lunes, 3 de octubre de 2011

`El Arte de Pasar de Todo´, ser joven y estar perdido



George (Freddie Highmore): “Traidora, sádica y maldita zorra…”
Sally (Emma Roberts): “Yo también te quiero.”
Creo que sería muy fácil menospreciar y atacar una película como `El Arte de Pasar de Todo´ (The Art of Getting By, Gavin Wiesen, 2011), una de esas cintas de toque independiente que en realidad no difieren mucho de otro tipo de comedias románticas adolescentes que nos vienen de los Estados Unidos. Pero la verdad es que después de haber asistido a su agradable visionado no encuentro razones de peso para hacerlo, como tampoco entiendo el que hay tenido una distribución tan pobre (al menos en mi territorio), y que haya pasado sin pena ni gloria. Vale que no pueda compararse en calidad a otras películas producidas por el mismo estudio (la estupenda `(500) Días Juntos´ y la simpática `Juno´), pero el debutante Gavin Wiesen dirige una película que se siente en todo momento honesta y sincera mientras que trata con problemas y sentimientos con los que son muy fáciles caer en la manipulación o exageración.
Y es que teniendo en cuenta el tipo de películas de este tipo (calculo que se hacen unas cien al año), protagonizadas por jóvenes estrellas que se enamoran, se dicen cuánto se quieren, surge algún tipo de problema o confusión, se soluciona y bla, bla, bla… `El Arte de Pasar de Todo´ es una pequeña joyita, cuya falta total y absoluta de pretensiones o ambición alguna es seguramente su mejor baza. Es sin duda una película pequeña, orgullosa además de serlo, y que quizá por ello ha estado condenada desde un primer momento a ser ignorada o no hacerse notar… como el mismo protagonista (un crecidito Freddie Highmore, ese chaval que lo hacía estupendamente en `Descubriendo Nunca Jamás´ y `Charlie y la Fábrica de Chocolate´), solitario y encerrado en su propio mundo, sin nada que decir y nadie que quiera escucharlo, hasta que entra en escena la llamativa Sally (Emma Roberts, simplemente pasable).


El ser joven, estar perdido, no saber lo que hacemos aquí o el sentido que puede tener nada… Son sentimientos con los que creo que todo ser humano que haya pasado por la adolescencia fácilmente entenderá. Pero además, he de reconocer que por el tipo de personalidad (no tanto en el aspecto chulesco sino misántropo) el protagonista se me hizo bastante cercano y creíble (en parte por la buena labor de Highmore, que espero que siga trabajando y no se hunda en el olvido como tantas y tantas estrellas juveniles), por tanto a partir de ahí me impliqué bastante con toda su serie de problemas y frustraciones de todo tipo, que en total, van más allá del simple conflicto amoroso (de indudable importancia) para abordar otros sentimientos (familia, amistad, creatividad, soledad, sentido de la responsabilidad) sentirse definido de alguna manera, para tener la sensación de estar vivo, de existir al fin y al cabo y no recorrer este mundo sin ningún fin: encontrar algo qué decir y tener el valor de hacerlo.
Por supuesto que `El Arte de Pasar de Todo´ tampoco se salva de una cierta blandenguería y recurre a bastante tópicos para resolver conflictos en realidad mucho más difíciles y profundos de los que siempre nos quieren hacer parecer. En ese sentido todo el bloque final de la película de Wiesen es demasiado facilón, muy poco valiente y en total desmerece gran parte de lo conseguido hasta el momento. Sin embargo no creo que se pueda hablar de incoherencia o de poca honestidad, pues la película parece completamente convencida con su discurso optimista y no carga tampoco las tintas en un enfoque didáctico (que siempre se puede encontrar, pero realmente aquí no nos están vendiendo nada y tampoco tenemos la necesidad de comprarlo).

En definitiva, con una correcta aunque no demasiado imaginativa puesta en escena (no se aleja demasiado del “toque indie” estándar) y unas actuaciones y diálogos bastante naturales, `El Arte de Pasar de Todo´ no deja de ser una película entretenida, honesta, juvenil y fácil de ver, que puede pasar fácilmente por la versión pequeña, tanto en calidad como en la edad de sus protagonistas, de la mentada `(500) Días Juntos´ (500 Days of Summer, Marc Webb, 2009). Quien quiera ver eso como un defecto que lo vea, yo he disfrutado bastante de su visionado, y eso es algo que me vale aunque no me haya resultado una cinta para nada memorable.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Tengo la ligera impresión de que esta película no llegará nunca a las pantallas mexicanas...nimodo, me han dado ganas de verla así que tendré que recurrir a métodos "no legales" jaja. Saludos

www.rlnmovies.blogspot.com

Alain Rodriguez dijo...

Si es que... ¡nos obligan a delinquir! XD Aquí se estrenó, pero de manera tan limitada que fue como si no lo hubiera hecho.

Unknown dijo...

Exacto! jaja...Uno como buen amante del cine queriendo ver las películas en la sala (como debe ser) y apoyar la industria cinematográfica y nada más no nos dejan. Una lástima