`Encontrarás Dragones´, pero no buen cine

“Yo también sé lo que es estar enfadado con la vida, mucho cuidado con adónde te lleva.”

-José María Escrivá (Charlie Cox)

Que conste que nunca me ha gustado excesivamente el cine de Roland Joffé. Incluso sus películas más laureadas, como `Los Gritos del Silencio´ (The Killing Fields, 1984) y `La Misión´ (The Mission, 1986), me parecen películas generalmente sobrevaloradas, que a pesar de tener grandes bazas a su favor (en el caso de `La Misión´ nada menos que el talento interpretativo de Robert De Niro y Jeremy Irons acompañado de la poderosa música de Ennio Morricone), desperdiciaban terriblemente sus posibilidades para caer en la intranscendencia y en el más torpe de los aburrimientos (caso grave es el de `Los Gritos del Silencio´, que a pesar de estar protagonizada por una autentica victima de la guerra Camboyana es incapaz de contagiar al espectador de lo terrible y aterrador de su experiencia). Esa es al menos mi impresión general de la obra de Joffé.

A pesar de ello ahí estaba yo, nada menos que el día del estreno, dándole una oportunidad a `Encontrarás Dragones´ (There Be Dragons, 2011), con la que Joffé parecía intentar recuperar el tono de sus primeros films (drama histórico moralizador creo que es una descripción acertada) y volver a recuperar así el favor de crítica y público, que se ganó muy precozmente y que perdió aún más rápido. Al menos esto es así en apariencia, porque la jugada en realidad viene de más arriba, al parecer una respuesta de la Iglesia a jugarretas como `El Código Da Vinci´ (Da Vinci Code, Ron Howard, 2006) o `Camino´ (id, Javier Fesser, 2008), en la que su imagen y concretamente la del Opus Dei no salía demasiado bien parada. En contraste `Encontrarás Dragones´ se dedica a ofrecer un tramposo y manipulador relato realzando la imagen de su fundador, el beatificado José María Escrivá. Y a mí me toca aburrirme, cómo no.

Una producción y reparto internacional (Charlie Cox , Wes Bentley, Unax Ugalde, Olga Kurylenko, Charles Dance, Jordi Mollá, Geraldine Chaplin, Rodrigo Santoro…), no lleno precisamente de superestrellas pero sí de caras conocidas, un director supuestamente experto, la guerra civil como telón de fondo, una historia sobre la amistad, la traición y la culpa… Se puede decir que `Encontrarás Dragones´ tenía los ingredientes necesarios para ser un, por lo menos, interesante relato histórico. Pero eso poco importa cuando esos ingredientes está mal cocinados, cuando el director no entiende la historia que está contando (esto es lo que más frustrante me resulta como espectador, pues creo que lo mínimo que se le puede exigir a un narrador es que tenga claro de dónde parte y a dónde quiere llegar, ¿no?) y cuando es imposible conectar con unos personajes que están cada uno como en su propia película, sin que sus experiencias y relaciones den como origen algo valioso.

Como digo el punto de partida no está mal. Un joven periodista (Dougray Scott, el malo de `Misión Imposible 2´) que investiga a José María Escrivá descubre una relación que unió a su padre desde la niñez con el recientemente fallecido fundador del Opus Dei. Así que mientras que se nos están narrando estos hechos “actuales”, también se nos cuenta la relación de estos dos personajes desde niños, relación cuyas divergencias una vez se separan sus caminos son las que deberían de dar supuestamente interés al relato, pues al fin y al cabo Manolo (Wes Bentley, el extraño muchacho de `American Beauty´) y José Maria (Charlie Cox, el protagonista de `Stardust´) son como las dos caras de una misma moneda, dos personas unidas por su antigua amistad infantil (lo cual ha funcionado tan bien en films como `Erase Una Vez en América´ o `Mystic River´, pero aquí no) cuyos destinos están unidos de alguna manera.

El problema clave es que nada funciona, ninguno de los dos personajes ni sus dos historias, ni juntas ni separadas. Y la culpa de todo la tiene Joffé, que pone en marcha una puesta en escena malísima, en la intenta lucirse con cada movimiento de cámara, demasiado mecánicos y artificiales, que dificultan enormemente que uno pueda vivir la ficción o emocionarse con algo de lo narrado, por mucho que la demasiado evidente banda sonora de Stephen Warbeck (aún así lo de lo más destacable de la cinta) lo intenté a cada momento. El problema de `Encontrarás Dragones´ no es en realidad muy diferente que el de los grandes éxitos del director, sólo que esta vez se ve potenciado y resulta si cabe aún más evidente: carece de humanidad, de humildad y de empatía con los hechos que narra. Joffé es muy manipulador, no logra autenticidad.

Ya no se trata de la postura que adopte la película con respecto a religión o política, pues al fin y al cabo esto es cine y no es cuestión de criticar ni ideologías ni credos que no tendrían por qué impedir (nunca) el buen funcionamiento de la ficción. Aquí estamos hablando de cine, estamos hablando de lenguaje y de la utilización del mismo. Si yo me gasto aproximadamente siete euros en ver una película quiero que me cuente algo de valor, que me implique, que me emocione, o por lo menos que me entretenga. Si lo que el señor Joffé quiere contar es que José María Escrivá era una bellísima persona, vale, pero que no se dedique a decir eso y quedarse tan pancho, ¿no? Escenas como las visiones “iluminadoras” que tiene Charlie Cox dan fe (nunca mejor dicho) de la forma vulgar en la que se dibuja al personaje, sin entenderlo realmente.

La simplicidad y moraleja barata nunca es buena, menos cuando se tratan temas nada sencillos como una guerra, la lucha de dos ideologías, además de sentimientos como la culpa o el perdón. Pero aquí se juega con todas estas cosas como más le conviene a una historia en la que no llegas a entender realmente a ninguno de los personajes. Ni al santurrón Escrivá que vive como en su propia burbuja ajeno a la realidad que le rodea, ni por supuesto a Ramón, un tipo realmente bastante cabronazo en el que yo no veo evolución alguna en la película (sólo cuando es ya un viejo atormentado por pesadillas que, no nos engañemos, él mismo se ha ganado), ni tampoco a su hijo, con cuya difícil relación se salda porque sí una vez él desvela su terrible secreto, con una escena que debería resultar supuestamente emocionante y redentora pero que yo no me la trago, me parece incoherente y absurda.

Inesperadamente (pues a esas alturas ya había perdido todo el interés) algo sí que me gustó la resolución de la cinta, SPOILER en el que se ve cómo Manolo a pesar de todos sus errores salva en un momento dado a Escrivá sin que él mismo lo sepa, fruto de un cumulo de “casualidades” (destino) que les han colocado a cada uno en ese justo lugar, y estando su relación de la infancia como máximo pilar por encima de todo. FIN SPOILER. Creo que hubiese sido un buen final si todo lo anterior hubiese funcionado y se hubiese conectado emocionalmente con los personajes desde un principio. Un buen cierre para una buena película, ante la que desgraciadamente no nos encontramos.