Mis 10 películas de vampiros favoritas

Con la excusa del reciente estreno de la para mí mediocre `La Saga Crepúsculo: Amanecer, Parte 1´ (The Twilight Saga: Breaking Dawn, Part 1, 2011), franquicia que junto a la teleserie `True Blood´ (Sangre Fresca, Alan Ball, 2008) ha vuelto a poner de moda a los chupasangre, me ha parecido apropiado realizar un repaso a las que bajo mi opinión son las películas más importantes y significativas de este género, las que mejor lo han trasformado y adaptado conforme avanzaban los tiempos. Algo que no creo que pueda decirse precisamente de la mentada saga, que hace una interpretación muy libre de la mitología del vampiro simplemente adaptándolo a los estándares y gustos juveniles actuales. Así, los vampiros ya dejan de ser tétricos seres de la oscuridad para convertirse en bellas criaturas que brillan al sol, visten como supermodelos, viven en casas de último diseño y conducen coches caros. O sea, algo así como una versión pálida de los Jonas Brothers.

Creo que hay muchas, muchísimas películas que han explorado mejor la fascinante naturaleza de estas criaturas, ya sea desde una perspectiva juvenil como adulta, gamberra o seria, cómica o romántica. Hay para todos los gustos. Pero manteniendo siempre ciertas propiedades que son las que dan riqueza y sentido a estas historias. Allá van, sin más dilación, mis diez favoritas:

`Nosferatu´ (id, F.W. Murnau, 1922)

Obra clave del cine mudo surgida bajo la corriente conocida como el expresionismo alemán, fácilmente reconocible por sus aires teatreros y su gusto por crear decorados abstractos y extravagantes —Tim Burton es heredero de muchas de sus formas—. Curiosamente `Nosferatu´ es una llamativa excepción a la regla. Filmada en gran medida en exteriores, nos encontramos ante una de las películas más importantes de la historia del cine, y piedra angular tanto del cine de terror como de vampiros, de gran influencia aún muchas décadas después. Adaptación no oficial descarada del famoso libro de Bran Stoker, su mujer —que se negaba a vender los derechos de adaptación— interpuso una demanda contra la película, en consecuencia de lo cual todas las copias tenían que ser destruidas —cosa que afortunadamente no pasó—. `Nosferatu´ es una obra mítica de principio a fin, con una impresionante actuación de Max Schreck como vampiro y escenas icónicas como la de la sombra proyectada del vampiro subiendo por las escaleras.

`Drácula´ (id, Tod Browning, Karl Freund, 1931)

Primera versión oficial de la novela de Bram Stoker, realizada por la mítica productora Universal, en cuyo nacimiento se especializó en cine de terror y más concretamente el de los monstruos. `Drácula´ no me parece que esté entre las mejores de sus producciones —prefiero mucho antes `El Hombre Lobo´ (The Wolf Man, George Waggner, 1941) o `Frankenstein´ (id, James Whale, 1931)—, pues creo que es un acercamiento un tanto tibio y teatrero a la fascinante novela y sus personajes. No obstante, y lo más importante, juzgándola en su contexto histórico —algo que demasiados espectadores no saben hacer—, es imposible negar que se trata de una gran obra con una memorable caracterización de Bela Lugosi, que —como le ocurriría más tarde con Chistopher Lee— se encasilló totalmente en este papel —tanto le costaba separarlo de su imagen personal que se llegó a decir que durante su últimos años dormía en un ataúd—. Tim Burton rindió un emotivo homenaje al actor con su maravillosa `Ed Wood´ (id, 1994), mientras que parece que con `Frankenweenie´ (id, 2012) lo hará con los clásicos de la Universal en general —no en vano ambas cintas están rodadas en blanco y negro—.

`Drácula´ (Horror of Dracula, Terence Fisher, 1958)

La productora británica conocida como la Hammer cogió el testigo de la Universal en cuanto a cine de terror sobre monstruos se refiere, y Christopher Lee hizo otro tanto de lo mismo con respecto a Bela Lugosi y el papel del conde Drácula. Esta adaptación me parece razonablemente superior a la de los años treinta en varios aspectos, consiguiendo una interpretación más arriesgada y contundente sobre el personaje, añadiendo a la ecuación sangre y cierto grado de erotismo, con el cual el cine de vampiros se ha visto relacionado en gran medida a partir de entonces. Una cinta completamente terrorífica y mítica, con un Christopher Lee que aún hoy sigue siendo la imagen icónica de Drácula, la que a uno le viene a la cabeza con más facilidad. También memorable es la interpretación de Peter Cushing —que haría de Sherlock Holmes en varias producciones de la Hammer— como Van Helsing. La cosa fue decayendo gravemente en las infinitas secuelas, que quemaron bastante la frescura y efectividad del Drácula de Lee. Afortunadamente el actor aún ha tenido hueco para estimables papeles en sagas de renombre como `ESDLA´ (LOTR, Peter Jackson, 2001-2003) o la nueva trilogía de `Star Wars´ (id, George Lucas, 1999-2004).

`El Baile de los Vampiros´ (The Fearless Vampire Killers, Roman Polanski, 1967)

Precisamente Roman Polanski, que nos ha dejado hace bien poco la deliciosamente sarcástica `Un Dios Salvaje´ (Carnage, 2011), fue el director de esta comedia vampírica, una de las películas más desternillantes y disfrutables de todos los tiempos, y uno de sus primeros éxitos antes de dar el salto a los Estados Unidos —el cual daría a lugar a un par de obras míticas que no es necesario mentar—. Protagonizada por él mismo —lo cierto es que tiene una cara tan llamativa que es ideal para la comedia—, así como por su trágicamente fallecida esposa Sharon Tate —guapísima—, `El Baile de los Vampiros´ es una comedia ágil y entretenida, el equivalente a `La Pantera Rosa´ (Blake Edwards, 1963) en lo que al cine de terror se refiere, llena de gags memorables —cierta entrada a la cripta de los vampiros— y con una estupenda complicidad discípulo/aprendiz entre Jack MacGowran —una especie de divertido Van Helsing en plan senil— y el propio Polanski.

`Noche de Miedo´ (Fright Night, Tom Holland, 1985)

Ya hablé de `Noche de Miedo´ (Fright Night) con motivo de mi listado sobre las mejores aventuras juveniles surgidas durante la década de los ochenta, así como en mi análisis sobre los pormenores de su efectivo remake, donde eludir el film de Holland era evidentemente inevitable. Decir sencillamente que el film surge de la sencilla idea de aunar dos de los géneros favoritos de aquella época —la aventura juvenil y el cine de vampiros—, que es un homenaje más que evidente a `La Ventana Indiscreta´ (Rear Window, Alfred Hitchcock, 1954), y que sus maquillajes y efectos visuales artesanales tienen un encanto irresistible —al igual que los de `Aullidos´ o `Un Hombre Lobo Americano en Londres´, así como la caracterización de Chris Sarandon como el vampiro y Roddy McDowall como Peter Vincent —otra reinterpretación cómica de la figura de Van Helsing, esta vez a través de un farsante presentador de programas de televisión que se verá obligado a realizar el papel de verdad—.

`Drácula de Bram Stoker ´ (Bram Stoker´s Dracula, Francis Ford Coppola, 1992)

Y quién ha dicho que `Drácula´ no puede ser una historia de amor operística y trágica? Francis Ford Coppola debió de pensar lo mismo, pues en 1992 erigió esta poderosa cinta que recuperaba maneras de terror clásico —efectos de cámara, juego de sombras…— reinterpretando la historia del monstruoso conde, respetando en gran medida la estructura narrativa de la obra de Stoker —en este sentido es la más fiel hasta la fecha—, pero añadiéndolo el increíble prólogo —por primera vez se nos cuenta el origen de la maldición— y dotando a la historia de unos tintes romántico-trágicos herederos de otra historia de terror clásico: `La Momia´ —el no muerto que se encuentra años después con la reencarnación de su amada—. Esto le valió a Coppola las críticas de los más puristas, que le reprocharon el traicionar la esencia del relato a pesar de que los puntos clave tanto de la novela como de la mitología del vampiro están ahí y Coppola sólo buscó un mayor calado emocional: humanizar al monstruo. La portentosa actuación de Gary Oldman, así como la salvaje reinterpretación de Van Helsing por parte de Anthony Hopkins, le acaban de dar su punto a esta última obra maestra de Coppola, además de la última gran película de terror “clásica”, con una banda sonora de Wojciech Kilar que pone el bello como escarpias.

`Entrevista con el Vampiro´ (Interview With the Vampire, Neil Jordan, 1994)

Hubo dos grandes películas en los noventa que reinterpretaron la figura del vampiro de una manera un tanto romántico poética. La primera fue la mentada `Drácula de Bram Stoker´, mientras que la segunda fue este magistral film dirigido por un inspirado Neil Jordan, que realizó un trabajo de sensibilidad admirable adaptando la —según dicen— inferior y más vulgar novela de Anne Rice. He aquí una manera rica y de calidad de adaptar a los vampiros dándoles un tono romántico sin necesidad de tantas concesiones comerciales como `Crepúsculo´ (Twilight), en una película cuyas pretensiones de cara al público quedan claras sólo con ver a sus dos protagonistas, los por aquel entonces muy de moda Tom Cruise y Brad Pitt —el primero alocado pero magnifico, el segundo demasiado acartonado, todavía no le tenía muy controlado lo de actuar—. A eso hay que añadirle la estupenda actuación de una pequeña Kristen Dunst —no volvió a estar mejor— y las pequeñas intervenciones de Christian Slater y Antonio Banderas. En total una película magnifica, bella y triste a partes iguales, con una fantasmagórica banda sonora de Elliot Goldenthal.

`Abierto Hasta el Amanecer´ (From Dusk Till Dawn, Robert Rodriguez, 1995)

Vale que los vampiros de aquí bien podrían ser zombis o endemoniados y daría un poco lo mismo, pero le tengo un gran cariño a esta gamberrada realizada por el a veces  brillante —otras no tanto— Robert Rodriguez, que esta vez, con ayuda de su inseparable amigo Quentin Tarantino —guionista y co-protagonista— llevó a cabo una de sus mejores películas junto con `Sin City´ (2005) y `Planet Terror´ (2007). Una cinta en la que se nota tanto el aroma del mejor cine Tarantiniano —esos diálogos absurdos que no llevan a ninguna parte— como el del director de `El Mariachi´ (1992). El resultado es una mezcla entre road movie, western y cine de terror la mar de disfrutable, con un estupendo George Clooney —antes de que su carrera se volviera más “seria”— y una interpretación un tanto criticada del propio Tarantino —nominado al Razzie—, que a mí personalmente me hace gracia. Mucha violencia, cero amabilidad con sus personajes, bastante humor negro y un recordado sensual baile con Salma Hayek serpiente al hombro. Muy divertida.

`Vampiros de John Carpenter´ (John Carpenter´s Vampires, John Carpenter, 1998)

Y si `Abierto Hasta el Amanecer´ es un coqueteo alegre con el western y road movie desde la perspectiva del cine de vampiros, aquí nos encontramos ante una reinterpretación en clave de western puro y duro, como no podía ser de otra forma, de la mano de uno de los mejores directores tanto de cine de terror —ahí están `La Cosa´ y `Halloween´ para demostrarlo—, como uno de los que mejor han heredado las esencias de la mitología del cine del oeste americano y trasladado a películas modernas —ahí están `Rescate en Nueva York´ y `Asalto a la Comisaría del Distrito 13´—. James Woods interpreta al líder de un grupo de cazavampiros en plan forajidos, que se las tendrán que ver con su enemigo más poderoso hasta la fecha: el vampiro Valek —brillante y terrorífica nueva versión de Drácula—. Frases chulescas, diálogos macarras —impagable la escena en la que Woods se burla de las nuevas formas de ver a los vampiros— y un sentido de la amistad y el honor que nos deja un final emotivo a más no poder, con sabor del mejor western. Fantástica.

`Déjame Entrar´ (Låt Den Rätte Komma In, Tomas Alfredson, 2008)

Para cerrar la lista tenemos esta fascinante aportación desde frías tierras suecas a la figura del vampiro. `Déjame Entrar´ es una de las películas más extrañas, hipnóticas y bellas que se han hecho jamás, una obra imperecedera creada a modo de un tanto enfermizo cuento sobre amistad y sangre. Thomas Alfredson demostró una sensibilidad de la que no muchos son capaces para con una historia que requería una puesta en escena que reflejara una mirada diferente del mundo. Aquí la sociedad es vista como el elemento salvaje y cruel, bien representada por los irreales parajes nevados y los psicópatas compañeros de clase de Oskar, mientras que se mira con ojos compasivos al ser solitario, marginado y extraño —la niña vampiro Eli, o el mismo Oskar—, que hacen lo que tienen que hacer para sobrevivir. Tiene escenas imborrables como la de la mujer en el hospital estallando en llamas o la carnicería final vislumbrada desde debajo de la piscina. El remake americano, para variar, no fastidio para nada el jugoso material, resultando una película más cálida y menos extraña que ésta, no tan memorable, pero decente.

`True Blood´ (Sangre Fresca, Alan Ball, 2008-)

Y de propina pongo esta producción no cinematográfica que no obstante ha aportado una visión no menos intensa del mundo de los chupasangres. Surgida el mismo año que `Crepúsculo´ y `Déjame Entrar´, esta enigmática teleserie está inspirada en otra serie de novelas juveniles —al igual que `Crepúsculo´ y `Entrevista con el Vampiro—, pero que en este caso pasaron por el filtro del provocativo y cínico Alan Ball —reputado guionista de `American Beauty´ (1999) y creador de `A Tres Metros Bajo Tierra´—, que se sirvió de estos típicos ingredientes de adolescencia, romanticismo y vampiros para crear una mirada sarcástica de la sociedad americana y hablar de algunos de los temas que más le gustan a él: sexo, homofobia y drogadicción. No deja de hacer gracia lo parecida que es la serie por momentos a la historia de `Crepúsculo´ —Anna Paquin se enfrenta a un dilema amoroso no muy diferente al de Kristen Stewart—, pero respirándose aquí más fuerza, sudor y sangre. Tan aplaudible me parece su fuerte erotismo como ideas realmente novedosas como el que la sangre de vampiro se trafique a modo de droga. Serie adictiva y llena de enredos bastante disfrutable.

Inevitablemente me dejo un par de cosas en el tintero, como las estimables `Jóvenes Ocultos´ (Lost Boys, Joel Schumacher, 1987) y `Los Viajeros de la Noche´ (Near Dark, Kathryn Bigelow, 1987), decentes pero no tan redondas como otras de esta lista.