domingo, 9 de octubre de 2011

`Crazy, Stupid, Love´, una comedia romántica con alma


“No debí saltar de ese coche. Debí luchar por ti.”
-Cal (Steve Carell)
Es agradable que, por mucho que se hagan decenas, cientos de comedias románticas al año que repitan los mismos esquemas sin variar lo más mínimo, tirando de la fórmula de éxito fácil (no cuestan demasiado y suelen recaudar bastante) y desaprovechando completamente a actores conocidos que sirven como reclamo cara a la taquilla; que por lo menos haya una, al menos una, que sin ser necesariamente original ni pretender romper ningún esquema consiga dibujarte una sonrisa cómplice durante todo el metraje, implicarte en la historia de unos personajes que te importan y satisfacerte como espectador sin necesidad hacerte replantearte tu vida (o igual sí…). Así es como deberían de ser las películas, al menos como mínimo, y he aquí un producto sin duda mucho más honesto que la mayoría, que ofrece todo lo que no conseguía `Con Derecho a Roce´ (Friend With Benefits, Will Gluck, 2011), película con la que compartía cartelera.
No es de extrañar ver a la pareja de directores Glenn Ficarra y John Requa como los principales nombres detrás del proyecto, y aunque la película no tenga un toque tan políticamente incorrecto como la atípica e hilarante `Phillip Morris, ¡Te Quiero!´ (I Love You Phillip Morris, 2009) ni destile la mala leche de su guión para `Bad Santa´ (id, Terry Zwigoff, 2003)probablemente porque en esta ocasión los directores se dedican exclusivamente a la dirección basándose en un libreto escrito por Dan Fogelman saben dar a esta en el fondo conservadora comedia romántica algo de lo que justamente suelen carecer este tipo de películas: personalidad. `Crazy, Stupid, Love´ es una película que se siente auténtica, sin artificios, ya sea cuando tira por la acidez y las adecuadas dosis de comedia como cuando se pone más dramática e incluso abiertamente romántica: la conversación de Cal (Steve Carell) con su mujer mientras esperan para hablar con la tutora de su hijo, la noche en la que el vividor interpretado por Ryan Gosling conecta por primera vez en su vida con alguien, o el algo más tópico discurso final.

`Crazy, Stupid, Love´ ofrece todo lo que suelen proponer este tipo de películas, y justo cuando parece que la historia ya no va a saber escapar del sendero en el que se ha metido, que va a caer en el tópico barato y el aburrimiento… la historia ofrece alguna nueva sorpresa, no tirando por la vía fácil y complicándolo todo aún más, hasta culminar en una especie de batalla/reunión familiar que queda quizá un tanto forzada —sobre todo la irrupción del anecdótico personaje de Kevin Bacon si venir a cuento—, pero que sigue resultando igualmente divertida e hilarante por la intensidad del momento en que todas estas líneas narrativas chocan entre sí. Ni siquiera el convencional happy ending para este relato que resulta la mayor parte amargo más que dulce logra impedir la sensación al salir del cine de que nos lo hemos pasado bien, tanto en los momentos divertidos como en los tristes, y que la experiencia en general ha merecido la pena.
Eso, el buen humor, la correcta puesta en escena y, sobre todo, las buenas intenciones que destilan sus 118 minutos hacen que la película se pase en un vuelo, a pesar de estar sostenida la mayor parte del tiempo en conversaciones y momentos en los que el tiempo se ralentiza deliberadamente, teniendo la oportunidad uno de disfrutar de unos actores que viven sus personajes y sueltan sus diálogos con naturalidad y veracidad. Seres humanos auténticos, y no estereotipos como a los que nos tienen acostumbrados. Steve Carell, buen actor cómico y que suele salvar el visionado de las películas en las que interviene, aquí está sencillamente fantástico, regalando una de sus mejores interpretaciones. Ryan Gosling también está bien aprovechado con un personaje que se revela mucho más profundo de lo que aparentemente es —ojito a este actor en el futuro—. Julianne Moore perfecta como siempre, Emma Stone cada vez es mejor actriz, y tan encantadora como de costumbre. En cuanto a Kevin Bacon o Marisa Tomei sus aportaciones son mínimas, anecdóticas, es un gusto verles la cara y parece que se lo pasan bien, pero poco más.

En definitiva, una película bien realizada, con muy buenas interpretaciones y mucho encanto, que se dedica a contarnos cómo el amor no tiene sentido, que las cosas nunca son lo que nos esperamos, que acabaremos jodidos y desesperados, y que sin embargo y ya sea un ingenuo amor de pubertad, una temprana relación de dos jóvenes dispuestos a unir sus vidas o un viejo amor deteriorado por el paso de los años, es algo que merece la pena. No seré yo el que lleve la contraria… 

1 comentario:

Unknown dijo...

Bueno, ya te había expresado mi opinión respecto a esta película y no tengo mucho que agregar más que es simplemente una cinta fantástica al igual que tu crítica. Expresaste bastante bien los puntos buenos y malos de la pelí. Muy bien. Saludos