`Intruders´, temores infantiles

“Los monstruos son cobardes, si les plantas cara huyen.”

-John Farrow (Clive Owen)

El estreno de `Intruders´ (id, 2011) se ha rodeado de cierta expectación por dos motivos: uno, el ser una oferta española radicalmente opuesta en temática y en forma a lo que se suele hacer normalmente en nuestro país (en otras palabras, que parece americana) y el estar protagonizada por una estrella del calibre del carismático Clive Owen (cuyo mejor papel sigue siendo y parece que siempre será el triste Theo en la magistral `Hijos de los Hombres´). Esa expectación y el notable éxito en taquilla han sido contrastados con una recepción un tanto fría por parte del público y unas críticas ciertamente mediocres, que parecen haber empañado parcialmente el tercer largometraje del prometedor Juan Carlos Fresnadillo (`Intacto´, `28 Semanas Después´). No estoy para nada de acuerdo con estas reacciones y, pese a sus defectos, `Intruders´ no me parece para nada un tropiezo del director español, sino un aporte muy interesante.

Incluso diría que ahora estoy más interesado por la carrera de Fresnadillo, porque he visto que es narrativamente capaz de mucho más de lo que había demostrado en la entretenida `28 Semanas Después´ (buena película, pero inferior a la original de Danny Boyle). No es que esta sea tampoco una gran película ni mucho menos, pues creo que el guión no está en muchos momentos a la altura de las circunstancias y depende de demasiadas trampas para justificar su final sorpresa, que no termina de dar totalmente sentido a la historia, en general muy cogida por los pelos. Ahí está el mayor y el único verdadero defecto de la película: que no es más que un artificio construido sobre unos cimientos no demasiado sólidos. Pero no por ello hay que dejar de valorar la construcción en sí, que convierten a la película en algo lo suficientemente interesante, una correcta y efectiva cinta sobre miedos infantiles, temores nocturnos y la figura amorfa del hombre del saco.

No deja uno de agradecer en los tiempos que corren, que alguien como Fresnadillo se preocupe de hacer pasar miedo al público como dios manda, a base de atmosfera y preparar un ambiente adecuado, en lugar de subir el volumen en el momento apropiado buscando el susto fácil. No hay nada de eso en `Intruders´, y me aventuro a suponer (pues muchas de las reacciones que escuché saliendo de la sala iban por ese camino) que esa es precisamente la razón por la que muchos se han visto decepcionados por la película, más centrada en la psicología y miedos de los personajes, y que les ha aburrido. Entiendo el por qué, pero no puedo compartirlo, pues en mi opinión lo que Fresnadillo hace es más una película sobre el miedo (siempre unido a temores de la infancia, quizá no superados) que una película de miedo. En ese sentido la historia me parece muy coherente incluso en su final, en el que lo único que no me cuadra realmente SPOILER es la no muy justificada relación entre los miedos heredados del padre a la hija. ¿Sólo por un viejo trozo de papel y un espantapájaros quemado? No me lo termino de creer FIN SPOILER.

No lo niego. `Intruders´ tiene fallos, sí, y en un sentido realista (algo no especialmente necesario para que una película sea buena) no tiene demasiado sentido, pero atacar sus inverosimilitudes me parece menos interesante que analizar sus valores cinematográficos: la inspirada puesta en escena, la fascinante fotografía de Enrique Chediak, la estupenda banda sonora de Roque Baños, o las más que correctas interpretaciones de Clive Owen (`Sin City´, `Plan Oculto´), Carice van Houten (`El Libro Negro´, `Valkiria´), Daniel Brühl (`Salvador´, `Malditos Bastardos´) o Pilar López de Ayala (`Alatriste´), sin olvidarnos de los jóvenes Izán Corchero y Ella Purnell (`Nunca Me Abandones´), que interpretan a los dos niños con pesadillas similares cuya relación únicamente se explica al final, y el cameo de Héctor Alterio (impagable su cachondo personaje). Todo esto hace para mí la peli lo suficientemente disfrutable, me mantiene implicado y me entretiene, independientemente de que una vez solucionado el entuerto me parezca que me han tomado un poco el pelo (incluso ese momento logra ser emocionante).

`Intruders´ se sostiene porque hay mucho talento en ella, porque es técnicamente impecable y está visualmente conseguida, porque juega muy acertadamente con temores infantiles universales como la reciente `Insidious´ (James Wan, 2010), película con la que tiene formalmente mucho que ver. Mientras que aquella ofrecía un impacto limpio (mucho susto, pero descuidaba mucho más a los personajes y sus emociones) el filme de Fresnadillo se las ha visto con un público un tanto más susceptible, que no ha sabido valorar demasiado el gusto por una propuesta más íntima, que tira más por el drama familiar con ecos del cine de M. Night Shyamalan, recordando especialmente a `El Sexto Sentido´ (The Sixth Sense, 1999), otra cinta centrada en enfrentarse a temores infantiles (y ampliamente superior, todo hay que decirlo).

En definitiva, puede que `Intruders´ sea una cinta de usar y tirar, pero al menos es una cinta que vale la pena usar y tirar. Es un film con no pocas ideas interesantes que no acaba de desarrollar por completo, dando la sensación de que no es una película todo lo redonda que debería, pero que por lo demás en los apartados dramáticos y emocionales cumple con corrección la mayoría de sus obligaciones. Efectiva.