sábado, 6 de agosto de 2011

`El Origen del Planeta de los Simios´, una rebelión a medias tintas



“No son personas, ¿sabe?”
-John Landon (Brian Cox)
Tengo la sensación de que tengo que pedir perdón de antemano, porque voy a ser un poco duro con `El Origen del Planeta de los Simios´ (Rupert Wyatt, 2011), actual y afamada precuela de la mítica película de 1968 interpretada por Charton Heston, y realmente no se lo merece. No se lo merece porque no está tan mal, es una cinta entretenida, correctamente dirigida por el debutante Rupert Wyatt (que con este éxito ha dado la campanada y entrado por la puerta grande en la industria), con buenos intérpretes, una decente banda sonora (Patrick Doyle pocas veces falla) y una utilización de los efectos especiales (al servicio de la historia, como debe ser) más que encomiable. En otras palabras, es un espectáculo como ya les gustaría ser o llegar a acercarse a la mitad de producciones estrenadas durante este verano. Pero, a diferencia de la gran mayoría de la gente (para la cual la cinta ha sido toda una sorpresa y lo entiendo) yo personalmente confiaba mucho en las posibilidades de este proyecto, y sinceramente sólo me he sentido satisfecho a medias.
Así que como este es mi espacio personal, en el que nada me condiciona y a nadie puedo ofender (excepto al que quiera sentirse ofendido, claro está) expresaré claramente mi opinión, que no es otra que la corrección no es lo mismo que maestría, y que me parece que `El Origen del Planeta de los Simios´ se queda en mitad de camino en la mayoría de cosas que plantea, desperdicia enormemente el potencial dramático de la historia que está contando y traiciona su propia temática con el fin de crear un entretenimiento para toda la familia, perfecto para entrar una sala de cine una calurosa tarde de verano con los críos y distraerse, pero quedándose así lejos de la gran película que podría y debería haber sido (esa misma que prometía su estupendo segundo avance, que incomprensiblemente contiene un par de instantes que faltan en el metraje estrenado en cines, algo que para mí resulta de lo más significativo).
 

Pasando por alto la algo atropellada primera parte (la selva, el laboratorio, la llegada de César a casa de Will…), en la que se despachan varios años sin demasiado sentido o conciencia del tiempo (en otras palabras, sabemos que pasan los años porque lo dice el narrador, no porque se resuelva coherentemente), algo que al menos se compensa por el interés de la historia (o mejor dicho, el interés que tiene el personaje de César), lo cierto es que lo que entorpece a la película (a la que en ningún momento le niego el que sea una propuesta emotiva y entretenida) son las medias tintas con las que resuelven la gran mayoría de situaciones a partir de que César decide liderar a los suyos, en lo que supuestamente debería de ser una revolución (y merecida además, pues en todo momento queda clara la tiranía y crueldad de la especie humana hacia los suyos) convertida en una simple escapada al bosque, evitando así la sensación de conflicto que en mi opinión era una de las mejores bazas de la película (sólo se me ocurre que para que pueda ser apta para todos los públicos).
En ese sentido, el final parece poco menos que una trampa o una salida fácil del guión para evadir absurdamente la cuestión más evidente de todas para todo aquel conocedor de la película original (a la que por cierto se le dedican un par de simpáticos guiños): que los simios acabarán esclavizando a los humanos, así de simple. Así pues, el personaje de César, sin duda lo mejor de la película (y hay que repartir halagos entre la meritoria labor de Andy Serkis y el extraordinario trabajo de Weta Digital), está obligado a quedarse a medio camino entre un peludo William Wallace liderando a los suyos hacia la libertad (y cuya causa es completamente justa, por mucho que nos choque que nosotros seamos los malos, que lo somos) y un peluche de la Disney que en ningún momento puede hacer algo que pueda considerarse malo o amoral (en cierta escena que tiene que ver con un helicóptero sin ir más lejos le deja el trabajo sucio a otro), siempre está preocupándose de que ningún humano resulte herido, y por su parte los que mueren son malos malísimos y se lo merecen (para algo han contratado al mismísimo Draco Malfoy…).

Es como si el director estuviera insistiendo todo el rato en la bondad de César pese a que se esté revolviendo contra nosotros (o sea, edulcorar la realidad), como también el personaje interpretado por un soso James Franco (esperaba mucho más de él) es bueno pese a formar en gran medida parte del problema contra el que se revuelve César, todo ello justificado únicamente por la enfermedad de su padre (John Lightow, el único personaje humano que vale la pena). Pero Franco es en realidad poco más que un sujeto absolutamente pasivo que poco aporta realmente al relato en ningún sentido (después de estar media película persiguiendo a su querido simio, que ha montado la de dios es Cristo, todo se resuelve con un: “ven a casa, no, ah pues vale”). Así pues, en una película que trata sobre el conflicto entre simios y humanos (que podría haber tenido el perfecto reflejo en el conflicto dramático entre César y Will, unidos por una significativa relación paternal), parece que el director trata de evitar por todos los medios la sensación de conflicto. Sencillamente todo es muy bonito, todo es muy justo, todo está bien.
Y el problema no es en sí que se evite insistentemente esa sensación de conflicto (pues el enfoque que hayan querido darle es perfectamente respetable más allá de mi subjetivísimo punto de vista) sino que la manera de evitarlo resulta torpe y muy rebuscada, y eso sí que es interpretable como fallo, sobre todo en el mentado final (“nos escapamos, la armamos gorda, pero montamos un campamento en mitad del bosque y aquí no ha pasado nada”, ejem, me pregunto durante cuánto tiempo...). Luego está el típico mal de muchas superproducciones actuales, que es el meter una chica a toda costa aunque no tenga nada que hacer en el relato (Freida Pinto, un florero precioso), pero eso ya es harina de otro costal…

En definitiva, lo que no se puede negar es que Wyatt dirige con pulso y buen gusto algunos fragmentos magníficos y emocionantes (la parte en el centro de chimpancés, poco menos que un drama carcelario protagonizado por simios, o al vibrante y bien realizada secuencia final en el puente), y que en general la idea de darle la vuelta a muchas de las situaciones de la primera entrega colocándonos esta vez en la perspectiva del simio no deja de ser inteligente. Pero por lo demás `El Origen del Planeta de los Simios´ se queda simplemente en un decente film veraniego, que evita mojarse el culo y meterse en temas peliagudos por estar planteada como un entretenimiento para todos los públicos, lo cual personalmente me decepcionó porque dramáticamente podría haber dado mucho, mucho más de sí.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Para mí el mayor acierto de esta cinta fue la interpretación de Andy Serkis como Caesar y ni qué decir de ese momento en el que lanza de manera totalmente inesperada su primera palabra..jamás se me olvidará la reacción de toda la sala (incluyendome) en ese instánte.

Por otra parte, el guión me pareció un poco flojo (aún cuando, como dices, puedierón hacer algo mejor) y como que no se esfuerza mucho en querer dar explicaciones a ciertas partes (como eso de que un puñado de simios bien organizados pudierón con TODA la policía de San Francisco que, tambien, estaban muy bien organizados

Alain Rodriguez dijo...

Sin duda la interpretación de Serkis y el trabajo de Weta (me es dificil separar lo uno de lo otro) es meritorio, y César (o Caesar) es el verdadero conductor y hallazgo de la cinta.

En lo del guión también tienes razón. Toda la parte del "levantamiento" hubiera requerido de algo más de tiempo y elaboración para resultar "creible". Por eso digo que da la sensación que lo que quieren es hacer toda esa parte con prisas: los simios se escapan, rompen un par de coches y ventanas, se meten en su bosque (al parecer una fortaleza inexpugnable) y todo solucionado... cuando evidentemente la respuesta humana sería todavía más contundente a partir de entonces.

Es ahí donde el film de Wyatt no me parece honesto, pues soluciona los problemas que plantea de manera evasiva y facilona, lo cual no quita que queden por el camino momentos buenos o emocionantes (SPOILER el sacrificio del gorila FIN SPOILER).

Unknown dijo...

Precisamente ;). Aunque hay que decir que apesar de estar hecho muy a la prisa, logra ser impresionante y eso no todas las cintas veraniegas logran