera en la escuela de magos ya con la barba que tenía—, y en segundo, prejuicios aparte, creo que el chaval se esfuerza por meterse en la piel de ese hombre atormentado y que nos olvidemos del dichoso Harry Potter. Lamentablemente le falta naturalidad y lo consigue sólo a medias, siendo su actuación —por otra parte meritoria al sostener casi por completo el peso de la película al ser prácticamente el protagonista absoluto de la mayor parte del metraje— de lo que menos me convence de la película.

Afortunadamente Radcliffe no es en realidad más que un intermediario entre el espectador y toda la estupenda lección de atmósfera y terror de la que hace gala Watkins. El actor es por así decirlo el encargado de abrir las puertas, quedarse a solas en la oscuridad de esa escalofriante casa en un pueblo perdido, que sus jefes le envían para que vender, sin saber que sobre ella pesa la maldición de una terrorífica mujer vestida de negro con la que empezará a tener visiones. Y todo al respecto en la película —fotografía, escenografía, ritmo…— contribuye a incrementar ese terrible mal rollo, y esa sensación de amenaza constante, recurriendo de vez en cuando a algún que otro susto efectista, pero sobre todo a base de tensión y saber construir una película de fantasmas “de manual”, por así decirlo.

Y en realidad eso es todo lo bueno y lo malo que se puede decir de `La Mujer de Negro´, que es una película de terror clásico muy bien ejecutada y al mismo tiempo no es nada más que eso. Cualquiera que haya visto más de una de estas pelis sabrá decir más o menos cuándo se van a producir los sustos, o por qué están tan atemorizados los pueblerinos, y por supuesto sabrá prever fácilmente toda la jugarreta final —calcada a la de películas como `The Ring´ (Ringu, Hideo Nakata)—. Por tanto, evidentemente `La Mujer de Negro´ es una película privada voluntariamente de cualquier tipo de factor sorpresa en pos de conseguir una depurada labor de género, y aunque la mayor parte del tiempo uno tiene la sensación de que ese gusto por lo clásico es una elección correctísima —la primera visita a la casa pone los nervios a flor de piel, y la segunda cerca le anda—, cosas como el final chirrían un poco.

Pero en general yo creo que la película merece la pena, funciona, logra meter bastante miedo y un par de buenos sustos. Radcliffe no está ni bien ni mal, simplemente correcto, cumple con lo poco que necesita su papel, mientras que la presencia de actores como Ciarán Hinds —curiosamente apareció junto con Radcliffe en la última de Potter— elevan la calidad de una cinta puede que no memorable, pero sí disfrutable para todos aquellos amantes del género a los que artificios modernos y vulgares como `Paranormal Activity´ (Oren Peli, 2007) les aburren más que otra cosa, y quieren volver a meterse en una casa encantada como las de antes.