“Yo tengo fe en ti Teseo. Demuestra que tengo razón.”-Zeus (Luke Evans)
Hay directores que consiguen cierto prestigio y seguidores sin haber dado realmente razones de peso para ello. Tal podría ser el caso del director indio Tarsem Singh —antes conocido simplemente como Tarsem, que quedaba más chulo—, que con solamente dos películas en su haber ya había conseguido ese cierto reconocimiento —al menos en ciertos círculos de aficionados al cine—. Cierto es que el hombre tiene un estilo visual llamativo y que a nivel de diseño de producción sus películas suelen ser bastante atractivas, pero personalmente sigo considerando este prestigio demasiado prematuro e injustificado, pues `La Celda´ (The Cell, 2000) por llamativa que fuera tanto algunas de sus escenas como su temática no era nada del otro mundo, y solamente `The Fall: El Sueño de Alexandria´ (id, 2006) —realmente una pequeña joya— era una película lo suficientemente redonda como para sospechar que Tarsem podía dar algo bueno como narrador más allá de rodar vistosos videoclips.
Con esas dos películas como únicos aportes en un periodo de doce años, no es lo que se dice una carrera con demasiado recorrido ni bagaje para juzgar sus cualidades como realizador —cierto es que la complejidad tanto de rodaje como de presupuesto para `The Fall´ la convirtieron en una película que costó unos cuantos años levantar—, y el siguiente paso era toda una prueba de fuego para el todavía primerizo cineasta. Lamentablemente este paso no ha sido todo lo acertado o al menos interesante que debería, y no ha encaminado su carrera por el camino de un cine más “de autor y personal" como el que se intuía en `The Fall´ —que de hecho giraba en torno al cine y a la figura de un cuentacuentos—, sino que el realizador hindú se ha vuelto a escudar en el escaparate del más comercial y asequible, tipo `La Celda´, poniendo esta vez su llamativo estilo al servicio de una producción con la que, como ya se intentara con la floja `Furia de Titanes´ (Clash of the Titans, Louis Leterrier, 2010), se pretende emular descaradamente a la exitosa y potente `300´ (id, Zack Snyder, 2007).
Y es una pena que parezca que `The Fall´ vaya a quedarse como la única obra realmente digna para juzgar y valorar el estilo de Tarsem —que en poco tiempo estrenará una versión de aspecto descaradamente comercial de Blancanieves: `Mirror, Mirror´—. Entiendo que sus manías y sus diseños visuales —en el que el ordenador hasta el momento se había empleado lo justo— requieren de un presupuesto y unos medios demasiado elevados para el cine independiente y que por eso haya necesitado refugiarse en el más comercial, donde los presupuestos elevados son lo acostumbrado pero donde el riesgo y la valentía no se dejan ver demasiado —a los productores no les gusta jugársela cuando hay mucho dinero de por medio—. Así pues, `The Fall´ es una película entre un millón, mientras que `Immortals´ es un entretenimiento del montón, realizado siguiendo el modelo del tipo de otros tipos de películas de éxito y sin vida propia, siendo algunos de los apuntes visuales y el impecable e imaginativo diseño de producción lo único que la salvarán del olvido —quizá—.
Como tantas cintas actuales basadas en la mitología griega, `Immortals´ nos presenta una historia en la que entran en juego tanto dioses, como mortales y criaturas mitológicas —esta vez con aspecto muy humanoide, eso sí—. El protagonista es Teseo —Henry Cavill, quien se ha hecho conocido de la noche a la mañana nada más se supo que interpretaría a Superman en la nueva película que prepara Zack Snyder—, típico chico con habilidades especiales que sin embargo rehúye la batalla y vive pacíficamente en un pequeño pueblo con su madre, hasta que la guerra llega a su hogar de la mano del rey Hiperión —contundente Mickey Rourke— quien busca liberar a los titanes y emprender una guerra contra los dioses y el Olimpo. Evidentemente el joven Teseo será el elegido para detenerlo, dado que es el hijo de Zeus —Luke Evans, otra vez metido en un blockbuster insatisfactorio como ya le viéramos en `Los Tres Mosqueteros 3D´—, para lo cual contará con algo de ayuda y la guía de los dioses —aunque no demasiada, porque ya se sabe: son dioses y les gusta ponérselo difícil a todo el mundo, incluso a los que defienden su causa—.
Lo que más clama al cielo en `Immortals´ es la llamativa falta de emoción y épica de la que carece todo el relato, que uno ve como una composición de bellos cuadros que ocurre muy en la lejanía, sin llegar a sentir en ningún momento que los escenarios y las personas que los pueblan son reales, que todo eso está ocurriendo de verdad y es importante. El diseño de producción es realmente novedoso, tanto como la manera de visualizar las escenas de Tarsem —aunque esta vez sí que abusa bastante de los efectos digitales—, y eso hace en parte que `Inmortals´ destaque como una pieza “diferente” al cine de entretenimiento común. Pero curiosamente esto también hace que todo se note terriblemente irreal por momentos, incluso bastante hortera en algunas ocasiones. En ese sentido `300´ tampoco era una película fidedigna a la realidad, pero al menos funcionaba dentro de un estilo visual de comic, muy atractivo y elegante, en el que también había lugar para la humanidad y la emotividad, los personajes y la narración. En `Immortals´ todo esto no se encuentra por ninguna parte, queda ahogado por el suntuoso envoltorio.
Así las cosas, y guiada por un guión tremendamente monótono y sosteniéndose sobre un protagonista sin demasiada sustancia, con el que es muy difícil tener un mínimo de empatía —espero que en `Man of Steel´ esté mejor dirigido y de la talla como hombre de acero…—, `Inmortals´ funciona muy superficialmente como un lujoso y atractivo pero vacio videoclip, sin una historia verdaderamente atractiva. Es fácil disfrutar de la manera en que Tarsem rueda las peleas jugando con efectos de ralentización y aceleración, salpicadas generosamente con sangre digitalizada —cada vez más común en cine comercial, aunque cada vez se pierde más el sentido de la verdadera violencia—, pero no lo es tanto seguir a los acartonados personajes interpretados por Freida Pinto —una vez más en funciones de florero, como en `El Origen del Planeta de los Simios´—, Luke Evans, John Hurt o Stephen Dorff. El único que parece poner toda la carne en el asador es Rourke, que está realmente perfecto, imponente y creíble como villano, mucho mejor aprovechado que en `Iron Man 2´ (id, Jon Fravreau, 2010). El resto de los aciertos se quedan en lo meramente estético, sin demasiado valor narrativo.
1 comentario:
Esta fue sin duda uno de mis placeres culpables en el momento en que la vi. Será pésima a nivel de historia y actuaciones (a excepción de Rourke), pero logró entretenerme bastante y el tramo final me llego a emocionar en cierto momento, aunque otros estuvieran de risa, como la aparición de los dioses al momento de enfrentar a los titanes (idénticos a los caballeros del zodiaco jaja). Saludos
www.rlnmovies.blogspot.com
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