“Tengo un pie a cada lado del muro. No puedo moverme, no puedo saltar, lo único que puedo hacer es esperar a partirme en dos. Justo por la mitad.”-Lou Ford
El tráiler de `El Demonio bajo la Piel´ (The Killer Inside Me, Michael Winterbottom) me llamó bastante la atención, hasta tal punto que este plato aparentemente tan poco apetecible se convirtió en uno de los indispensables de mi lista, algo que resulta un molesto problema cuando las distribuidoras y los cines consideran que un producto así no tiene demasiadas oportunidades frente al gran publico y lo destierran (literalmente) a un par de cines, generalmente muy apartados y casi siempre con salas pequeñas. Así fue al menos en la provincia en la que vivo, y no fue hasta hace unos meses cuando tuve la oportunidad de verla. Y lo cierto es que no es una película para nada fácil de ver, a pesar de lo cual creo que la experiencia ha merecido la pena.
Basada en la novela del reconocido maestro del género negro Jim Thompson, la película dirigida por el prolífico Michael Winterbottom (`24 Hour Party People´, `9 Songs´, `Wonderland´) nos pone en la piel (nunca mejor dicho) del joven ayudante del sheriff Lou Ford (Casey Affleck, hermano menor de Ben Affleck), un hombre de suaves modales que recibe el encargo de expulsar a una prostituta (Jessica Alba) que ejerce su profesión a las afueras de la ciudad. Ella se niega y le agrede, despertando en Lou una actitud salvaje escondida bajo su impecable fachada. La azota, a ella le gusta, practican el sexo, y esa enfermiza relación se acaba convirtiendo en una costumbre. Al final concuerdan huir del pueblo e iniciar una nueva vida estafando a uno de los clientes de ella, pero Lou tiene en realidad planes muy distintos, que van a generar una espiral de violencia, engaños y cadáveres.
La propuesta del film de Winterbottom tiene como objetivo colocarnos en la perspectiva de un asesino, alguien con dos caras completamente opuestas, una gentil de cara al público y otra completamente bestial y tenebrosa de puertas para adentro, de la cual se hace completamente participe al espectador (con recursos como la voz en off) en una relato que, sin haber leído siquiera el libro, se nota muy literario en la forma de adentrarnos en la mente del protagonista (por cierto, no hay película en la que mejor se haya hecho algo así que en esa obra maestra titulada `Taxi Driver´). Claro que el psicópata interpretado por Casey Affleck no tiene para nada como objetivo ganarse la simpatía del espectador, como el de la teleserie `Dexter´. Lou Ford no es alguien por el que se pueda sentir ninguna estima o identificación, y por tanto no nos sentimos cómodos en ningún momento metiéndonos bajo su piel.
Creo que esa es la clave del film de Winterbotton, y la razón por la que no es una película que me haya resultado agradable de ver ni que desearía volver a hacerlo en un tiempo cercano. Porque lo cierto es que `El Demonio Bajo la Piel´ es un film premeditadamente desagradable, con un protagonista deleznable y dos escenas de violencia muy fuertes, no porque sean especialmente sangrientas ni llenas de visceras, sino por lo explicitas, contundentes, realistas y frías que son (pensad en el Stanley Kubrick de `La Naranja Mecánica´ y os haréis una idea de por donde van los tiros). En comparación con esa manera completamente seca de tratar la violencia, con también cierta autoconsciencia de lo absurdo muy de los hermanos Coen (`Sangre Fácil´ y ésta se parecen bastante), la forma de tratar la escenas de sexo no resulta tan arriesgada, llegando a parecer muy blandas e incluso intrascendentes.
En mitad de todo esto nos encontramos con un relato irregular, muy condicionado por la perspectiva del protagonista, a ratos quizá demasiado extraño y confuso para tratarse de cine policiaco, y por el que pululan algunos personajes de los que no se llega a entender demasiado bien su relevancia (el de Bill Pulman al final sin ir más lejos). No se trata para nada de una película perfecta, pero es uno de esos casos en los que creo que los fallos son perdonables o incluso que están justificados por la naturaleza del relato. En otras palabras, `El Demonio Bajo la Piel´ compensa sus imperfecciones siendo una película completamente extraña, arriesgada, atípica y, en definitiva, un producto muy interesante de ver. Lo cierto es que tras asistir a su visionado no hubiera sabido decir si me había gustado o no, pero incluso ese desconcierto me parece algo bueno. Me gusta que una película sepa ponerme contra las cuerdas de vez en cuando, si lo hace bien.
Casey Affleck borda un papel muy complejo, como ya lo hacia en la extraordinaria `El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford´, en la que en mi opinión él era el verdadero protagonista y no Brad Pitt. El hermano de Ben Affleck sabe perfectamente cómo jugar a con la doble personalidad de su personaje, resultando más inquietante en los momentos en los que está tranquilo que cuando se desata su furia, como en el genial cara contra cara que tiene con el muchacho encerrado en la prisión, en el que con una frialdad pasmosa se descubre ante él como lo que es. Se hubiera merecido una nominación en los Oscar. También muy acertado está en general el plantel de secundarios (Ned Beatty, Elias Koteas, Simon Baker), a excepción de las dos féminas del grupo (Jessica Alba, Kate Hudson), no porque lo hagan realmente mal, al fin y al cabo sus personajes son bastante planos, sino porque no pegan ni con cola en un film como este y creo que restan seriedad al producto.
Esos son algunos de los pormenores, aciertos y defectos que he encontrado en esta `El Demonio Bajo la Piel´, que si bien no me ha entusiasmado sí que ha conseguido sacudirme con la rotundidad de su violencia e intrigarme con la extraña forma de abordar el relato. No dudo que muchos espectadores hayan salido del cine con cara de indignados, como si se les hubiesen meado encima. Yo sin embargo me encuentro agradecido por una oferta diferente, un tipo de cine negrísimo, recio, impactante, serio, enfermizo, difícil de ver, pero en general destacable.
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